26 junio 2013

DEL CORREO DEL BLOG

Aeroméxico, Conesa y la puntualidad

IQ FinancieroClaudia Villegas

Desde hace algunos meses el director de Aeroméxico, Andrés Conesa, se hace cargo de la dirección de operaciones. En los pasillos de la empresa se lamenta, sin embargo, que, para ahorrar tiempo y evitar problemas de puntualidad, se decida desde los niveles directivos omitir ciertos procesos y no ajustarlos de manera adecuada, lo que puede incrementar los costos. Para empezar, y en aras de reducir los tiempos, la limpieza de las unidades de vuelo es superficial. Lo más preocupante ha sido, sin embargo, la tímida revisión de la documentación que deben exhibir los pilotos para asegurar que se cumpla escrupulosamente con el plan de vuelo, peso y balance del avión. Esa pudo haber sido una de las causas detrás del accidente del vuelo 002 en un vuelo de Aeroméxico entre Madrid y la Ciudad de México. Aparentemente, los pilotos responsables del avión que realizó ese viaje firmaron el peso y balance del avión sin verificar que las velocidades de despegue correspondieran al tipo de aeronave y mucho menos al peso. Afortunadamente, el accidente no tuvo consecuencias fatales.
Otro de los problemas internos que Andrés Conesa atiende es la queja de pilotos y sobrecargos respecto a la asignación de vuelos. En Aeroméxico, un pequeño grupo de pilotos y sobrecargos recibiría las mejores asignaciones lo que, de acuerdo con los convenios de productividad, representa mayores ingresos para este selecto grupo de profesionales de la aviación. Aparentemente, el sindicato de pilotos y el de sobrecargos están al margen de esta situación que también involucra la seguridad y puntualidad de los vuelos. ¿Se vale privilegiar las ganancias de un piloto —que puede estar cansado entre un vuelo y otro, pero que busca obtener mayores ganancias— sobre la seguridad de los pasajeros? En la fila, y en espera de asignaciones de vuelos, se encuentran otras tripulaciones que, tal vez, cuentan con mayor antigüedad, mejor desempeño y responsabilidad, pero, sobre todo, con profesionales que no están cansados y que con sus cinco sentidos pueden atender los vuelos de Aeroméxico.