Para constructoras como Grupo Danhos, Abilia y Carso, que han reconvertido zonas industriales de la Ciudad de México en proyectos inmobiliarios exitosos, las 740 hectáreas que comprende el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), representarán una mina de oro, al ser un lugar propicio para la construcción de desarrollos de vivienda, comerciales, de oficinas y hoteles, aseguraron expertos.
A la par, este boom inmobiliario generará crecimiento en la plusvalíade las propiedades cercanas al aeropuerto, que podría elevarse a rangos de hasta 20 por ciento, aunque en el proceso de apertura y cierre del AICM, podría haber una caída en el valor inmobiliario de colonias cercanas, estimó Salvador Sacal, director del Instituto de Administradores de Inmuebles.
El experto calculó que de las 740 hectáreas, quitando el área para vialidades, quedaría la mitad de los terrenos para construir.
Baloys Navarro, director Comercial de Tinsa para Latinoamérica, indicó que con la experiencia y el éxito que han tenido Carso en la colonia Granada y Danhos en Iztapalapa, podrían interesarles los terrenos que surjan de la conversión del aeropuerto.
“Un proyecto de usos mixtos sería muy interesante en esta zona, estaría pensando en la parte comercial, con una tienda ancla importante, la parte de oficinas para dar servicio a todo el aeropuerto y la parte de vivienda”, afirmó Navarro.
El presidente de la Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de Vivienda, Valle de México, Isaac Memun, apuntó que la zona no ha registrado un crecimiento importante en el desarrollo de vivienda, por lo que existe una alta demanda.
Los terrenos del AICM serán una buena oportunidad para construir vivienda de interés social, que hoy en día no existe en el Distrito Federal y representa un potencial para la vivienda en renta, la cual podría ser usada por los mismos trabajadores del aeropuerto, pilotos y sobrecargos, destacó Memún.
Navarro descartó que en la Ciudad de México, se registre el efecto de El Salvador, donde la plusvalía fue de hasta 400 por ciento, como el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila aseguró en la presentación del nuevo AICM.
A la par, este boom inmobiliario generará crecimiento en la plusvalíade las propiedades cercanas al aeropuerto, que podría elevarse a rangos de hasta 20 por ciento, aunque en el proceso de apertura y cierre del AICM, podría haber una caída en el valor inmobiliario de colonias cercanas, estimó Salvador Sacal, director del Instituto de Administradores de Inmuebles.
El experto calculó que de las 740 hectáreas, quitando el área para vialidades, quedaría la mitad de los terrenos para construir.
Baloys Navarro, director Comercial de Tinsa para Latinoamérica, indicó que con la experiencia y el éxito que han tenido Carso en la colonia Granada y Danhos en Iztapalapa, podrían interesarles los terrenos que surjan de la conversión del aeropuerto.
“Un proyecto de usos mixtos sería muy interesante en esta zona, estaría pensando en la parte comercial, con una tienda ancla importante, la parte de oficinas para dar servicio a todo el aeropuerto y la parte de vivienda”, afirmó Navarro.
El presidente de la Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de Vivienda, Valle de México, Isaac Memun, apuntó que la zona no ha registrado un crecimiento importante en el desarrollo de vivienda, por lo que existe una alta demanda.
Los terrenos del AICM serán una buena oportunidad para construir vivienda de interés social, que hoy en día no existe en el Distrito Federal y representa un potencial para la vivienda en renta, la cual podría ser usada por los mismos trabajadores del aeropuerto, pilotos y sobrecargos, destacó Memún.
Navarro descartó que en la Ciudad de México, se registre el efecto de El Salvador, donde la plusvalía fue de hasta 400 por ciento, como el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila aseguró en la presentación del nuevo AICM.