Marielena Vega
El mundo de la aviación tiene grandes retos. Con la llegada del nuevo
director del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Alfonso
Sarabia, las expectativas vuelven a estar a la orden del día, en espera
de que ahora sí se tomen medidas.
Se espera que el directivo con amplia experiencia en empresas y organismos de
gobierno como administrador, saque a relucir sus dotes en conciliación social y
política, atributos que se requieren para el reto que tiene enfrente.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no sólo es un lugar donde
aterrizan aviones, lo cual es un asunto muy técnico y para ello existen muchos
apoyos del sector aéreo, entre otros el propio comandante del aeropuerto.
La trayectoria de Sarabia, que incluye el sector privado en
el Banco Minero y Mercantil, la casa de bolsa Sociedad Bursátil y el Multibanco
Mercantil de México, se visualiza con más expectativas para hacer frente a los
compromisos actuales, comenzando por la deuda que pesa sobre la empresa
propietaria del Grupo Aeroportuario Ciudad de México, con la ampliación de la
Terminal Dos que se hizo en el sexenio de Vicente Fox, la cual
todavía es un lastre en sus finanzas.
Es muy importante la experiencia de un administrador que logre renegociar los
pasivos y, al mismo tiempo, que logre obtener los recursos para financiar las
obras urgentes.
El aeropuerto es una infraestructura con más de 50 años de existencia y tiene
rezagos importantes, como la iluminación de las pistas, el sistema de drenaje,
las calles de rodaje y la edad de diversas instalaciones que datan de diversas
épocas y que ya han sido rebasadas por la nueva tecnología.
En la lista de pendientes está la coinversión del área internacional de la
Terminal Uno que se realizó con Fumisa, cuya deuda está en manos del fondo
Advent; los problemas con los inquilinos de los locales de diversas áreas del
aeropuerto, los maleteros, las empresas de vigilancia y supervisión.
No habrá que perder de vista los pasos del coahuilense, quien deberá sacar a
relucir sus 32 años de trayectoria ininterrumpida en el sector público para ver
si ahora sí tenemos avances en este sector, o seguimos viendo sólo paliativos al
padecimiento aéreo.