2012-10-16 | Hora de creación: 21:32:31 |
Ultima modificación: 00:06:06
Debería estar prohibido que quienes desconozcan el régimen jurídico y
de nuestro país ejercieran puestos de cierto nivel. No sólo es un
asunto de su discurso público —que es bastante lamentable porque
confunde a la opinión pública—, sino que muchas veces toman decisiones
(o dejar de hacer cosas importantes) que pueden, incluso, poner en
peligro la de los habitantes y el de la nación.
Varios de estos casos se han dado en este sexenio en diferentes dependencias. Por ejemplo, en la de Comunicaciones y o en la Secretaría de , donde varios funcionarios creen que se les paga por “dejar hacer” a otros y no hacer lo que deben hacer ellos.
¿En qué momento el partido de los abogados, que se supone conocen la , le dejó la interpretación legal a los de estadunidenses? Es un misterio que, aunque no vale la pena desentrañar, sí ha sido pernicioso para este país.
¿Por qué habríamos de tener un
con todo y dependencias, funcionarios, gastos administrativos,
oficinas, etcétera, si ese Estado no cumple con sus funciones? Si el
Estado deja de
importante y de tener una función específica que regule la vida de las
personas, es un Estado fallido y, en ese caso, sería mejor prescindir de
los gastos y mandar a todo el a su casa.
El laberinto de contradicciones en el que el subsecretario de
se ha metido sobre el caso de Mexicana de Aviación es digno de una
comedia de equivocaciones. Y conste que rivaliza con su antecesor, a
quien, en rigor, le debemos que Mexicana haya suspendido operaciones,
pero se trata de la misma administración y del mismo partido, al menos
eso se dice.
Habría que empezar por decir que existe una Constitución Política de los
Mexicanos donde se dice todavía hoy (¡Y NO SE HA MODIFICADO!) que la
explotación de los cielos de México corresponde a la nación. Esto
significa que quienes están en el son los encargados de administrar este bien y por lo tanto ES SU RESPONSABILIDAD que se haga conforme a los intereses del país.
La forma como el Legislativo decidió en su momento que esto se hiciera fue a través de la CONCESIÓN de a operadores privados pero con mayoría de inversión mexicana en un 75 por ciento y BAJO LA RECTORÍA DEL ESTADO.
Por eso, y no por capricho de nadie, es que lo que hagan las aerolíneas
concesionarias NO ES un asunto entre particulares, aunque a Felipe
Duarte y a la señora Guevara que despacha en Mazaryk les sea tan difícil
comprender este concepto constitucional. Tal vez no les gusta o no les
parece “moterno”, pero ASÍ ESTÁ dicho en el texto de la Constitución y
hasta que no se cambie, los funcionarios públicos tienen la OBLIGACIÓN
de cumplir y hacer cumplir lo que ahí se dice, so pena de hacerse
acreedores a sanciones.
Este es el primer punto nodal del asunto de Mexicana. El segundo, es
que en esa CONCESIÓN federal que se le otorgó a Grupo Posadas hubo actos
que podrían ser constitutivos de delito, razón por la cual están
demandados sus principales actores. También es obligación de los
funcionarios públicos, como la señora Maricela Morales, titular de la
PGR, quien suele equivocarse con frecuencia pero que en este caso ni
siquiera se ha tomado la molestia de investigar como es su obligación.
Al menos deberían intentar una averiguación, porque también le están
apostando a una sanción por negligencia.
Pero en el colmo de la esquizofrenia, este mismo gobierno permitió en
su momento que las acciones de la aerolínea pasaran de Posadas a
Tenedora K, que es un despacho de abogados, dejó que este grupo la
bajara de vuelo y durante meses ha obstaculizado la acción de la
judicatura en el concurso mercantil. Hoy se enredan en legalismos para
justificar el no darle a Mexicana el Certificado de Operador Aéreo, lo
que en el pasado ignoraron olímpicamente.
En todo esto, los que han salido perdiendo son los consumidores (que
compraron boletos de Mexicana) y los trabajadores, pero esto no parece
preocuparle a nadie de este gobierno, ocupado como está en borrar y
perdonarle los pecados a los cuates.
Con frecuencia se olvida que éste es el verdadero problema. Lo de
menos son los detalles de la telenovela, lo GRAVE, lo verdaderamente
vergonzoso, es que el juego ha sido perverso y burdo y que eso no
merezca ni siquiera un ruborcito helado en la mejilla de quienes se
ostentaron siempre como “conciencia moral” de esta sociedad.
Los trabajadores no piden estatus especiales, no piden más que el mismo
trato que este gobierno le ha dado a empresas como Ford, no piden
rescates, piden —simple y llanamente— JUEGO LIMPIO.
Aquellos que se lanzan a la yugular contra el intento de los
trabajadores porque Mexicana regrese a volar lo hacen porque hasta lo
que no comen les hace daño. Al final, si saben competir no tienen nada
que temer y si son empresarios o ciudadanos comunes, se verán
beneficiados de que se haga justicia y las reglas dejen de ser
discrecionales. A menos que esto sea lo que menos les interese