Turbulencia en Mexicana
POR: ALBERTO BARRANCO
EMPRESA
La aparición en el último minuto de un nuevo postor para el rescate de Mexicana de Aviación está "dinamitando" la ruta prevista para cerrar el expediente de la línea aérea, tras la salida del concurso mercantil de la empresa de mantenimiento de la firma, conocida como MRO
De hecho, el inversionista que le quiere entrar a la apuesta está solicitando aplazar la audiencia fijada por la jueza del procedimiento, Edith Alarcón, para firmar el acuerdo concursal entre las partes.
Ésta se desahogará el próximo viernes.
Como usted sabe, los principales acreedores de la línea aérea en largo paréntesis que acumula ya tres años, es decir el Banco Mercantil del Norte (Banorte), el Banco Nacional de Comercio Exterior y el aeropuerto "Benito Juárez", decidieron capitalizar a MRO con mil 300 millones de pesos, a cambio de que se les endosaran las acciones.
Del otro lado de la moneda, se planteaba la creación de un fideicomiso para apuntalar la posibilidad de liquidación de los trabajadores… en un lapso de siete años.
Bien, pues el nuevo postor, quien ofrece colocar en la mesa 600 millones de dólares, el doble de lo que se estaba solicitando como mínimo, plantea la liquidación inmediata del personal de vuelo y de tierra que no quepa en su proyecto.
A cambio, naturalmente, exige que el paquete incluya a la firma de mantenimiento.
La "bomba" estalló el miércoles de la semana pasada en una reunión en la que estaban la jueza del concurso mercantil, el conciliador de éste, Gerardo Badín, y el representante de los principales acreedores, de apellidos Pérez Correa.
Éste último pegó el grito en el cielo argumentando que la reversa en el procedimiento para la desincorporación de MRO del Nuevo Grupo Aeronáutico era imposible desde el plano jurídico.
La reunión se realizó a petición del secretario de la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, José Arturo López Cándido, en representación del interés de los trabajadores, dado que ninguno de los delegados de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores y del sindicato de tierra tiene toma de nota al no estar Mexicana de Aviación en funciones.
El asunto se quedó en paréntesis.
La conversión en manzana de la discordia de la base de mantenimiento de Mexicana obedece a que es el único negocio en marcha tras la salida de las pistas de la línea aérea, cuyas siete certificaciones para poder reparar aviones de prácticamente todas las marcas y modelos, le garantiza arrendar futuro.
Durante años el 80% de sus hangares se llenaban con los aviones de la línea aérea, y el resto de otras empresas nacionales y extranjeras. Al cierre de operaciones de la firma el porcentaje creció hasta llegar al doble.
Sin embargo, se considera que bajo una nueva administración, capitalizada la firma, el trabajo fluya con mayor intensidad.
Ahora que el run run de la presencia de un nuevo postor pone en alerta a la competencia, en la posibilidad de que Mexicana pudiera recuperar sus rutas internacionales en el mediano plazo… cuyas licencias la están usando firmas como Internet y Volaris.
De acuerdo a los estándares de certificación de los Estados Unidos, para adquirir una autorización internacional se reclama, entre otras cosas, que la empresa solicitante tenga al menos 15 años de experiencia.
Ni Interjet ni Volaris cumplen el requisito.
De hecho, durante la gestión de Juan Molinar Horcasitas como secretario de Comunicaciones y Transportes se intentó estérilmente que se soslayara el requisito para las líneas aéreas de bajo costo recién creadas.
A partir de ahí se intensificó la ofensiva del gobierno panista encabezado por Felipe Calderón para declarar en quiebra a Méxicana.
Lo que en el papel parecía un camino terso para cerrar el capítulo con la declaratoria de bancarrota de la línea aérea comercial pionera en el país, de pronto se está descarrilando.
Para colmo, no hay claridad aún de cuál es el papel, de cara a la propiedad de MRO, de la Tenedora K, dueña de las acciones del Nuevo Grupo Aeronáutico que engloba a Mexicana, sus filiales Click y Link y a ésto, dado que la firma que le compró en mil pesos los papeles al exsocio mayoritario de la compañía, Gastón Azcárraga Andrade, no le inyectó un centavo de capital.
Colocadas en concurso mercantil por separado las firmas, la controladora se quedó en el limbo al no solicitar la posibilidad de éste.
Turbulencia en Mexicana.
