18 agosto 2011

DEL CORREO DEL BLOG

¿Y ahora qué?
Un grupo del PRI busca mantener los privilegios de los líderes sindicales.
David Páramo




Grupo Posadas

Los hechos siguen dando la razón a lo publicado en esta columna. Desde hace ya varios meses le habíamos adelantado que las denuncias penales se convertirían en una constante para los ejecutivos y miembros del Consejo de Administración de Mexicana de Aviación (que se repiten en Grupo Posadas), puesto que hay una gran cantidad de evidencias de que actuaron fuera de la ley.

Por un lado están las acciones legales de Banorte, dirigido por Alejandro Valenzuela, y algunas otras instituciones de crédito. Como le hemos informado les acusan de haber dispuesto indebidamente de los recursos de un fideicomiso que tenía como finalidad garantizar el pago de un crédito.

Como le informamos oportunamente, cuando se dio este crédito se hicieron por lo menos dos grupos de irregularidades. El primero fue que entregaron información falsa para obtener los recursos, como queda demostrado incluso con comunicados al mercado de valores.

El segundo grupo tiene que ver con prácticas criminales. La forma de garantizar el pago de créditos bancarios era depositar los recursos en un fideicomiso; sin embargo, los administradores de Mexicana no sólo depositaron el dinero en otras cuentas, sino que, además, drenaron recursos.

Algo similar hicieron en contra del fisco. Aproximadamente la mitad del precio de un boleto de avión son impuestos y derechos que la línea aérea debe entregar a la autoridad. Como le dijimos, en los últimos meses los funcionarios de Mexicana, que hoy están en Grupo Posadas, “se clavaron” estos impuestos y el Servicio de Administración Tributaria interpuso una denuncia penal en contra de estas personas, tal y como se las habíamos anticipado.