24 marzo 2014

DEL CORREO DEL BLOG

Desde hace mas de tres años ocho meses que venimos padeciendo un sinfín de abusos y desengaños, que han tornado en un verdadero drama la vida de miles de familias de trabajadores y jubilados  de una de las más grandes y antiguas empresas de aviación  de México, me refiero a Mexicana de Aviación.
¡Hemos sido robados  y seguimos siendo robados!
Primero nos robaron la empresa (Mexicana de Aviación [MXA])  un grupo de ladrones de cuello blanco (los supuestos inversionistas comandados por Gastón Azcárraga), todos ellos respaldados por diversas autoridades del gobierno federal en turno (STPS, SCT, jueces del concurso mercantil a modo) y seguimos siendo robados por un conciliador  y administrador, así como un grupo de empleados privilegiados que cobran como si la empresa estuviera trabajando normalmente. También seguimos siendo robados por las empresas aéreas Volaris, interjet y Aeroméxico, que usufructúan las rutas y slots que pertenecen aún a Mexicana de Aviación.
A nosotros los jubilados nos han robado NUESTRA PENSIÓN JUBILATORIA, misma que estaba, supuestamente, protegida por un fondo de pensiones que nunca fue fondeado. Y que tanto el IMSS como la CONSAR avalaron en su momento su funcionamiento vía los estudios actuariales (¿¿??)
Por otro lado las condiciones laborales /sociales de nuestro país, hacen que las oportunidades laborales para gente de más de 40 años, sean escasas y hacen  casi imposible  colocarse en un puesto laboral, aunado esto a los bajísimos salarios.
¡Hemos sido engañados y seguimos siendo engañados!
Los engaños se han sucedido ya sea por medio de las autoridades laborales y  de la SCT y otras entidades del gobierno federal anterior (Felipe Calderón), así como del actual  de Enrique Peña Nieto, jueces, presuntos inversionistas y representantes sindicales y por parte de ejecutivos de lo  que queda de la empresa. También nos han engañado diputados y senadores de la anterior legislatura, que decían querer ayudarnos y hasta se conformó una supuesta comisión para atender el caso de MXA y se llevaron acuerdos al pleno y nunca hubo resultados y no trabajaron para ayudarnos.
Seguimos siendo engañados por los diputados que a sabiendas de la situación por la que atravesamos, “dicen”  y prometen una ayuda económica a más de trescientos compañeros desde hace más de un mes y es fecha que nadie sabe nada sobre esa supuesta ayuda.
De los actuales legisladores (diputados y senadores) no puedo decir nada, ya que se supone que están trabajando para que MXA vuelva a surcar los cielos de México y el mundo. Eso dicen.
Aún y cuando se han subido acuerdos en el pleno de la cámara de diputados y estos han sido firmados por todas las fracciones parlamentarias y hasta se han mandado exhortos a secretarios de estado, con todo respeto digo que son como las llamadas a misa, ya que no se resuelve nada y el tiempo pasa y pasa.
Las actuales autoridades del trabajo (STPS) dicen estar muy preocupadas por el futuro de los trabajadores y  jubilados y han dicho un rosario de buenas intenciones para la “salvaguarda” de los derechos laborales (¿será?), han dicho en reuniones privadas con compañeros jubilados que nuestras pensiones están aseguradas, ¡NO MÁS MENTIRAS! No se diga de los comentarios que en dichas reuniones ha vertido el secretario de gobernación en el mismo sentido. Puras reuniones perdidas sin firma de acuerdos, siguen las buenas intenciones y los engaños.
En esta interminable cadena de buenos deseos y “ayudas” se han  hecho presentes la secretaría de comunicaciones y transportes, así como otras dependencias del gobierno federal.
El engaño que ahora se maneja es el mentado fideicomiso vía MRO, que no alcanzará para nada y que dará a los jubilados una pírrica pensión.
¡Hemos sido burlados!
Tanto por los jueces que han llevado el concurso mercantil tan atípico, como  por nuestros representantes sindicales. Y el cinismo continúa.
Es increíble que la representación sindical actual de ASSA, se burle de las necesidades de la planta de Mexicana y Click, diciendo que esta por lograr el que entren compañeros que rebasen el límite de edad impuesto en un convenio con Aeroméxico,  y que sólo servirá para colocar a unos cuantos incondicionales, ya que no creo que esa línea aérea quiera en sus filas a un centenar o más de sobrecargos de más de 40 años.

Es increíble que en nuestro México que se tenga que hacer uso de las marchas y plantones, evitar que otros empleados entren a laborar al cerrar los acceso a sus centros de trabajo, a fin de que las “autoridades” se den cuenta de la inconformidad de los trabajadores de Mexicana de Aviación.

Ya han pasado más de tres años ocho meses de que inicio esta gran tragedia y seguimos en ella, ¿por cuantos meses  o por cuantos años más?  ¿Habrá alguien en el aparato judicial o federal a quién realmente le importemos los más de 8500 trabajadores y cerca de 700 jubilados? ¿Será que se aplique  realmente la justicia y la ley en nuestro país?
¿En donde está la justicia pronta y expedita, así como el debido proceso, tan cacareado por nuestras autoridades judiciales y que están plasmados en nuestras leyes?
¿Qué el gobierno no se da cuenta o se hace de la vista gorda por los problemas sociales que acarrea este conflicto? El endeudarnos con tarjetas de crédito y préstamos bancarios  e hipotecarios y ser asediados por la falta de pago de los mismos por los bufetes de cobranza y sus constantes acciones de amenaza  telefónica y por medio de personas que se presentan en las puertas de nuestros domicilios a entregar  documentos de cobranza. Y que al paso del tiempo será imposible pagar aún y cuando nos amenacen con juicios.

Cuantos de nosotros no hemos perdido bienes que llevaron mucho tiempo y sacrificio tener, sólo por la avaricia de unos cuantos protegidos. Y no se digan las enfermedades que han ido apareciendo por el mismo estrés y deseperación que causa este interminable y “atípico” concurso mercantil. Los hemos visto desaparecer con amargura,  dolor y desconsuelo.
Hemos visto como nuestro futuro se ha vuelto incierto y todo por culpa de supuestos empresarios;  legisladores y de gente de distintos gobiernos federales (que se supone) deben estar para ayudar y velar por y para los trabajadores y el pueblo en general,  ellos también nos han fallado.
Sería interminable el narrar  cómo  nos ha afectado la vida esta situación que padecemos cada día desde hace mas de tres años ocho meses y ni para cuando ver que tenga un final, como sea éste , pero ya un final.