Análisis & Opinión
Aviación mexicana: sin pista de aterrizaje
Marielena Vega
Columnista en Excelsior.- Vie, 08/09/2013 - 12:21
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Vaya estrategias las que se gestan en el mundo de la aviación nacional,
donde no sólo la competencia es entre ellas, sino a nivel internacional,
donde las firmas extranjeras ganan terreno de frente a mejores
condiciones, servicio y tarifas.
Y aunque se dice que las ofertas de vuelos nacionales se visualizan en internet, la verdad dista mucho de ser ofertas.
Y aunque se dice que las ofertas de vuelos nacionales se visualizan en internet, la verdad dista mucho de ser ofertas.
La tarea por parte de la Secretaría de Comunicaciones, al mando de Gerardo Ruiz Esparza, no es sencilla, pero si es apremiante, no sólo impulsando nuevas reglas y reformas, sino poniendo en orden la calidad y servicio de las aerolíneas existentes, más cuando se supone se trata de la aerolínea pilar.A decir de la Asociación de Sindicatos de Pilotos de la Aviación (ASPA), la turbulencia del sector aéreo ya afecta el bolsillo de los mexicanos, ya que no hay quien aguante el incremento de hasta 70% en las tarifas, algo que está fuera de lo común.
Se calcula que en los últimos tres años, las tarifas aéreas nacionales aumentaron hasta 70% y las de vuelos internacionales, entre 70 y 280%.
Así que el consumidor está pagando tres veces más en cada vuelo.
Los dos grandes culpables son la falta de una política aérea acorde a las necesidades actuales, y al precio de la turbosina, o bien, a todos los impuestos.
Situación que afecta al gremio nacional, porque los costos para las empresas siguen al alza, sin importar si son pequeñas de frente a los gigantes internacionales.
Y aunque aerolíneas como Interjet compensan estas deficiencias externas con un buen servicio, firmas como Aeroméxico siguen dejando mucho qué desear en cuanto a servicio se refiere.
Ahí le va la última que me platicaron. En un viaje a Torreón, vuelo AM200, del 15 de julio, al cerrar las puertas un pasajero se quedó fuera, resignado fue a informes a hacer su cambio de vuelo, cuando se percató que abrirían nuevamente el vuelo para tres pasajeros que también venían retrasados, así que la señorita de informes le regresó su boleto y le dijo “vaya igual y suba”.
Oh, sorpresa. El señor que esperaba en la sala no pudo abordar, mientras que las otras tres personas que llegaron más tarde abordaron sin contratiempo alguno. Respuesta para el señor que quedó en espera del siguiente vuelo, fue “usted no viene con el grupo de conexión, así que no sube, y hágale como quiera”.
Conexión o no conexión, si se abrían las puertas del avión que más daba que subiera un pasajero más. El caso, parece, quedó en los pasillos aéreos, pues ya no había asientos, estaba sobrevendido el vuelo.
Y no sea mal pensado, seguro sólo quisieron seguir el reglamento de seguridad, las personas de la Terminal II de la puerta 57 de Aeroméxico.
Lo cierto es que las deficiencias de esta aerolínea son muchas, aquí podría contarles varias que me han llegado a mi correo electrónico.
La tarea por parte de la Secretaría de Comunicaciones, al mando de Gerardo Ruiz Esparza, no es sencilla, pero si es apremiante, no sólo impulsando nuevas reglas y reformas, sino poniendo en orden la calidad y servicio de las aerolíneas existentes, más cuando se supone se trata de la aerolínea pilar.
Después nos preguntamos por qué de la industria aérea nacional ha perdido conectividad y 86% del mercado internacional está siendo atendido por aerolíneas extranjeras.
*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.
Marielena Vega