19 marzo 2013

DEL CORREO DEL BLOG


Marielena Vega
 
 
 
El mundo de la aviación tiene grandes retos. Con la llegada del nuevo director del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Alfonso Sarabia, las expectativas vuelven a estar a la orden del día, en espera de que ahora sí se tomen medidas.
Se espera que el directivo con amplia experiencia en empresas y organismos de gobierno como administrador, saque a relucir sus dotes en conciliación social y política, atributos que se requieren para el reto que tiene enfrente.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no sólo es un lugar donde aterrizan aviones, lo cual es un asunto muy técnico y para ello existen muchos apoyos del sector aéreo, entre otros el propio comandante del aeropuerto.
La trayectoria de Sarabia, que incluye el sector privado en el Banco Minero y Mercantil, la casa de bolsa Sociedad Bursátil y el Multibanco Mercantil de México, se visualiza con más expectativas para hacer frente a los compromisos actuales, comenzando por la deuda que pesa sobre la empresa propietaria del Grupo Aeroportuario Ciudad de México, con la ampliación de la Terminal Dos que se hizo en el sexenio de Vicente Fox, la cual todavía es un lastre en sus finanzas.
Es muy importante la experiencia de un administrador que logre renegociar los pasivos y, al mismo tiempo, que logre obtener los recursos para financiar las obras urgentes.
El aeropuerto es una infraestructura con más de 50 años de existencia y tiene rezagos importantes, como la iluminación de las pistas, el sistema de drenaje, las calles de rodaje y la edad de diversas instalaciones que datan de diversas épocas y que ya han sido rebasadas por la nueva tecnología.
En la lista de pendientes está la coinversión del área internacional de la Terminal Uno que se realizó con Fumisa, cuya deuda está en manos del fondo Advent; los problemas con los inquilinos de los locales de diversas áreas del aeropuerto, los maleteros, las empresas de vigilancia y supervisión.
No habrá que perder de vista los pasos del coahuilense, quien deberá sacar a relucir sus 32 años de trayectoria ininterrumpida en el sector público para ver si ahora sí tenemos avances en este sector, o seguimos viendo sólo paliativos al padecimiento aéreo.