16 enero 2014

DE LA COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS

  Opinión de
  (Rosario Avilés) 


¿Lograremos emparejar el juego?
Rosario Avilés | Opinión | Fecha: 2014-01-14 | Hora de creación: 21:46:40 | Ultima modificación: 21:46:40
Una de las herencias que nos legaron los 12 años de panismo en el sector aéreo fue la falta de claridad en cuanto a las reglas del juego, lo que motivó, entre otras cosas, que las empresas aéreas entraran en una espiral de pérdidas motivada por un mercado caótico. La principal causa de ello fue que al iniciar la venta pública de las empresas de lo que fue Cintra, es decir, Aeroméxico y Mexicana, y hacerlo, además, por separado, al mismo tiempo se abrieron las concesiones de nuevas aerolíneas de forma indiscriminada.

Esta genialidad iniciada por Pedro Cerisola terminó mal, por supuesto. El país ha perdido competitividad y liderazgo en la materia y en lugar de crecer hacia adentro y hacia fuera, en términos reales hemos perdido protagonismo en los mercados internacionales y en el interior apenas hemos medio mantenido un muy mediocre crecimiento.

Al final, pasó lo que muchos preveíamos desde entonces (y ahí están los testigos que quedaron escritos), ya que ni la venta de las empresas fue un buen negocio para el país, ni se logró que sobrevivieran las dos aerolíneas emblemáticas y es hora todavía que no terminan los males, pues ni Mexicana sale del concurso mercantil, ni hay investigaciones serias sobre sus quebrantos, ni sus rutas tienen real poseedor ni sus slots están libres de problemas legales.

En el tema aeroportuario, la situación no quedó mejor. Independientemente de si habrá o no una reestructura para que la Ley de Aeropuertos y su reglamento tengan un sesgo que impulse la inversión y el crecimiento (y no que, como sucede ahora, más bien frene el desarrollo de la infraestructura aeroportuaria), acabamos de ser testigos de cómo el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fue escenario de una rebatinga entre el poder establecido (o sea, el Estado mexicano) y los concesionarios de la Terminal 1, la empresa Fumisa, auspiciada por el fondo de inversiones Advent.

Curiosamente, los dos problemas más importantes del transporte aéreo tienen como protagonista a este fondo, pues Tenedora K, dueña desde agosto del 2010 de las acciones de Mexicana (o Nuevo Grupo Aeronáutico), sí dejó en su momento entrever que estaba auspiciada por Advent, fondo que se supone que tiene un buen historial a nivel internacional. Ambas empresas, Fumisa y Tenedora K, tienen además, al mismo abogado, Jorge Gastélum.

Como se sabe, en agosto del 2010 una vez que Mexicana de Aviación había entrado en Concurso Mercantil y tras la decisión de Grupo Posadas de suspender las operaciones, de la nada apareció la empresa Tenedora K, presidida por Andrés Holtzner, la cual se hizo de las acciones de Mexicana por la fabulosa cantidad de mil pesos.

Suponemos –porque nadie explicó nunca los motivos de ello– que Tenedora K aceptó tamaño reto porque el entonces secretario Juan Molinar Horcasitas pensó, con su proverbial inteligencia semejante a la de Cerisola, que así podría resolver el problema con la promesa de extenderle a Advent la concesión de los espacios de la T1 por otros 30 años. Al cabo “el de atrás paga”, como quedó claro en estos días.

A su vez, los adquirientes creyeron que con la compra de Mexicana se haría de liquidez inmediata. Lo que no sabían es que todo el dinero que entraba a la caja de Mexicana por la venta de boletos se iba directo a los fideicomisos para pagar las deudas con Banorte y otros acreedores. Por ello, se supone, unos días más tarde decidieron que Mexicana dejara de operar y la metieron de lleno en una espiral sin fondo, mientras la SCT se hizo de la vista gorda y nunca aplicó las leyes en la materia para evitar que la concesión pública cambiara de manos y después fuera abandonada sin mayor responsabilidad.

Hay, pues, tres posibles culpables directos de la situación de Mexicana: desde luego Grupo Posadas, el gobierno de Felipe Calderón y en particular su secretario Juan Molinar y Tenedora K. A todos ellos deberían investigárseles y, en su caso, fincárseles responsabilidades. Y tal vez Advent, el fondo de miles de millones de dólares, responda solidariamente, pues en su propio riesgo está el haber prohijado el despojo que sufrió Mexicana y por el cual hoy se quejan de no haber no alcanzado su TIR planeada.

Una vez que todo esto quede zanjado, tendremos por fin una cancha pareja que equilibre el juego para reiniciar la buena marcha de la aviación mexicana. Ojalá el 2014 traiga buenos augurios en ese sentido, pues si la decisión del AICM en el caso de sus espacios comerciales se hace bajo el amparo de la ley, la otra parte de la solución también puede ampararse en ella.

Lo oí en 123.45: Y además: se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores  su patrimonio.
raviles_2@prodigy.net.mx