25 junio 2014

DEL CORREO DEL BLOG

Aeroméxico anunció que recorrería sus salidas hasta 36 horas
Retrasó lluvia del lunes una docena de vuelos en el AICM
Este martes varios pasajeros aún esperaban realizar su viaje
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Varios pasajeros tuvieron que dormir en el aeropuerto porque su aerolínea no se hizo responsable de su alojamiento y sólo repartió algunos vales para desayunoFoto Alfredo Domínguez
César Arellano
 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de junio de 2014, p. 34
Cientos de pasajeros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) resultaron afectados por retrasos y cancelaciones de más de una docena de vuelos de Aeroméxico, Volaris, VivaAerobús, Interjet y United Airlines, debido a la intensa lluvia que cayó la noche del lunes en el Distrito Federal.
Algunos turistas nacionales y extranjeros permanecieron por más de 12 horas con sus equipajes en los mostradores, pasillos, salas de primera y última espera de las terminales 1 y 2 antes de poder abordar los aviones con destino a Monterrey, Veracruz, Tapachula, Puerto Vallarta, Guadalajara y Zacatecas, por mencionar algunas ciudades.
También algunas llegadas nacionales e internacionales tuvieron que retrasar aterrizajes en la terminal aérea debido al mal tiempo.
La noche del lunes, pasajeros de al menos tres vuelos de Aeroméxico, entre ellos el que salía a las 9:28 con destino a Tapachula, fueron desalojados de las salas de última espera para trasladarlos al módulo de asistencia al pasajero.
De acuerdo con los inconformes, Alberto Uresti, el único supervisor nocturno de Aeroméxico, les dijo que debido a la cancelación de aproximadamente 10 vuelos, la línea aérea estaba recorriendo las salidas de 24 a 36 horas.
Conforme pasaron las horas y ante la negativa de la aerolínea de proporcionales hospedaje con el argumento de que los hoteles con los que tienen convenio – ubicados en Santa Fe– estaban ocupados, las personas buscaron cualquier rincón de las instalaciones del AICM para descansar.
Varios pasajeros que iban con personas de la tercera edad y niños acomodaron sus maletas en el suelo para sentarse, otros sacaron cobijas y ropa para tender camas improvisadas en el pavimento.
La gente de las aerolíneas no da la cara; él único que está es el supervisor, pero igual nos dice que él no puede hacer nada.
Este martes, mientras algunos pasajeros ya habían podido abordar sus vuelos, otros continuaban esperando poder viajar.
En recorridos realizados desde temprana hora se observó gente desesperada y molesta que hacía largas filas para ser atendida en los mostradores. Otros intentaban distraerse en los locales comerciales o se refugiaron en la zona de comida rápida, restaurantes y bares.
Aeroméxico no cuenta con un plan de contingencia para estos casos. En cuanto anunciaron las cancelaciones, aquí se armó un desmadre porque en las filas tampoco tenían previsto cómo iban a organizarse para dar lo que llaman protección a los pasajeros, dijo molesto uno de los turistas.