Aeroméxico, Conesa y la puntualidad
IQ FinancieroClaudia Villegas
2013-06-25 • Negocios
Desde hace algunos meses el director de Aeroméxico, Andrés Conesa,
se hace cargo de la dirección de operaciones. En los pasillos de la
empresa se lamenta, sin embargo, que, para ahorrar tiempo y evitar
problemas de puntualidad, se decida desde los niveles directivos omitir
ciertos procesos y no ajustarlos de manera adecuada, lo que puede
incrementar los costos. Para empezar, y en aras de reducir los tiempos,
la limpieza de las unidades de vuelo es superficial. Lo más preocupante
ha sido, sin embargo, la tímida revisión de la documentación que deben
exhibir los pilotos para asegurar que se cumpla escrupulosamente con el
plan de vuelo, peso y balance del avión. Esa pudo haber sido una de las
causas detrás del accidente del vuelo 002 en un vuelo de Aeroméxico
entre Madrid y la Ciudad de México. Aparentemente, los pilotos
responsables del avión que realizó ese viaje firmaron el peso y balance
del avión sin verificar que las velocidades de despegue correspondieran
al tipo de aeronave y mucho menos al peso. Afortunadamente, el accidente
no tuvo consecuencias fatales.
Otro de los problemas internos que Andrés Conesa
atiende es la queja de pilotos y sobrecargos respecto a la asignación de
vuelos. En Aeroméxico, un pequeño grupo de pilotos y sobrecargos
recibiría las mejores asignaciones lo que, de acuerdo con los convenios
de productividad, representa mayores ingresos para este selecto grupo de
profesionales de la aviación. Aparentemente, el sindicato de pilotos y
el de sobrecargos están al margen de esta situación que también
involucra la seguridad y puntualidad de los vuelos. ¿Se vale privilegiar
las ganancias de un piloto —que puede estar cansado entre un vuelo y
otro, pero que busca obtener mayores ganancias— sobre la seguridad de
los pasajeros? En la fila, y en espera de asignaciones de vuelos, se
encuentran otras tripulaciones que, tal vez, cuentan con mayor
antigüedad, mejor desempeño y responsabilidad, pero, sobre todo, con
profesionales que no están cansados y que con sus cinco sentidos pueden
atender los vuelos de Aeroméxico.