Todo por 25 millones de dólares
Por: Rosario Avilés Opinión
Miercoles 15 de Agosto de 2007 Hora de publicación: 00:51
Dicen que los pilotos y los sobrecargos de Mexicana de Aviación reciben ingresos superiores al promedio del 10 por ciento de la población de mayores recursos del país. Dicen que los trabajadores de esta empresa tienen ingresos “de casi ocho veces superiores” (sic) a los de “pobreza de patrimonio” (resic).
Dicen que los que más ganan (pilotos) reciben 26 veces más que este parámetro y los que menos ganan reciben 4 veces más que este parámetro.
Dicen que esta estimación pone de manifiesto que el nivel de vida de los trabajadores de Mexicana es muy bueno.
Lo que no dicen es que Gastón Azcárraga Tamayo, Ángel Lozada y Juan Gallardo Turlow, dueños de Mexicana de Aviación, forman parte de las 30 familias más ricas del país, cuyos ingresos alcanzan el 7 por ciento del PIB (unos 55,000 millones de dólares), mientras que más del 50 por ciento de los habitantes está por debajo de la línea de pobreza que marca el Banco Mundial.
El ingreso de estos personajes es algo así como 262 veces más que el promedio de los trabajadores.
Y lo que tampoco dicen es que un país que carece de un mercado interno respetable, es decir, aquel en el cual sus trabajadores ganan lo suficiente como para consumir, son los que se pauperizan y dejan de ser competitivos, como ya sabemos que le ocurre a México desde hace años y cada vez peor.
Lejos de pensar que esos magnates debieran quedar en la pobreza, pensamos que muchos más mexicanos deberían acceder a mejores ingresos y que si hoy el 10 por ciento de la población se queda con el 80 por ciento del ingreso, deberíamos tender a una sociedad en que los trabajadores ganaran más, aprovecharan mejor sus conocimientos y se distribuyera mejor la riqueza.
Pero esta aspiración parece ser lo más alejado de la mente de nuestros empresarios y de nuestros políticos panistas, que así muestran ignorar lo que en su momento pensaba el fundador de Acción Nacional, y que hoy violan la ley al ir en contra de la contratación colectiva.
El laudo que dio a conocer la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje adolece de muchos problemas, pero el más grande de todos, sin duda, es que deja a las autoridades del trabajo, encabezadas por Javier Lozano, como los peores funcionarios en la materia que ha tenido el país (y eso que la competencia está durísima).
Y es que, en efecto, se necesita ignorar por completo la legislación laboral como para haber avalado el laudo dado a conocer el pasado 7 de agosto y modificar, como si las autoridades del trabajo tuvieran atribuciones para ello, un contrato colectivo producto de una negociación entre la empresa y uno de sus sindicatos.
Además de que Lozano está avalando la violación al artículo 5° constitucional, que garantiza la libertad de los trabajadores para aceptar las condiciones laborales y la imposibilidad de que el Estado intervenga para menoscabar cualquiera de estas libertades, se nota el desconocimiento absoluto de la Junta y de los funcionarios de la STPS de la misma Ley Federal del Trabajo y en particular del Capítulo VI, de las Tripulaciones Aeronáuticas.
Tan sólo estos dos ordenamientos jurídicos serían suficientes para echar abajo el citado laudo, pero hay muchas más cuestiones que los abogados del sindicato o de los trabajadores en lo particular podrán utilizar para revertir esta resolución.
Algo aún más interesante sería que estas mismas autoridades, tan ágiles para atender a los reclamos del también dueño de Posadas de México, contrastaran las condiciones laborales de las llamadas aerolíneas de bajo costo (en las que tanto abundan en el texto del citado laudo) con las que estipula el Capítulo VI de la Ley Federal del Trabajo, la cual, se supone, estos funcionarios están obligados a defender.
Un dato muy interesante, de los muchos que arrojará en lo futuro el tema del laudo y cuyo efecto todavía tiene mucha cuerda para los meses futuros, es que —de acuerdo a las cifras de la propia empresa troncal— los resultados de operación por rutas, revelan pérdidas operativas de 25 millones de dólares, lo mismo que —casualmente— se les pide a los sobrecargos para paliar las ineficiencias del área administrativa.
Por cierto, algunas de las 28 rutas que pierden son Chicago, Los Ángeles y Buenos Aires. ¿Qué no estará el problema en otra parte? Por ejemplo, en las ventas, cuyos resultados son cada día peores.
Lo oí en 123.45: Dicen que, a pesar de los enormes recortes de gastos que deben hacerse en Mexicana de Aviación, uno de los directores corporativos acaba de contratar a una persona muy relacionada con la transportación de personal. E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx