La hipocresía
sindical, ¿otra forma de violencia?
Todos hemos visto en las
últimas horas cómo en diferentes coordenadas de nuestro país, y del mundo
entero, el combate a la violencia contra la mujer es el gran tema. Si bien es
cierto las manifestaciones en el contexto del Día Internacional de la Mujer llevan
más de 100 años en nuestro país, también lo es que nunca antes había tenido
tanta resonancia, pues las protestas nunca habían sido tan virales, ni tan
virulentas. La segunda característica es la que, desde mi punto de vista, ha
orillado a muchos actores políticos y factores reales de poder a manifestarse a
favor de la lucha feminista. No porque quieran y busquen un verdadero cambio,
sino porque no apoyar la causa es políticamente incorrecto, y una ventana
enorme por la que se asomarían miles de dedos flamígeros dispuestos a señalar.
Por supuesto los sindicatos
están en esta lista, y sin que sea sorpresa para ninguno de mis fieles
lectores, la Asociación Sindical del Sobrecargos de Aviación de México (ASSA)
se ha trepado en esta ola mediática, dándole forma a un tipo de violencia tan
lesiva para la mujer, como cualquier otra. Me refiero a la hipocresía sindical.
Y es que no encuentro otra
forma de llamarle al acto abyecto y contradictorio de su Secretario General, Ricardo
Del Valle, que por un lado anuncia con bombo y platillo que el sindicato que
comanda “se suma al movimiento feminista” y tras bambalinas es capaz de asestar
golpes bajos contra sus agremiados, que en su mayoría son mujeres.
Pero no me crean a mí.
Revisemos la entrevista que nos dio una compañera sobrecargo, mujer en toda la
extensión de la palabra, empoderada y sin miedo. Mujer de mediana edad, aunque
en realidad no se le notan los años, se ve mucho más joven; de amplia sonrisa,
tez blanca, cabello negro ensortijado, voz potente, como buena norteña que es,
grandota, que cuando la tienes cerca impone con su presencia.
Entrevistadora: ¿Cómo te
llamas?
G.F.: Gabriela Isabel Fraustro
González
E: ¿Cuántos años tienes?
G.F.: Tengo 52 dos años
E: ¿Tienes hijos?
G.F.: Sí, tengo dos, soy madre
de uno de 23 años y una de 8 años.
E: ¿De dónde eres?
G.F.: De Monterrey, norteña
E: ¿Cuándo entraste a
Aeroméxico?
G.F.: Yo entré a Aeroméxico a
capacitación en abril de 1991, originalmente iba a entrar a Mexicana (Compañía
Mexicana de Aviación), hubo un problema con los instructores, y nos movieron
dos semanas más. En ese inter hubo una contratación masiva, la primera masiva
de Aeroméxico de 1991 y en ese grupo quedo yo, entro a finales de abril, mayo y
en junio de ese año entro a mi mes de prueba ya volando y el 17 de junio firmo
ya mi planta con Aeroméxico.
E: ¿Cómo ha sido tu
trayectoria en la aerolínea?
G.F.: Pues en Aeroméxico me ha
pasado de todo (se ríe, dejando ver su amplia sonrisa, entornando la mirada),
he sido una sobrecargo muy conocida, siempre desde que entré, por diversas
razones, una porque era de Monterrey, y otra porque era la de las piernas
bonitas, porque además tenía un carácter muy fuerte, me ha pasado todo estando
en la línea, soy una persona que tiene una manera de pensar muy fría y muy
firme y eso no ha gustado a la planta de sobrecargos, siempre me he manifestado
en contra de la mentira, de la deshonestidad, del abuso y eso me generó muchos
problemas pero con el sindicato.
E: ¿Cómo fue tu relación con
la empresa?
G.F.: Con la empresa siempre
he tenido una buena relación, porque siempre me he mantenido bajo el respeto de
lo que es mi contrato, jamás he abusado, soy una sobrecargo que en sus 20 y
tantos años volando, efectivos, no tengo ninguna falta, mis incapacidades deben
ser a lo mucho 8, algunas de accidente de trabajo, y dos por embarazo. He sido
muy muy responsable como sobrecargo, de acuerdo a lo que es la profesión, que
lo primero es la seguridad. He tenido altas y bajas, generalmente mi problema,
o con quien me confronto, es con los líderes sindicales.
E: ¿Cómo fue tu relación con
el sindicato de sobrecargos? (Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de
México, A.S.S.A.)
G.F.: Nunca he apoyado a uno,
nunca he estado de acuerdo en la manera en la que se conducen hacia el gremio,
entonces, eso me ha generado problemas. Estando como sobrecargo, en diciembre
del 2000 para ser exactos, me rescindió el contrato Aeroméxico por orden sindical, estaba Alejandra Barrales
en aquel tiempo como representante y teníamos varias diferencias, ella quería
que formara parte de su equipo, a lo cual me negué, le expresé que yo no era
como ella, que yo me negaba a seguir instrucciones si no estaba de acuerdo, y a
partir de ese momento ella me declara la guerra, no me lo dice abiertamente,
pero en la primera oportunidad que hubo, en el famosísimo “Caso Lima” me lo
demuestra.
E: ¿Qué pasó en el Caso Lima?
G.F.: Se demoró el vuelo,
porque en plena carrera de despegue, tronó una turbina, nos regresamos a la
plataforma, nos bajan a todos del avión, pasan tres horas, esa jornada ya
violaba el contrato colectivo de trabajo, era una asignación de 15 horas,
cuando la máxima era de 12, y sólo en caso de demora, te podías extender,
perdemos tres horas porque no hay equipo para poder continuar a Lima, y de ahí
llamo al sindicato, para informarles que ya no
daba la jornada de vuelo, que tendrían que sacar la reserva, y
curiosamente en ese tiempo estaba Alejandra Barrales como Secretaria General y
Ricardo Del Valle como Secretario de Conflictos, y bueno, al final de cuentas
yo decido no irme, tres de mis compañeras me siguen, y las otras tres deciden
quedarse en el avión, éramos 7 de tripulación, en el momento que yo decido
quedarme, porque el sindicato así me lo manifiesta, Ricardo Del Valle me dice que
efectivamente, nos podemos quedar y que deben de sacar a la reserva, me regreso
al área de firmas y ¡oh sorpresa!, a los dos días tengo rescisión de contrato.
E: ¿Cómo fue que te rescinden
el contrato?
G.F.: Una rescisión de
contrato solicitada por ASSA de México, no es que me hayan corrido o nos hayan
corrido a las 4 que nos quedamos, por haber atentado contra la empresa, para
empezar, tripulaciones no tenía una reserva de 7 personas para sacar el vuelo,
pero la otra era que estaba Gabriela Fraustro entre las sobrecargos que
decidieron bajarse de vuelo, entonces el sindicato solicita a la empresa que
nos corran y pasamos 3 años 8 meses sin volar, en una demanda, que llevaba el
Lic. Mateo Cruz.
E: ¿Cuál fue tu experiencia
con esa demanda?
G.F.: La demanda tenía muy
poco avance, no se le daba la importancia en el sindicato para que se
solucionara, en esa época estaba también en el sindicato como Secretario de
Trabajo, Sergio Loza, sobrecargo de Mexicana de Aviación y “contra” de
Alejandra Barrales, y es él quien en apoyo a nosotros solicita la ayuda
sindical por haber tenido el valor de defender el contrato colectivo de
trabajo, entonces se nos dio una ayuda sindical de todos los sobrecargos
agremiados a la ASSA, como lo eran Aeroméxico, Mexicana y Aeromar, era un
descuento de 10 pesos a la quincena, para pagar el salario de las 4 sobrecargos
que en ese momento estábamos sin empleo por haber defendido el contrato.
E: ¿Cómo se portó en aquel
entonces contigo Ricardo Del Valle, quien fungía como Secretario de Conflictos?
G.F.: Siempre estuve presente,
a pesar de vivir en Monterrey, siempre acudí a todas las asambleas, yo nunca
estuve de acuerdo en la ayuda, porque parecía alentar la solución, que era
regresar a trabajar. Me llamaba mucho la atención, que Ricardo Del Valle
siempre era el primero en votar en contra de ayudarnos y alguna vez se lo
manifesté.
E: ¿Cómo fue que regresaste a
volar?
G.F.: El caso es que sale
Ricardo Del Valle de Conflictos y sale Alejandra Barrales de la Secretaría
General y nos llama la empresa a los corridos y nos dice la empresa, “bueno,
pues ya se fueron este par, ¿cómo ves si ya regresas y te desistes de la
demanda y bye?”, regreso a finales de mayo de 2004, me desisto yo de la demanda
y me desisto de los salarios caídos,
nunca Aeroméxico me pagó los salarios caídos, porque yo lo que dije es yo quiero
trabajar, quiero recuperar el tiempo perdido, ya regreso con adiestramiento y
todo en agosto de 2004.
E: ¿Qué pasó después de que
regresaste?
G.F.: A partir de mi reingreso
todo muy bien con la empresa, nunca me puso ningún cuatro, mi relación con
Aeroméxico, siempre ha sido buena, pero en 2009 me lanzo como candidata a la presidencia
de la Delegación de mi empresa, es un cargo que siempre había deseado, yo dije,
ya tengo tantos años en la empresa, yo creo que ya estoy preparada, conozco mi
contrato y puedo apoyar a mis compañeros.
E: ¿Cómo fue tu experiencia
como presidente de la Delegación de Aeroméxico?
G.F.: Bueno, lo que a mí me
dio el gane, era el haberme defendido en el caso Lima, el no acceder a lo que
pedía el sindicato, y la gente lo percibía, a pesar de no ser muy querida por
la base, porque tengo un carácter muy firme, muy fuerte. Tomo mi cargo, y me
toca iniciar mi gestión estando Lizette Clavel como Secretaria General, que
tampoco estaba muy de acuerdo con su política, pero bueno, me tocó trabajar con
ella, y para mí fue muy satisfactorio ser presidenta de la delegación; me
permitió conocer más a mi base, pude tener contacto con ellos, yo voy a hacer
en la delegación, todo aquello que yo he solicitado y nunca nadie me dio una
respuesta, nunca nadie me ha respondido el teléfono, nunca nadie me ha devuelto
la llamada, que nunca nadie ha tenido el tiempo para escucharme, entonces mi
política fue el tener mi oficina de puertas abiertas y atender a mis compañeros
las 24 horas del día los 365 días del año, porque así es como trabajamos los
sobrecargos. Tuve muchas satisfacciones, siempre estuve muy accesible, tenía
incluso el teléfono debajo de la almohada. Después viene lo de la quiebra de
Mexicana, posteriormente sale Lizette Clavel y entra como Secretario General,
en 2011, Ricardo Del Valle.
E: ¿Cómo te fue en tu gestión,
bajo la dirección de Ricardo Del Valle?
G.F.: En 2011 se lanza Ricardo
Del Valle como candidato a Secretario General y gana, yo apoyaba a otro
candidato, gana y su actitud conmigo fue de quererme manipular y decirme que
hacer en la delegación, sin embargo yo siempre le dije que no. Me pedía que
modificara roles, me intentaba pasar listas con nombres de los vuelos que
cambiar y yo siempre le dije que no, que el trabajo de la delegación no era
poner y quitar vuelos, sino la equidad en los roles, sin beneficiar a nadie, yo
nunca veía los nombres cuando revisaba los roles, sólo veía el número de
empleado y siempre me negué a sus peticiones. En ese momento, junto conmigo
estaban en la delegación Marcelina
Aceves Nuño, vocal y Gonzalo Leal Torres como secretario; Gonzalo dejó
de asistir al sindicato y Marcelina como que accedió a las peticiones de
Ricardo.
E: ¿Te bloqueó Ricardo Del
Valle en tu trabajo sindical?
G.F.: Al ver que no accedía a
sus peticiones, intenta meterse a mi cartera, bloqueándome con Aeroméxico,
solicitándole al director de relaciones laborales, de tripulaciones, me di
cuenta del bloqueó, porque siempre busqué que mis compañeros no se ausentaran,
bajar el ausentismo. Yo les pedía que me llenaran un formato para solicitarme,
ya sea vacaciones, intocables, y que me dijeran los motivos del cambio, y todo
lo dejaba por escrito. En ese aspecto la empresa, siempre dejaba yo todo por
escrito en las minutas, las solicitudes que yo les hacía, no tenía ningún
problema con ellos. Era darle la facilidad a los compañeros. Siempre estuve
dispuesta a ayudar y dar soluciones. El arma más poderosa de Ricardo era que yo
dejara de dar resultados en la delegación, por eso fue que me bloqueó con la
empresa.
E: ¿Qué hiciste ante el
bloqueo de Ricardo Del Valle?
G.F.: Cuando la empresa dejó
de responder mis correos, utilicé otras herramientas, empecé a darles los
correos a los compañeros, para que de manera directa hicieran sus peticiones, y
yo sabía que ellos iban a entender que era yo la que lo estaba solicitando. Al darse
cuenta de esto en el sindicato, a mi me mandan a volar y pusieron al compañero
Gustavo Osorio, ellos eran los que llevaban la información a la empresa de
acuerdo a lo que a Ricardo le convenía.
E: ¿Qué sucede cuando regresas
a volar a la línea?
G.F.: Pues termina mi gestión
y el último día de esta fui al sindicato a recoger mis cosas y pues no le
entregué la cartera a nadie, porque no fueron. Eso fue el 31 de enero de 2013,
hasta el 7 de abril del 2014, siempre me ponían situaciones en las que me querían
afectar, un ejemplo es que me pusieron vacaciones que no me correspondían, así
que llamé tanto a la empresa como al sindicato y nadie me respondía, la idea
era que yo faltara 4 días seguidos y me pudieran correr, a mi me daba risa,
porque al haber sido presidente de la delegación, yo me sabía perfectamente mi
contrato. Lo último fue un vuelo Montreal-México.
E: ¿Qué sucede en ese vuelo
Montreal-México?
G.F.: A finales de marzo del
2014, me asignan un vuelo a Montreal, al día siguiente, para regresar a México,
veo que en el vuelo vienen dos representantes sindicales uniformadas, que
viajarán de pasajero, y en ese momento le externé a mi tripulación “ojo, estas
personas vienen a afectarme”, todavía un compañero se burla diciendo “crees que
toda la aviación tiene puestos los ojos en ti”. Yo me preparé, saqué
fotografías, me bajé la lista de pasajeros, porque el capitán les dio upgrade a
clase Premier, lo cual está prohibido, durante todo el vuelo, ellas se sentaron
en las filas 2A y 2B, cuando en realidad estaban documentadas para ir en la
fila 16C y 16D. Yo nunca les dirigí la palabra, más que para el buenos días,
bienvenidas, hasta luego. Sin embargo, llego a México, firmo mi llegada, al día
siguiente me iba ir a Sao Paulo, regreso de Sao Paulo, y al firmar mi llegada,
recibo un aviso, donde se me informa que el día 7 de abril tengo que presentarme a las 4 de la tarde en
Relaciones Laborales por un problema en el vuelo Montreal-México, evidentemente
yo sabía de qué se trataba, me habla la Tesorera del Sindicato el lunes en la
mañana, porque le llamaron de la empresa, para preguntar por los adeudos que
tengas, le expliqué que tenía un citatorio a las 4 de la tarde, pero si los
están pidiendo, es porque me van a correr, pero no pasó nada en el vuelo.
E: ¿Qué postura tomó el
sindicato para tu defensa?
G.F.: Llegué a Relaciones
Laborales el día 7 de abril de 2014, y le solicité a la representante sindical
Eréndira Jiménez Muñoz, Secretaria de Relaciones, le pregunté por qué estaba
siendo citada, si en los vuelos no había pasado nada. Ella me dijo que no
sabía, a lo que le respondí “¿cómo te presentas a defender a un sobrecargo y no
sabes el motivo?, y volvió a asegurar que no sabía cuál era la razón del
citatorio, que ella no sabía nada.
E: ¿Qué sucedió durante el
citatorio?
G.F.: Entramos a la oficina, y
estaba el Lic. Velasco, el Lic. Arturo Rojas y el Lic. Wickap que era como
testigo, otra persona que no recuerdo, la representante sindical y yo. Me dijo
el Lic. Velasco porque la empresa ya no quiere una relación contigo, así que me
río y le pregunto, quien la solicitó mi despido. El Lic. Velasco afirma que
tiene un reporte de una agresión a pasajeros en el vuelo de Montreal a México,
le pedí el nombre de los pasajeros y me dijo que era información confidencial,
a lo que respondí, no señor, no es información confidencial, ustedes me tienen
que decir que pasó y a quienes. Tenemos dos reportes de pasajeros, el Lic.
Rojas me da los nombres y sale el de Paola Ponce (habrá que apuntar que es la
actual novia del Secretario General Ricardo Del Valle) y Silvia Vega, ambas
representantes sindicales. Que estaban documentadas en la fila 16C y D y el
capitán les dio un upgrade a Premier 2A y B. Yo solo traía dos pasajeros de
clase Premier y estaban en la fila 4, dos pasajeros canadienses, y les informé
que en esa fila, la 2, no había nadie, que si no sabían que dar ascensos está
prohibido. Ellos insistían que eran pasajeros, y al ver los nombres me río,
como es posible que representantes sindicales reporten a un agremiado, al grado
de pedir que lo corran. Solicité que levantaran en acta administrativa, y me
dijeron que no era necesario, que devolviera el gafete, a lo cual me negué y la
representante sindical Eréndira, en un acto de bondad, me dice que ASSA ya
evaluó mi tema y que no hay de otra, Que ahí estaba mi retiro, mismo que no
solicité. En eso me volteo y le digo al Lic. Velasco “¿de verdad ustedes me
creen tan estúpida para no saber que esto lo pidió Ricardo Del Valle?”
E: ¿Puedes afirmar que quien
solicitó que te corrieran de la empresa, fue Ricardo Del Valle?
G.F.: Sí, desde hace tiempo me
habían estado poniendo cuatros, porque me negué a los caprichos de Ricardo,
porque hasta el día de hoy no me han podido encontrar un solo abuso, dentro de
mi trabajo o algo que haya hecho algo mal, esto es porque me negué a cooperar
con él. Este es un caso político. Ya lo habían hecho en 2000, y que el camino a
Conciliación me lo sé muy bien.
E: ¿Qué pasó después del
citatorio?
G.F.: El 7 de abril del 2014,
fue mi último día de trabajo, y a la fecha sigo demandando, gané mi demanda en
el 2017, el laudo a mi favor, la empresa jamás manifiesta que yo haya cometido
un error, o que se haya levantado un reporte en un vuelo, o que yo haya
agredido a alguien.
E: ¿Cuál es el argumento de la
empresa en tu demanda?
G.F.: En la demanda la empresa
dice que Gabriela manifestó que ya no quería laborar por las exigencias de la
empresa. En el 2018 me pagan mis salarios caídos y se me informa que no podré
ser recontratada aunque haya ganado, mientras Ricardo Del Valle sea Secretario
General de ASSA de México.
E: ¿Volviste a demandar?
G.F.: Así es, lamentablemente,
Ricardo Del Valle al día de hoy sigue como Secretario General, por lo que tuve
que volver a demandar, ahorita estamos en la fase del desahogo de pruebas, las
demandas son muy lentas, no sé lo que va a suceder cuando otra vez, salga el
laudo a mi favor, porque francamente, no hay nada de que se me acuse, porque la
empresa no me acusa de nada, esto es más bien un pago de favores a ASSA de
México.
E: ¿Qué sigue para ti, después
de las demandas y de ya no volar?
G.F.: La mejor decisión que
pude haber tomado en mi vida, fue la de ser sobrecargo, pero yo no estoy
limitada a trabajar en un avión, afuera hay un mundo de posibilidades,
actualmente soy instructor en una escuela de sobrecargos, anteriormente estuve como
administradora en una escuela de aviación, sólo que ahora no tengo las
prestaciones con las que yo contaba en la aviación para vivir con mi familia.
E: ¿Qué perdiste, además del
trabajo?
G.F.: Durante este tiempo que
he estado corrida, perdí mi casa, tuve que venderla y quedarme con un poco de
lo que había invertido, me quedé sin la casa que era el patrimonio de mis hijos
(sus ojos se llenan de lágrimas, mientas se le quiebra la voz), bendito Dios,
no pago renta, pero sí fue un golpe muy fuerte el perder mi casa, el saber que
no podía pagarle la universidad a mi hijo, el que mi hija iba entrar a la
primaria y no la podía pagar, porque además, el papá es sobrecargo de Mexicana
y no encontraba empleo; para mi fueron tiempos muy difíciles pero yo nunca
perdí el ánimo de salir adelante.
E: ¿Qué piensas hacer al ganar
tu demanda?
G.F.: Yo tengo que regresar,
porque el momento para entrar a Aeroméxico lo decidí yo, y el momento en que me
tenga que ir, lo decido yo, no Ricardo Del Valle. El día que yo me vaya de
Aeroméxico, quiero guardar mi uniforme (se le llenan nuevamente, los ojos de
lágrimas), perdón pero me gana de pronto la emoción, quiero guardar mi uniforme
y mi IPad e irlo a entregar, y firmar mi salida tan feliz, como el día que
firmé mi contrato. Han pasado ya seis años, pero quiero regresar, con la cara
en alto, como lo hice en 2004.
E: ¿Qué opinión tengo de la
representación sindical actual?
G.F.: Creo que es como el clan Trevi/Andrade, donde
hay una cabeza que con miedo gobierna, manipula. Desgraciadamente la mayoría de
las acciones que se llevan a cabo en ASSA no las ejecuta Ricardo, él envía a
los representantes a hacer el trabajo sucio, así el queda con las manos
limpias, el día que se le quiera señalar algo en realidad a quien se le
señalara es a cualquier representante menos a él. Estas personas tienen un interior pobre, ellos
se ven como los "elegidos" pero no por el gremio sino por Ricardo, se
caracterizan por tener una autoestima baja y perdida, carecen de dignidad,
pensamiento propio, es gente que no sabe defenderse si no se cobija bajo el
abrigo de Ricardo, ellos aceptan ser los tontos mientras Ricardo es el héroe,
desde ahí te das cuenta de su pobreza, ellos aceptan no ser nada y dispuestos a
hacer lo que él diga para figurar en el medio, en la mediocridad, en el
conformismo, en el abuso y el beneficio personal, porque ellos están ganando
mucho más que la planta, es el equipo perfecto y así justamente era Barrales, Ricardo
hace lo mismo. Siento una enorme tristeza por el gremio, tenemos la profesión más
libre del mundo y ellos aceptaron dejar de ser libres al expresarse, dejaron de
sentirse libres, dejaron de opinar, de pensar en lo que querían, dejaron de
disfrutar la volada por conservar su trabajo porque si hablan y expresan lo que
sientes les pasara lo que a Fraustro.
Tras agradecer la entrevista,
me retiro con dos ideas muy claras en la cabeza: por un lado celebro que
existan mujeres como Gaby Fraustro, inteligente siempre y tozuda cuando es
necesario. Convencida de que con la ley en la mano puede exigir y hacer valer
sus derechos. Con batallas legales ganadas, y sin que cruce su cabeza la idea
de darse por vencida. Sin duda un caso a destacarse este Día Internacional de
la Mujer.
En el lado opuesto, pienso que
la hipocresía sindical hace tanto daño, como la violencia en sí misma. De nada
le sirve al líder gremial enarbolar estandartes feministas, cuando los hechos
hablan por sí mismos.
Ximena Garmendia
8 de marzo 2020