Sin haberse aún agotado los procedimientos legales de cara a quienes objetaron la declaración de quiebra de la empresa aérea, el síndico de Mexicana de Aviación está iniciando ya la venta de algunos activos y cerrando parte de su infraestructura.
De entrada, por ejemplo, se comercializó ya la base de operación de tráfico ubicada en Cuba, y se cerró una base que se tenía en Canadá.
En la lista están los "slots" que mantenía la empresa en diversos aeropuertos, que el gobierno permitió que fueran utilizados por la competencia.
Hace unos días el síndico, Alfonso Ascencio Triujeque, le entregó un primer reporte a la juez de la quiebra, Edith Alarcón, en el que le da cuenta de los movimientos realizados.
Este, como usted sabe, había sido objetado por los sindicatos de la compañía, dados sus nexos con la línea aérea Volaris, una de las beneficiadas con su salida de las pistas.
El día en que se decretó la quiebra de la empresa, uno de los interesados había entregado la documentación reclamada por la togada para garantizar su solvencia de cara a la exigencia de tener un fondo disponible de 300 millones de dólares.
Este presentó un recurso de inconformidad.
