Muy confundidos
14 de Agosto de 2014
por David Páramo
Excélsior.
Representantes de líneas aéreas internacionales que operan en México se sienten, por decir lo menos, muy confundidos por la actitud del gobierno mexicano que, califican como de doble cara.
En el lado luminoso está la actitud de la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, que prácticamente no deja pasar ninguna oportunidad para hablar de crecimiento en el turismo y las buenas relaciones con las líneas aéreas.
Esta mujer es, sin lugar a dudas, la principal promotora de las llamadas quintas libertades que permitirían a estas líneas aéreas operaciones de cabotaje. Ven con muchísimo beneplácito la intención de esta funcionara de dar facilidades a sus empresas para que realicen más vuelos comenzando por destinos turísticos o aquellos que no tienen operaciones internacionales.
En el lado oscuro está la Procuraduría Federal del Consumidor. Las acciones, que califican como tan prepotentes como innecesarias, de la dependencia que encabeza Lorena Martínez les parecen abiertamente una agresión. De acuerdo con algunas fuentes entre los directivos de algunas empresas se habla de recurrir a sus embajadas para recibir protección.
Como le hemos informado la Profeco ha cerrado oficinas de boletos en diversas terminales aéreas acusando a las empresas, nacionales y extranjeras, de violar la Ley Federal de Protección al Consumidor. Básicamente se les imputa no tener información clara para los usuarios sobre precios y tarifas, así como hacer referencia a que recurran a sus páginas de internet.
La propia Martínez ha reconocido en algunas entrevistas que es considerando la gran cantidad de opciones de precios y tarifas que tiene un vuelo que sería muy complicado el que tuvieran cartelones de precios. Sin embargo, ha optado por la vía ruda. Preferir un buen pleito que un mal arreglo con las empresas.
Todas las empresas del sector han mostrado la mejor disposición para llegar a un acuerdo con la autoridad a favor de los consumidores. Es un absurdo pensar que ellos tienen estrategias diseñadas para dañar a sus pasajeros y, por lo tanto, minar sus ingresos en un mercado cada vez más competido.
Para las líneas aéreas nacionales el asunto no es tan preocupante. Algunos creen que se trata de simples actos de relumbrón de una funcionaria que tiene la vista puesta en el gobierno de Aguascalientes y otros que, simple y sencillamente, les tocó ser el objetivo en una estrategia de posicionamiento. Algún funcionario dijo que quizá están molestos porque alguno de sus parientes fue mal tratado.
Es un error, sin lugar a dudas, minimizar las molestias de los consumidores y suponer que se trata de una oleada. De hecho, la obligación de las empresas deberá ser otorgar cada vez un mejor servicio para los consumidores.
Sin embargo, para las líneas aéreas internacionales el asunto no es tan sencillo. No comprenden, no tienen por qué hacerlo, si se trata de una estrategia de posicionamiento político o personal.
Perciben que están siendo tratados de una manera hostil y excesiva considerando la cerrazón al diálogo por parte de la autoridad y la prepotencia de las acciones. Algunos están tan molestos que, en una de esas, tendrá que intervenir no sólo la Secretaría de Turismo, sino también la de Economía, encabezada por Ildefonso Guajardo.
Si se trata de una manera de ganar popularidad, puede desatar fuerzas muy difíciles de controlar. El gobierno debe mandar señales claras a la aviación nacional y extranjera. En el caso de las líneas aéreas internacionales ¿Son un aliado o un enemigo del sector turístico?
Si se trata de una forma de mejorar el servicio a los consumidores, vale más llegar a acuerdos en los cuales gane la buena voluntad y el interés de los consumidores sobre los caprichos particulares o las acciones no suficientemente bien orquestadas.