CORPORATIVO
Comentaristas - Jueves, 02 de Junio de 2011
Rogelio Varela
Bancomext y la crisis de Mexicana.
Mientras se prolonga la agonía de Mexicana de Aviación, un expediente por ventilar es el préstamo otorgado por Bancomext.
En el medio financiero se menciona que Héctor Rangel Domene, director general de Bancomext, está a punto de entrar en el síndrome de su predecesor Humberto Soto, aquel exdirector de ese banco de desarrollo que a principios de los noventa tuvo que dejar el puesto porque, cumpliendo órdenes "de arriba", descuidó las formas y el destino del crédito que le otorgó a los constructores del World Trade Center.
Recordará que en aquella ocasión Bancomext no sólo aprobó al vapor un crédito de 30 millones de dólares, sino que ese dinero no fue usado para el destino que fue solicitado, y el otrora esqueleto del Hotel de México estuvo a punto de quedarse de muestra.
En mayo de 2009 el gobierno federal anunció mediante un comunicado de prensa que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público otorgaría apoyos económicos para enfrentar la emergencia sanitaria por el brote de influenza A/H1N1, ya que preveía un impacto significativo sobre el crecimiento económico.
En ese marco, Bancomext anunció apoyos a las aerolíneas por tres mil millones de pesos, aunque en el acuerdo de autorización se determinó que los créditos se otorgarían mediante el uso de contragarantías sujeto a que se observara un ajuste estructural en el sector que le diera viabilidad de largo plazo. Asimismo, el financiamiento requería del respaldo de los principales accionistas de las aerolíneas y garantías reales. Los apoyos crediticios otorgados contarían con recursos de contragarantía por mil millones de pesos.
Tres aerolíneas se encontraban en una situación financiera desfavorable, ya que mostraban un nivel alto de endeudamiento, de entre 75 y 133 por ciento respecto a sus activos, y con pérdidas acumuladas superiores a las dos terceras partes de su capital social.
En este contexto, claramente descartadas como sujetos de crédito, el Bancomext decidió conceder un crédito a Mexicana de Aviación, en ese entonces al frente de Gastón Azcárraga Andrade y Manuel Borja Chico, mediante la creación de un fideicomiso.
Con el informe de supervisión y monitoreo realizado por Bancomext a una de las aerolíneas fideicomitente, se observó que ésta presentó una situación financiera desfavorable, ya que reportó una pérdida neta del 8.8 por ciento del total de sus ventas; de igual manera, los índices de liquidez fueron menores que la unidad y un capital de trabajo negativo, que podrían poner en duda la recuperación de los créditos. Más adelante, dos aerolíneas entrarían a concurso mercantil.
Lo cuestionable es que en ese contexto, y mediante el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2009 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se concluyó que Bancomext otorgó los apoyos "sin que haya evidenciado ninguna acción de seguimiento acorde con el nivel de riesgo de dichas operaciones, además de no haber realizado estudios prospectivos para operaciones de riesgo".
En fin, mientras el fantasma de la quiebra acecha a Mexicana de Aviación, siguen las dudas de si los aviones otorgados en garantía a Bancomext podrían cubrir el préstamo ahora cuestionado por la ASF.
Comentaristas - Jueves, 02 de Junio de 2011
Rogelio Varela
Bancomext y la crisis de Mexicana.
Mientras se prolonga la agonía de Mexicana de Aviación, un expediente por ventilar es el préstamo otorgado por Bancomext.
En el medio financiero se menciona que Héctor Rangel Domene, director general de Bancomext, está a punto de entrar en el síndrome de su predecesor Humberto Soto, aquel exdirector de ese banco de desarrollo que a principios de los noventa tuvo que dejar el puesto porque, cumpliendo órdenes "de arriba", descuidó las formas y el destino del crédito que le otorgó a los constructores del World Trade Center.
Recordará que en aquella ocasión Bancomext no sólo aprobó al vapor un crédito de 30 millones de dólares, sino que ese dinero no fue usado para el destino que fue solicitado, y el otrora esqueleto del Hotel de México estuvo a punto de quedarse de muestra.
En mayo de 2009 el gobierno federal anunció mediante un comunicado de prensa que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público otorgaría apoyos económicos para enfrentar la emergencia sanitaria por el brote de influenza A/H1N1, ya que preveía un impacto significativo sobre el crecimiento económico.
En ese marco, Bancomext anunció apoyos a las aerolíneas por tres mil millones de pesos, aunque en el acuerdo de autorización se determinó que los créditos se otorgarían mediante el uso de contragarantías sujeto a que se observara un ajuste estructural en el sector que le diera viabilidad de largo plazo. Asimismo, el financiamiento requería del respaldo de los principales accionistas de las aerolíneas y garantías reales. Los apoyos crediticios otorgados contarían con recursos de contragarantía por mil millones de pesos.
Tres aerolíneas se encontraban en una situación financiera desfavorable, ya que mostraban un nivel alto de endeudamiento, de entre 75 y 133 por ciento respecto a sus activos, y con pérdidas acumuladas superiores a las dos terceras partes de su capital social.
En este contexto, claramente descartadas como sujetos de crédito, el Bancomext decidió conceder un crédito a Mexicana de Aviación, en ese entonces al frente de Gastón Azcárraga Andrade y Manuel Borja Chico, mediante la creación de un fideicomiso.
Con el informe de supervisión y monitoreo realizado por Bancomext a una de las aerolíneas fideicomitente, se observó que ésta presentó una situación financiera desfavorable, ya que reportó una pérdida neta del 8.8 por ciento del total de sus ventas; de igual manera, los índices de liquidez fueron menores que la unidad y un capital de trabajo negativo, que podrían poner en duda la recuperación de los créditos. Más adelante, dos aerolíneas entrarían a concurso mercantil.
Lo cuestionable es que en ese contexto, y mediante el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2009 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se concluyó que Bancomext otorgó los apoyos "sin que haya evidenciado ninguna acción de seguimiento acorde con el nivel de riesgo de dichas operaciones, además de no haber realizado estudios prospectivos para operaciones de riesgo".
En fin, mientras el fantasma de la quiebra acecha a Mexicana de Aviación, siguen las dudas de si los aviones otorgados en garantía a Bancomext podrían cubrir el préstamo ahora cuestionado por la ASF.