Aeroméxico recibe primer dreamliner
Rogelio Varela - Jueves, 15 de Agosto de 2013 05:01
Seattle, Agosto 14.- El negocio de la aviación apuesta por la diferenciación y por lo pronto Aeroméxico dejará muy atrás a la competencia con la llegada del B787.
Ya le había comentado que entre las estrategias de Aeroméxico que preside Eduardo Tricio Haro esta ampliar su presencia en el mercado de vuelos internacionales que goza de buena rentabilidad, pero que sobre todo por generar ingresos en dólares apoya la fortaleza de su balance si pondera que muchos de los costos de las aerolíneas se realizan en moneda dura.
Pues bien, la nota es que la espera terminó para Aeroméxico y esta semana recibe aquí en el cuartel general de Boeing, Co. su primer dreamliner.
Para la aviación comercial de nuestro país se trata de un evento que no pasaba desde hace décadas, quizá algo similar se dio cuando las aerolíneas compraron los DC-10, y ahora Aeroméxico vuelve a poner en alto a la industria con la compra de aviones de última generación, como es el caso del B787.
Definitivamente Andrés Conesa Labastida no exagera al decir que se trata del avión del que todo mundo hablará.
Aeroméxico desde que el dreamliner era un prototipo para Boeing trabajó en el selecto equipo de aerolíneas que hicieron recomendaciones sobre su diseño que promete un vuelo más placentero para el pasajero gracias a su tecnología aerodinámica que disminuye la sensación de turbulencia, además de la presurización de su cabina que se da a una menor altitud, hablamos de 6 mil pies en lugar del estándar de la industria que se ubica en los 8 mil pies.
En otras palabras se reducirá el llamado jet lag que implica dolores de cabeza y mareos, entre otros síntomas al cruzar distintas franjas horarias.
El B787 de Aeroméxico saldrá en unas semanas de la ciudad de México hacia destinos como Tokio, París y Nueva York lo que como le digo será un fuerte diferenciador que será percibido por el consumidor, pero también con el medio ambiente al reducir en 20% las emisiones de Co2 y hasta 40% el ruido en el despegue.
En fin, Aeroméxico gana distancia a la competencia y todo indica que con el dreamliner tendrá un salto en sus ingresos en moneda dura en la última parte del año.