EN LAS ÚLTIMAS horas, el grupo del ejecutivo regiomontano Arturo Barahona y la firma PC Capital de Pablo Coballasi dieron un gigantesco paso en su aspiración para rescatar Mexicana con un proyecto acotado.
Lograron suscribir los acuerdos que se requerían en lo laboral con los 3 sindicatos involucrados, es decir ASPA de Fernando Perfecto, ASSA de Lizette Clavel y SNTAS de Miguel Ángel Yúdico, el más reticente.
Nombres, nombres... y nombres | Alberto Aguilar Jueves 25 de noviembre de 2010
Arranca “data room” de Mexicana para integrar grupo de socios, reestructura en 3 semanas y por aparte grandes acreedores
Este fue el obstáculo que justo dejó en el camino a IXE de Enrique Castillo, por el pasivo laboral a valor contrato colectivo.
En la propuesta aceptada se liquidará ese adeudo en efectivo, el equivalente a mil millones de pesos, un bono y la capitalización de otro tramo.
También se acordaron nuevas condiciones laborales, más competitivas y similares a las que tienen Volaris de Pedro Aspe, Interjet de Miguel Alemán y VivaAerobus de Roberto Alcántara.
Aún falta por entregar los convenios respectivos con los tres sindicatos en la STPS de Javier Lozano y en la JFCA.
Como le adelantaba, ahora el paso a seguir será conformar el grupo de inversionistas que se subirán a la nueva Mexicana. Hay hombres de negocios nacionales en prospecto, fondos de inversión y al menos un par de aerolíneas extranjeras.
Será en las próximas dos semanas cuando los potenciales inversionistas decidan su participación. De momento está por arrancar lo que se conoce en el argot financiero como el “data room”. Acto seguido se deberá firmar un acuerdo con los accionistas, conformar el nuevo consejo y algo fundamental obtener el fondeo para las liquidaciones y los gastos preoperativos, o sea unos mil 600 millones de pesos.
Claro que previamente y en el contexto del concurso mercantil deberá reestructurarse el pasivo por unos 15 mil millones de pesos, lo cual se espera concluir en un máximo de tres semanas.
El conciliador, en este caso Gerardo Badín, coordinará el esfuerzo para reestructurar al grueso de la deuda, buscando quitas que andarían por arriba del 50 por ciento y reprogramando el resto a 7 años.
En tanto el nuevo grupo se dará a la tarea de cerrar convenios, algunos ya iniciados, con los más importantes acreedores de Mexicana, entre ellos Bancomext que dirige Héctor Rangel, Banorte que lleva Alejandro Valenzuela y por supuesto el gobierno, básicamente en lo que hace a proveeduría con ASA de Gilberto López Meyer para lo relativo a turbosina y SENEAM que comanda Ever Molina para los servicios de navegación. En muchos casos hay garantías de por medio que se ejercerán.
En esa misma línea habrá que llegar acuerdos con el AICM de Héctor Velázquez, Asur de Fernando Chico Pardo, OMA que comanda Víctor Humberto Bravo y GAP de Jorge Sales. Cada uno de ellos representará diferente tonalidad en la interlocución.
Otro flanco importante tendrá que ver con las arrendadoras de aviones y los sistemas de reservaciones, esenciales para que la nueva aerolínea pueda retomar el vuelo.
Aunque los tiempos aparecen forzados aún no se descarta el arrancar para el 20 de diciembre con 2 ó 3 aviones, básicamente a destinos en EU y para aprovechar las rutas que ya se tienen.
La intención ya para 2011 es operar un total de 30 aviones con mil 600 empleados y 24 destinos internacionales a EU, Canadá y El Caribe y 6 domésticos.
El compromiso con los trabajadores es el tener una línea aérea con al menos el doble de activos en un plazo de 3 a 5 años, situación similar al proceso que a finales de los 80’s se tuvo con el caso de Aerovías. Habrá que esperar.
Lograron suscribir los acuerdos que se requerían en lo laboral con los 3 sindicatos involucrados, es decir ASPA de Fernando Perfecto, ASSA de Lizette Clavel y SNTAS de Miguel Ángel Yúdico, el más reticente.
Nombres, nombres... y nombres | Alberto Aguilar Jueves 25 de noviembre de 2010
Arranca “data room” de Mexicana para integrar grupo de socios, reestructura en 3 semanas y por aparte grandes acreedores
Este fue el obstáculo que justo dejó en el camino a IXE de Enrique Castillo, por el pasivo laboral a valor contrato colectivo.
En la propuesta aceptada se liquidará ese adeudo en efectivo, el equivalente a mil millones de pesos, un bono y la capitalización de otro tramo.
También se acordaron nuevas condiciones laborales, más competitivas y similares a las que tienen Volaris de Pedro Aspe, Interjet de Miguel Alemán y VivaAerobus de Roberto Alcántara.
Aún falta por entregar los convenios respectivos con los tres sindicatos en la STPS de Javier Lozano y en la JFCA.
Como le adelantaba, ahora el paso a seguir será conformar el grupo de inversionistas que se subirán a la nueva Mexicana. Hay hombres de negocios nacionales en prospecto, fondos de inversión y al menos un par de aerolíneas extranjeras.
Será en las próximas dos semanas cuando los potenciales inversionistas decidan su participación. De momento está por arrancar lo que se conoce en el argot financiero como el “data room”. Acto seguido se deberá firmar un acuerdo con los accionistas, conformar el nuevo consejo y algo fundamental obtener el fondeo para las liquidaciones y los gastos preoperativos, o sea unos mil 600 millones de pesos.
Claro que previamente y en el contexto del concurso mercantil deberá reestructurarse el pasivo por unos 15 mil millones de pesos, lo cual se espera concluir en un máximo de tres semanas.
El conciliador, en este caso Gerardo Badín, coordinará el esfuerzo para reestructurar al grueso de la deuda, buscando quitas que andarían por arriba del 50 por ciento y reprogramando el resto a 7 años.
En tanto el nuevo grupo se dará a la tarea de cerrar convenios, algunos ya iniciados, con los más importantes acreedores de Mexicana, entre ellos Bancomext que dirige Héctor Rangel, Banorte que lleva Alejandro Valenzuela y por supuesto el gobierno, básicamente en lo que hace a proveeduría con ASA de Gilberto López Meyer para lo relativo a turbosina y SENEAM que comanda Ever Molina para los servicios de navegación. En muchos casos hay garantías de por medio que se ejercerán.
En esa misma línea habrá que llegar acuerdos con el AICM de Héctor Velázquez, Asur de Fernando Chico Pardo, OMA que comanda Víctor Humberto Bravo y GAP de Jorge Sales. Cada uno de ellos representará diferente tonalidad en la interlocución.
Otro flanco importante tendrá que ver con las arrendadoras de aviones y los sistemas de reservaciones, esenciales para que la nueva aerolínea pueda retomar el vuelo.
Aunque los tiempos aparecen forzados aún no se descarta el arrancar para el 20 de diciembre con 2 ó 3 aviones, básicamente a destinos en EU y para aprovechar las rutas que ya se tienen.
La intención ya para 2011 es operar un total de 30 aviones con mil 600 empleados y 24 destinos internacionales a EU, Canadá y El Caribe y 6 domésticos.
El compromiso con los trabajadores es el tener una línea aérea con al menos el doble de activos en un plazo de 3 a 5 años, situación similar al proceso que a finales de los 80’s se tuvo con el caso de Aerovías. Habrá que esperar.