06 julio 2016

Campal en Aeroméxico

Campal en Aeroméxico

Ahora resulta que no es solo la empresa como tal sino sus compañeros quienes están en guerra contra los pilotos de Aeroméxico. De hecho, los culpan de que la compañía aérea esté en un paréntesis de seis meses en materia de contrataciones, promociones y nuevos proyectos, porlo que califican de “insensatas pretensiones”
A raíz de la columna del martes pasado (“Guerra de Aeroméxico a pilotos”), recibimos una carta por parte de un empleado medio que solicitó no hacer público su nombre, en cuyo marco s desgranan calificativos despectivos para los hombres al timón de las naves.

La retahíla no los baja de malditos, caprichudos, abusivos, berrinchudos, parásitos, insensibles… colocándose la etiqueta de traidores a quienes los solapan.

“Quiero aclararte, de manera muy tajante, que los pilotos viven una situación salarial muy buena y beneficiosa, dada la situación de la empresa.

“Antes de haber escrito lo que escribiste, te debiste haber puesto a pensar en la diferencia entre los 14 mil empleados que tiene Grupo Aeroméxico versus los pilotos.

“Seguramente no tienes idea de cuánto gana un empleado, pero te lo esclarezco. Un analista en el corporativo de Reforma en un área clave como Estrategia de Ingresos Internacionales gana entre
12 y 16 mil pesos mensuales brutos, que con los descuentos de ley y otras deducciones quedan
en cinco mil pesos netos a la quincena.

“Le siguen en el escalafón coordinadores que perciben entre 18 y 22 mil pesos, luego jefes de área con sueldos de 25 a 30 mil; más allá los gerentes con 38 a 50 mil. Después los subdirectores, entre 60 y 80 mil”.

En la nómina están directores y directivos estratégicos para llegar al director general, Andrés
Conesa, en cuyo caso el remitido desconoce cuánto ganan.

 “Ahora te voy a decir cuánto percibe un piloto del contrato B que acaba de empezar, que trabaja menos horas y que es forrado de dinero y de viáticos. Empieza obteniendo 40 mil pesos netos volando aviones pequeños, adquiriendo la experiencia mínima necesaria para trabajar en el corporativo.

“Los malditos pilotos se tiran al piso diciendo que ganan poco y que la empresa los trata mal, pero no es cierto, ganan mucho para el trabajo que hacen. Su sueldo equivale al de subdirectores que llevan 10 años en la empresa, aunque no sean una décima de responsables y dedicados que éstos”.

De acuerdo al redactor anónimo, la empresa no sólo ha sido afectada por el tipo de cambio y el precio del petróleo, “sino por las ridículas exigencias y represalias de la Asociación Sindical de
Pilotos Aviadores”. A ésta se le califica de roja y abusiva, señalando que solapa a borrachos o a quienes llegan a aterrizar en un aeropuerto equivocado, como sucedió en Monterrey.

Los empleados de confianza están sumamente mal pagados gracias al enorme pasivo laboral que representan unos cuantos privilegiados llamados pilotos del ASPA (sic).

No hay negociaciones salariales para nosotros; los bonos son una burla, las prestaciones son limitadas, todo para que los ingresos de la empresa pueden satisfacer a unos cuantos caprichosos, abusivos, berrinchudos, insensibles con la situación de sus compañeros.

Yo sí estoy haciendo una guerra personal contra esos malditos parásitos, y mi meta es que todos en la empresa tengamos el mismo sentimiento de odio, repulsión y apatía Deberían trabajar un mes como nosotros para ver si siguen queriendo renegociar su contrato B”.

Y el clímax: “Estaría dispuesto a que quebrara Aeroméxico para poner en su lugar a esos malditos”.


Hace unos días el presidente Enrique Peña Nieto aludía al mal humor social.