02 mayo 2012

DE LA COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS

La hora de la verdad
Rosario Avilés |  Opinión     2012-05-02  | Hora de creación: 21:11:04| Ultima modificación: 00:26:38




 Este 1 de mayo los trabajadores mexicanos tuvieron poco qué celebrar. Como hacía muchos años que no ocurría, el sindicalismo democrático ha sido combatido y hostilizado desde el poder, aprovechando el descrédito que ha sido propiciado por la misma autoridad que se ha servido del corporativismo y la corrupción en otras instituciones del género.

 Triste final de sexenio, donde el panismo ha mostrado su verdadera factura y la falta de compromiso con las causas de los más desprotegidos. No importa cuán alto griten y cuántas cifras se manejen, la realidad está a la vista: los pobres hoy son más pobres, el porcentaje de pobres se incrementa y la desigualdad crece día con día.

 Para quienes tienen una vida democrática sostenida durante décadas no hay un reconocimiento, sino un combate sistemático, porque el modelo económico les manda a los funcionarios públicos a destruir todo aquello que implique equilibrio y freno a la voracidad del capital.

 Amparado en el mito de que “la mano invisible del mercado” acomodará todos los factores de la producción, la administración calderonista ha permitido todos los excesos de la burotecnocracia que privilegia el pseudosindicalismo blanco de contratos de protección y liderazgos espurios.

 Lo único que han logrado es dejar sin empleo a cada día más trabajadores especializados y con experiencia o, en el mejor de los casos, reducir sus percepciones salariales al mínimo, razonando como señores feudales: “al menos tienen trabajo”. Si ése es el país que están proponiendo no lo necesitamos.

 Esta mañana del 2 de mayo será, finalmente, la hora de la verdad para la entrega de las acciones de Mexicana a los inversionistas de Med Atlántica. No deja de llamar la atención que el gobierno federal requiera el traspaso de acciones de una entelequia llamada Tenedora K a un grupo que desea invertir en la aerolínea.

 Bien mirado, el hecho de que cualquier poseedor de acciones de una empresa que sea concesionaria de un servicio público federal de transporte pueda venderlas a quien sea, debería ser motivo de investigación. Suponemos —porque nadie lo sabe— que Tenedora K pertenece a personas honorables pero… ¿y si los accionistas fueran miembros del crimen organizado o de agrupaciones terroristas? ¿Y si cualquier otro grupo concesionario, de éste o cualquier otro medio de transporte, decidiera traspasar su propiedad a grupos que nadie sabe de dónde salieron? ¡Pues con razón la inseguridad campea en toda la nación!

 Y más allá de esto: ¿Cómo es posible que nadie haya sancionado esta venta y que ese grupo pueda tener en sus manos la viabilidad o no de una empresa como Mexicana? No cabe duda que estamos en el país del cinismo. Si hubiera Estado, la autoridad no permitiría tal chantaje y la palabra empeñada se hubiese cumplido escrupulosamente.

 Esperemos, sin embargo, que el traspaso de acciones se dé y que los poderes fácticos y “establecidos” (que a veces, como en este caso, coinciden) permitan que Mexicana regrese a operar.

 Hoy conoceremos si realmente existe el compromiso de la SCT para que los nuevos inversionistas inicien operaciones y en estas semanas se sabrá también si están dispuestos a dejar de obstaculizar la culminación del concurso mercantil, respetando los acuerdos que ASA y Bancomext ya habían comprometido y ordenándole a Velázquez que deje de hacerle al policía chino, y no reviente las oportunidades de empleo, como lo hizo en el caso de Aviacsa.

 La hora de la verdad está llegando. Es previsible que el PAN pierda la Presidencia por éstas y otras muchas razones y que después de ello analicen desapasionadamente cómo fueron perdiendo los principios, los valores, el partido y el poder. Lástima que en el camino se lleven entre las patas de los caballos a los trabajadores mexicanos, cuyo único pecado es no tener amigos en el gobierno… ¿o sería más propio decir intereses?

 raviles_2@prodigy.net.mx