David Páramo
Columnista de Excélsior.
- Por: David PáramoOPINIÓN17/Diciembre/2012
Parece que todos los dizque inversionistas que según ellos han tratado de
rescatar a Mexicana de Aviación durante más de dos años dicen las mismas
mentiras y los líderes de la industria aérea se las siguen tragando.
El jueves, Iván Barona, quien en este momento es el supuesto
rescatador de la línea aérea, se reunió con los líderes sindicales de la
industria de la aviación y les dijo que en el fin de semana iría a Europa a
“recoger” 680 millones de dólares, con los cuales le pagaría a los trabajadores
sus adeudos y que el proceso estaría totalmente concluido el 29 de
diciembre.
Sobre la fecha hay quienes dicen que están muy contentos que haya señalado el
29 como la fecha, puesto que si hubiera sido un día antes, pues entonces habría
coincidido con el Día de los Santos Inocentes. No fuera siendo que les dijera,
como la conseja popular, “inocente palomita que te dejaste engañar”.
Quienes oyeron esta historia se preguntan si traerá el avión en varias
maletas, en un costal como el que carga Santaclós o será, quizá, que también va
a traer un cheque de ésos que tanto les gustan a los dizque empresarios, quienes
sólo han contribuido a causar un mayor daño a los trabajadores de la que algún
día fue la línea aérea más importante del país.
Mucho más seriamente, la realidad es que la promesa es total y absolutamente
vacía, puesto que dentro de un Concurso Mercantil no puede pagarse a un acreedor
de manera preferente con respecto a los otros, aun cuando por ley se establece
que los primeros que deben ser liquidados son los trabajadores.
Como le hemos señalado, el camino menos malo es que se decrete la quiebra de
la línea aérea, se pague de acuerdo con la ley a los trabajadores y acreedores
y, a partir de ahí, iniciar el proceso para ver lo que se pueda rescatar.
En este sentido es importante destacar que la base de mantenimiento tiene un
valor superior a los 100 millones de dólares. Hay una gran cantidad de
interesados en comprarla, puesto que tiene contratos y una buena oportunidad
operativa.
Barona no ha podido demostrar que tiene el dinero para
capitalizar la línea aérea; sin embargo, sigue aprovechando que la juez
Edith Alarcón sigue apegada al manual, dándole todavía
oportunidad a un hombre que sólo ha quitado el tiempo.