10 agosto 2007

DE LA CRÓNICA, ROSARIO AVILÉS

Mexicana: los pasos del Titanic


Por: Rosario Avilés | Opinión Viernes 10 de Agosto de 2007 | Hora de publicación: 23:05

Como si fuera una crónica de una colisión anunciada, la directiva de Mexicana de Aviación sigue los pasos del desastre puntualmente: a la salida primero de su director comercial, Sergio Allard, y después de su director general, Emilio Romano (tal como se predijo en este espacio), ahora ha seguido una política errática que amenaza todavía más la estabilidad de la empresa y puede, incluso, poner en riesgo la venta de Aeroméxico. Veamos:


Aunque el día de la “renuncia” de Romano se dijo que su retiro estaba pactado en esa forma desde 18 meses antes, la verdad es que la celeridad de su partida lo sorprendió en primer lugar a él mismo, pues ese mismo día estaba reunido con el equipo comercial para su reestructura y prometió volver terminando la Junta de Consejo. Desde luego, ya no volvió, porque ya no era director de Mexicana.


No obstante, era claro que Romano ya había perdido el control de la empresa, de la que vagamente decía que tendría que ser “la primera línea aérea de Latinoamérica”, siguiendo los pasos de TACA, LAN y COPA (cuando se supone que la primera no sigue a nadie, sino que es seguida por el resto).


Su nuevo director, Manuel Borja Chico, parece tener sólo una línea: No gastar. Como sucede desde hace algunos años en la aviación, la consigna parece ser que sólo hay un ángulo posible, el financiero, y esto porque la industria está pagando el pecado original de haber estado siempre al margen de la rentabilidad. Con la lógica del desarrollo industrial, y de las políticas de fomento que se dieron en casi todo el curso del siglo XX, la aviación, el hijo consentido de la infraestructura, aprendió a crecer cobijada en el Estado.


Para redimirse, los actuales magnates de la aviación consideran que lo central es no gastar y, lo siguiente, continuar recortando gastos. El problema con ello es que se pierde de vista la empresa como tal y se obvian las inversiones que deben hacerse y, sobre todo, se olvidan de algo capital: los ingresos y cómo obtenerlos.


Ahora, una vez que ha salido el laudo de las autoridades del Trabajo, donde se le da la razón a la empresa en su conflicto con sobrecargos y se le pide a este sindicato el ahorro de 25 millones de dólares y modificar sus condiciones laborales, la verdad es que las cosas se han puesto peor en los turbulentos cielos de Mexicana.


Sus pilotos, hartos de esperar que se cumplan las promesas que se hicieron cuando se pactó el convenio de 2006, han roto lances con la empresa y el gremio en pleno amenaza con rebasar a la dirigencia pues se sabe de pilotos que están ya realizando tareas de resistencia civil: apego a manuales, cero ahorro de combustible y nada de cesión a jornadas, etc.


Una de las razones de esta protesta es el comunicado enviado por el director de Operaciones, el ex piloto Félix Sánchez, eliminando todos los pases positivos de las tripulaciones, medida que, además, fue tomada precisamente en la temporada vacacional. Además del fondo, la forma ha molestado mucho a los ex compañeros de Sánchez, de quien, se dice, con cualquier pretexto sigue volando los aviones de Mexicana aunque ya no sea piloto en activo.


Por otro lado, muchas de las cláusulas pactadas en el convenio del año pasado, que tendría una vigencia de cuatro años y se supone ya contemplaba todos los ahorros que la empresa requería para subsistir, están siendo violadas por la administración, de manera que han abierto un frente de batalla que no tenían y que enrarece aún más el clima de la empresa.


Todo ello, dicen los expertos, no sólo golpea a Mexicana, sino que le complica a Andrés Conesa el panorama para la venta de Aeroméxico, puesto que la falta de acuerdos con los sindicatos gremiales espanta a los inversionistas. Hay quien sospecha que eso es exactamente lo que quiere Gastón Azcárraga, ya sea para evitar que algún grupo le haga competencia o para terminar de una vez por todas con la labor de acabarse a las aerolíneas tradicionales y los “molestos” contratos colectivos. Cosas del neoliberalismo. ¿Corregirán el rumbo?


Lo oí en 123.45: El pasado 3 de agosto no sólo fue la víspera del 49 aniversario de la fundación de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores, sino también el cumpleaños número 60 (y por lo tanto su retiro como piloto activo) del capitán Jaime Luis González Navarro, quien fuera secretario general de ASPA. Pocos miembros del gremio con esa lucidez para observar los signos de los tiempos, González Navarro fue un digno heredero de los fundadores de ASPA, en particular de Don Paco Tarazona, trazador de rumbos. Todo nuestro reconocimiento y cariño desde este espacio.

E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx