De Fondos a Fondo
La Federación de Sindicatos del Sector Aéreo que encabeza el líder sindical de los Sobrecargos de Aeroméxico, Ricardo del Valle, realmente esperan que en la última ronda de negociaciones establecida esta semana para la firma del Memorandum of Understanding (MOU) con el Administrador de la FAA del Departamento de Transporte, Michael Huerta y, la DGAC que ahora encabeza Gilberto López Meyer, se solicite a Estados Unidos el Antitrust Inmunity, pues aunque técnicamente no se considera en el cuerpo del Tratado entre los 2 países, cuando hay voluntad se manda una carta anexa entre los “gobiernos” en la que se solicita considerar el Antitrust Inmunity (ATI). Esa es la carta que el gobierno mexicano no ha mandado, y que inquieta fuertemente a los sindicatos organizados de Aeroméxico.
Por lo que sabemos, los negociadores de la DGAC que encabezó en su momento Alejandro Argudín, no consideraron que fuera el “momento adecuado” para negociarlo durante la revisión del Tratado, pero de acuerdo a los antecedentes, el ATI lo solicita el gobierno de forma independiente y, después las aerolíneas que quieran solicitarlo, darían aviso de la alianza a las autoridades de aviación y competencia de cada país que tendrían la obligación —por el acuerdo— de considerar el ATI como lo hizo Japón o Colombia, por citar los más recientes.
El convenio hasta ahora, sólo elimina restricciones para otorgar la 3ª, 4ª y 5ª Libertad Aérea, a las aerolíneas de México y Estados Unidos, para cualquier ciudad que soliciten, sin que haya pares o un número limitado de aerolíneas (usualmente dos cubriendo la ruta).
Para Volaris de Enrique Beltranena, Interjet de Miguel Alemán, VivAerobús deRoberto Alcántara y Aeromar de Fernando Flores, abre la posibilidad de solicitar rutas en Estados Unidos que hoy son servidas en exclusiva por Aeroméxico de Andrés Conesa o alguna de ellas, pues tendrán el derecho de desembarcar o llevar pasajeros, correo y carga levantados en México en Estados Unidos.