22 mayo 2012

DE LA COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS

Si no sabes adónde vas...
Rosario Avilés |  Opinión     2012-05-22  | Hora de creación: 21:36:08 | Ultima modificación: 01:06:59




 No importa qué rumbo lleves. Esta máxima de Lewis Carroll parece ser la divisa de la actual administración en materia de transporte. Después de lo que hemos visto en el autotransporte federal, no extraña que en materia de transporte aéreo estemos más perdidos que un DC-6 en el Triángulo de las Bermudas.

 El propio presidente Calderón se hace bolas cuando declara en Cancún que “a pesar de que Mexicana es la compañía más grande y se declaró en quiebra (sic), las demás compañías tomaron el mercado que Mexicana tenía y el número de asientos disponibles es mucho mayor al que operaba Mexicana (resic)”.

 Lo que no dice es que la mayoría de los asientos disponibles adicionales son de empresas extranjeras. Y alguien tendría que explicarle al abogado Calderón que Mexicana no se ha declarado en quiebra sino que está en Concurso Mercantil, figura jurídica que lo que busca, precisamente, es que las empresas no quiebren sino que sobrevivan.

 Más adelante añade: “Necesitamos salir del empantanamiento. No hay visitantes, ya que no hay aviones (recontrasic)”. ¿En qué quedamos: hay más asientos disponibles o no? Si no, ¿por qué no apoyar el regreso de Mexicana? ¿o se trata de apoyar a las aerolíneas extranjeras?

 Aún más, y hay que subrayarlo con mayúsculas, Calderón dijo textualmente: “PARA INCENTIVAR A LA INDUSTRIA AÉREA PODRÍA DISEÑARSE UNA ESTRATEGIA DE SUBSIDIO A LOS PRIMEROS VUELOS, PORQUE LA INFRAESTRUCTURA ESTÁ, PERO LO QUE FALTAN SON VUELOS PARA ATRAER MÁS TURISTAS”. ¿Habló de subsidios? (¡Horror al crimen, ITAMitas!) ¿Y a quién va a subsidiar? ¿Se vale subsidiar a unos y negarles créditos a los trabajadores mexicanos?

 Una de dos: o el Presidente no se escucha a sí mismo, o sus asesores son muy chambones y no tienen información sobre el tema. Tal vez sea ambas cosas, no es la primera vez que Calderón se resbala en sus declaraciones y que confunde la gimnasia con la magnesia en materia de transporte aéreo.

 Es evidente que este país ha perdido el rumbo y, desde luego, su comandante supremo es el responsable directo de ello. Que Mexicana no vuele no le ha merecido atención suficiente, como no se la merecieron en su momento los accidentes de aviación donde perecieron funcionarios de su gobierno, ya que el sector sigue acusando las mismas deficiencias.

 Un gobernante no es más grande que el equipo que lo rodea y aquí vemos claramente las consecuencias de incorporar a tan altas responsabilidades a chicos con buenas notas pero poca competencia real.

 La brecha que se abre con otros países es cada día más evidente. American Airlines que está a punto de cumplir un año en capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos (equivalente al Concurso Mercantil) sigue volando apoyada por su gobierno y sus acreedores y su sistema de justicia le amplía los plazos para llegar a acuerdos con sus sindicatos. Todos contentos y AA se expande y ya tiene en nuestro país más de 50 rutas y en noviembre llegará a 60. Bien por ellos.

 Mientras tanto, en México parece el mundo al revés. Hoy existe un inversionista que quiere arriesgar su dinero en rescatar a Mexicana y en vez de apoyarlo se le cuestiona el por qué pide que el gobierno respete las rutas y slots de la aerolínea. Pues es muy simple: ¿por qué alguien tendría que asumir las deudas y pagarle a los acreedores de una empresa de la cual no va a obtener los mínimos activos que la hacen viable? De otra suerte no tendría para qué invertir precisamente en ella.

 Los funcionarios de SCT tienen ante sí la responsabilidad de trabajar porque Mexicana retome el vuelo. Más obstáculos, pretextos, filtraciones, sospechosismos sólo confirmarán que hay una intención deliberada de frenarla con todo lo que ello demuestre de opacidad y/o incompetencia. Ustedes eligen el camino, señores.

 Lo oí en 123.45: Y para ponerle cerecita al pastel, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estará haciendo por estos días una auditoría de seguridad de transporte aéreo. Para empezar, hay algunas sorpresitas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, como el hecho que señalan especialistas de que el AICM no tiene la certificación reglamentada en el anexo 14, norma 1.41 de la OACI, relativa a los procedimientos de facilitación, seguridad operacional y seguridad aeroportuaria que deben ser revisados de inmediato. ¿Pues dónde andan los responsables de esto?

 raviles_2@prodigy.net.mx