Dinero David Páramo Sí fue ocurrencia
Dormidos
Si alguien no conociera las acciones públicas de Ricardo del
Valle y quizá las decisiones de sus antecesores en la Secretaría
General de ASSA y le encantara inventar conspiraciones, podría pensar que este
hombre trabaja por la destrucción de Aeroméxico.
Parecería que las decisiones de este líder sindical tienen mucho más que ver
con la presión que tiene por parte de sus agremiados que son parte de Mexicana
de Aviación, ilusiones personales, así como una notoria incapacidad para ver la
realidad.
Aeroméxico está verdaderamente lejos de una buena situación financiera. Como
hemos señalado en este espacio, están mucho más cerca de un concurso mercantil
que de consolidarse como la empresa más grande del país.
La presión que ejercen nuevos entrantes, con costos mucho más adecuados con
la realidad, como Volaris e Interjet, hace que estas empresas se vean con mucho
mayor futuro que la propia Aeroméxico.
Mientras que la línea aérea que dirige Andrés Conesa sigue
caminando por la vía de tratar de convencer a su sindicato de sobrecargos que
acepten un trato similar que pilotos y trabajadores de tierra, compañías como
Volaris ya preparan su entrada a los mercados internacionales de financiamiento
que, sin lugar a dudas, les dará un mayor músculo financiero.
No vaya siendo que, de pronto, las malas decisiones de líderes como
Del Valle y quienes están con él terminen acabando con la única
conquista laboral irrenunciable: el trabajo.
En este sentido, es importante recordar que no se le está quitando nada a
quienes hoy tienen trabajo de sobrecargos sino que se pide que los nuevos
trabajen bajo bases mucho más acordes con la realidad de la empresa y su sector.
No con la imaginación de los líderes de sobrecargos.