Un sindicato ejemplar:
Les escribo esta carta para expresarle una calurosa felicitación a Ximena, sin duda una de las piezas clave en la derrota que un sector de los trabajadores –el de los sobrecargos- acaba de asestarle a su patronal, los accionistas del Grupo Posada, dueña de la aerolínea Mexicana de Aviación, empresa para la que laboran los trabajadores aludidos.
Hace falta una gran conciencia y una gran persistencia de lucha para poder derrotar por la vía legal a uno de los grupos rectores del Estado mexicano. Es indudable que la dirigencia sindical, en este caso excepcional, se ubicó en la vereda en la que siempre debieran estar las direcciones sindicales y en la que casi nunca están.
Muchas felicidades, pues, a Ximena y sus compañeros de lucha y de trabajo, además de instarla a que continúe por esta vía de estricta justicia social y a que más que nunca esté atenta a las embestidas de las que será víctima por parte de la patronal y sus cómplices, entre otros, algunos de sus compañeros sindicales.
De manera adicional quisiera expresar una opinión más y para terminar ilustrar lo que hacen “próceres contemporáneos”, como el rector saliente de la UNAM , para ser tan amados y admirados por su “comunidad de intelectuales patriotas”.
La opinión acerca del quehacer se refiere a que el papel de la oposición es, entre otros, el de la lucha reivindicativa a favor de los eternos postergados por el poder de México en todos los frentes de lucha, como el que hoy nos muestra el sindicato de sobrecargos de Mexicana de Aviación.
No se trata de ir a decirle que no a todas las propuestas que mande el ejecutivo a las cámaras de legisladores sino, en ese contexto, a efectuar contrapropuestas y así encender el debate con respecto a las leyes que le hacen falta a la nación mexicana, tanto como de las que debieran eliminarse.
Sólo así cumplirán con su papel de vanguardia del pueblo y le enseñarán a éste, al tiempo que se ganarán su confianza, cuál es el camino a recorrer y bajo la dirección de quiénes.
Gracias por su paciencia, les mando un abrazo y mis mejores deseos:
Dr. Héctor Raúl Planas
