19 abril 2016

El aeropuerto

El aeropuerto

Sixto Duarte | Martes 19 Abril 2016 | 00:00:00 hrs

El Ayuntamiento aprobó en días recientes el nuevo reglamento de estacionamientos. Hasta hoy, los sujetos obligados han acatado la disposición municipal. El problema surge con Grupo Aeroportuario Centro-Norte, u OMA, un híbrido de participación público-privada-extranjera que cree que puede estar por encima de la ley. OMA es una empresa que cotiza en Bolsa, con una composición accionaria que incluso integra a empresas extranjeras tales como “Aéroports de Paris”, la administradora de los aeropuertos Charles de Gaulle y Orly. Como toda empresa, su objetivo es lucrar y entregar buenos dividendos a sus accionistas. Hasta aquí no hay problema. El asunto se vuelve complejo cuando esta empresa, que manda dividendos a sus accionistas en México y en el extranjero, argumenta ser el Gobierno federal para los efectos del servicio que presta. Como la aviación y la administración aeroportuaria son servicios públicos concesionados, argumentan ser la Federación y por tanto estar exentos del cumplimiento de obligaciones tales como el pago del predial o acatar las disposiciones en materia de desarrollo urbano (tales como el referido reglamento) porque es “zona federal”. El artículo 41 de la Ley de Aeropuertos es claro en reiterar la obligación de dichos concesionarios de cumplir con la normatividad de desarrollo urbano municipal. No pagan predial, toda vez que “es zona federal”, probablemente vendan alcohol en el interior desde temprano (violando la legislación chihuahuense) toda vez que “es zona federal”. No se hable de licencias de funcionamiento. El problema aquí es la ignorancia de lo que el federalismo es en realidad. El federalismo es una cuestión de competencias, más que una cuestión de jerarquías, e incluso más que una cuestión de exclusividad de territorio. Autoridad federal y local tienen competencia sobre un mismo territorio. El hecho de que en una zona se cumpla con un servicio federal, no implica que el Estado y el Municipio dejen de existir. No sé cómo el aeropuerto satisface sus necesidades de agua potable; yo supongo que deben tener un pozo al interior con una concesión otorgada por Conagua, toda vez que, como es “zona federal”, pues la JMAS no tendría nada que hacer ahí. También supongo que las luminarias que están al exterior deben ser propiedad de la CFE o de SCT y no del Municipio, pues es “zona federal” como para que el Municipio provea el servicio de alumbrado que tiene obligación constitucional de prestar. Si tomamos como referencia a los vecinos del norte, en un aeropuerto convergen distintas autoridades, cada una en su ámbito de competencia. La revisión de pasajeros compete a una dependencia federal, TSA, quien tiene la competencia para llevar a cabo dichos actos. En el interior hay policías del condado o de la ciudad, pues el aeropuerto está al interior de un condado o de una ciudad. También hay injerencia del Estado en su ámbito de competencia, siempre y cuando no sea materia federal. Entonces, ¿Por qué en México entendemos el federalismo como un asunto de exclusividad territorial? Esa “exclusividad territorial” me parece un concepto más vinculado a los animales, a la etología, y a la defensa de su territorio por una determinada especie, que a un país que se precia de ser un país de leyes donde existe el federalismo.

El propio 115 constitucional establece que los predios propiedad de la Federación no serán objeto de determinadas obligaciones (predial por ejemplo) siempre y cuando sea la Federación la que preste un servicio. Estoy de acuerdo que el Municipio no puede regular las pistas de aterrizaje, la torre de control, entre otras actividades de carácter federal. Pero el comercio que se ejerce, tal como los locales comerciales e incluso el estacionamiento están sujetos al orden municipal. No existe disposición constitucional que reserve para la Federación la prestación del servicio de estacionamiento. Hasta hace algunas semanas, el estacionamiento del aeropuerto tomaba el dólar a 13 pesos. ¿No es esto abuso?