06 julio 2016

Hermanos Azcárraga compactan Posadas, pero duplican su valor

Hermanos Azcárraga compactan Posadas,
pero duplican su valor

El grupo pasó de ser propietario de hoteles Fiesta Americana, a operador, estrategia que le ha valido que entre 2013 y 2016 casi haya duplicado su valor en la BMV. 
Everardo Martínez
 05.07.2016 Última actualización04:55 AM
Grupo Posadas
Zapatero a tus zapatos. Para el crecimiento de una empresa no es indispensable ser dueño de los activos fijos, los hermanos Pablo y José Carlos Azcárraga, accionistas mayoritarios de Grupo Posadas,lo entendieron así y vendieron un porcentaje importante de los hoteles propiedad de la firma para enfocarse a la administración de los hoteles de terceros, pero bajo sus marcas.

La estrategia les dio frutos. Desde el año pasado, la empresa ‘hospeda’ resultados y expectativas fuertes que le han valido el reconocimiento de los inversionistas, ya que entre julio de 2013 y el mismo mes de 2016 casi ha duplicado su valor en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). El market cap pasó de 11 mil 551 millones de pesos, a 22 mil 612 millones en ese periodo, un aumento de 96 por ciento, de acuerdo con datos de Bloomberg.

El camino para llegar a esto no fue fácil. Con la venta de sus hoteles Caesar Park y Caesar Business en Sudamérica y otros 15 en México,los hermanos Azcárraga bajaron en más de 40 por ciento los pasivos con costo del grupo, que en su momento alcanzaron más de 650 millones de dólares, y emprendieron una agresiva estrategia de crecimiento como operadores de hoteles de terceros, aportando sus marcas, y apostando menos a ser propietarios de los inmuebles.

“En tres años, la compañía maniobró para disminuir su participación como dueña de hoteles y se enfocó más en la operación”, explicó Armando Rodríguez, analista de Signum Research.

Además, invirtió más de 2 mil millones de pesos en la renovación de sus hoteles Fiesta Americana, Fiesta Inn, Grand Fiesta Americana, Live Aqua y de otras marcas.

“La estrategia de Grupo Posadas de dejar de ser propietario de hoteles, a ser el operador, le ha llevado a dar un giro de 180 grados a sus finanzas y ahora es el gigante hotelero mexicano con un crecimiento estable”, comentó Rodríguez.

Mientras que en 2011, era propietario del 35 por ciento de los cuartos que manejaba, al cierre de 2015 ya sólo poseía alrededor del 12 por ciento, según datos de la propia compañía. Esto le permitió mejorar su estructura de capital y acelerar sus contratos con terceros para operar hoteles.

A marzo de 2016, la empresa había firmado acuerdos para administrar 36 nuevos hoteles de sus marcas, que implicarán inversiones por 500 millones de dólares. Posadas sólo aportará 23 por ciento y el 77 por ciento restante provendrá de inversionistas independientes. Los nuevos hoteles le permitirán expandir 23 por ciento su oferta de cuartos.

Fibra Hotel es dueña de 49 hoteles que opera Grupo Posadas, de un total de 142 que administra y se espera que ese número aumente hacia adelante, reveló en su reporte anual de 2015.

“Los dos modelos de negocios se encontraron, uno que prefiere mantener activos patrimoniales y otro que busca el flujo de efectivo por la operación. Para Posadas esto significó reducción de costos que se carga a las propiedades”, señaló Francisco Madrid, director de la facultad de Turismo de la Universidad Anáhuac.

“Hemos transformado Posadas, crear nuestro piso, lo hemos logrado, pero apenas estamos viendo la punta del iceberg, hay mucho potencial”, dijo Pablo Azcárraga, CEO de la firma, en entrevista previa.

LAS DEUDAS DE GASTÓN
Bajo la administración de Gastón, el mayor de los hermanos Azcárraga Andrade, Grupo Posadas registró su mayor nivel de deuda al menos desde 2008, al llegar a 650 millones de dólares.

Al cierre de 2011, el nivel de apalancamiento de la operadora de hoteles de marcas como Fiesta Americana y Fiesta Inn, medido por deuda neta a EBITDA, fue de 6.7 veces.

Esto coincidió con lo que sucedía en el sector turismo en todo México, industria que se vio afectada por una etapa difícil, ante la percepción de inseguridad en el país, un efecto inhibidor de los viajes, la epidemia de influenza AH1N1, y los efectos de la crisis económica de 2008.

Además de dirigir Posadas, Gastón era presidente de Mexicana de Aviación, que reconoció una deuda de 13 mil 600 millones de pesos. El problema degradó en que una de las aerolíneas más emblemáticas del país tuvo que entrar a concurso mercantil y dejó de operar.

Luego de acusaciones de malos manejos en la aerolínea, Gastón renunció a su cargo en el grupo hotelero más grande de Latinoamérica, el 11 de noviembre de 2011.

Dos años más adelante, Posadas, ya encabezada por José Carlos Azcárraga, anunció que Gastón, quien se exilió en Estados Unidos, había vendido su participación accionaria.

En 2015 Posadas registró 6 mil 901 millones de pesos en ventas, 4.2 por ciento menos que en 2011, sin embargo, su flujo operativo aumentó 43.7 por ciento.