Saludos desde Venezuela. He seguido con atención y mucha preocupación el caso Mexicana y creo que ha llegado el momento en que los empleados hagan valer, no solo sus derechos, que vaya si los tienen!, sino también su experiencia y experticia en el tema, y presionen para que la juez entienda que ésto hace rato que dejó de ser un problema comercial, para convertirse en un problema humano y que el tiempo, que sigue transcurriendo implacablemente, no solo deteriora los equipos y sistemas, sino la psiquis y el cuerpo de los empleados y jubilados, sin trabajo, sin dinero y sin expectativas ciertas.
Pienso que los distintos gremios que agrupan a los 8.500 empleados, deben sentarse en una mesa a los efectos de organizarse con el objeto de solicitar la propiedad y el manejo de lo que queda de Mexicana.
Se puede asignar una parte de las acciones a cada gremio. Cada grupo de accionistas designa determinada cantidad de representantes, que integran una Junta Directiva, en proporción a sus acciones, y esa JD designa un Comité Ejecutivo, conformado por 5 personas, que son las que gerenciarán la compañía.
Existen herramientas de Ingeniería Financiera que, mediante la aplicación de una suma que no llega a la mitad del primer depósito que deben hacer los inversionistas para entrar, permitirían -no solo enfrentar el tema de la puesta en marcha y operación- sino también, el ir honrando las deudas atrasadas con los empleados y jubilados mediante determinadas sumas mensuales. El capital originario que, repito, es menor a la mitad de lo que estableció la juez que deben demostrar los potenciales inversionistas para acceder a la compañía puede surgir de un préstamo gubernamental (con cargo de devolución y todo) o de una parte de las fuertes sumas que se les retuvieron a los empleados.
Básicamente el tema pasa por encontrar interlocutores válidos y que el esquema sea instrumentado por profesionales idóneos.
Quedo a la disposición para cualquier aclaración y/o ampliación.
Cordiales saludos,
Lic. Guillermo H. Mantovani
