Opinión de Rosario Avilés
Despegues y Aterrizajes
Las ganancias de la indefinición
Martes 1 de Junio, 2010
La falta de políticas explícitas, públicas y de largo plazo no es sólo una falencia que nos ubica como un país poco viable en el futuro. Al final, el país que tenemos es el reflejo de la sociedad que somos: improvisada y con una democracia muy inmadura. Sin embargo, lo importante es saber quién gana con el estado actual de cosas. Quién y qué gana con la indefinición, con la discrecionalidad de las decisiones, con la opacidad en la rendición de cuentas, con la falta de certidumbre.
La ocurrencia de un secretario de Comunicaciones y Transportes para "crear" una aerolínea de bandera habla no sólo de su desconocimiento del sector transporte aéreo y sus más recientes discusiones y decisiones, sino de una reiterada práctica de ignorar las realidades cercanas que muestran las imposibilidades, los retos, las dudas, las incertidumbres de un marco legal que puede ser usado en cualquier sentido a capricho del funcionario en turno. Y vayamos por partes:
¿Sabrán Treviño y Molinar que durante 15 años el Corporativo Cintra se esforzó en mantener unidas a las aerolíneas troncales nacionales y que al final, por una decisión tomada en el marco de una política pública (la competencia) se decidió vender las empresas por separado?
¿Saben los costos grandísimos de haber ejecutado esta separación en términos de recursos económicos, tiempo, desgastes internos, pleitos públicos y privados? ¿Alguien les explicó que el IPAB —o sea los contribuyentes— dejó de ganar como mil millones de dólares por vender las empresas separadas? ¿Pueden siquiera intuir el camino que han recorrido Aeroméxico y Mexicana con sus filiales para constituirse como empresas independientes?
Aún más, cuando se estaba llevando a cabo el proceso, y justamente cobijados en un marco legal discrecional y ambiguo, las autoridades de SCT y DGAC de la pasada administración abrieron el otorgamiento de concesiones de transporte aéreo a quien quiera que la pidiera. Se crearon varias aerolíneas y el experimento impidió que Aeroméxico y Mexicana fueran valoradas en su justo precio.
¿Quién o quiénes ganaron con ello? ¿Qué fue lo que ganaron? Lo peor es que quienes compraron las empresas no tardaron ni un año para empezar a gritar que sus empresas no eran viables y a pedir que los trabajadores hicieran más sacrificios, a buscar socavar las bases de la contratación colectiva y a intrigar para que de las muchas empresas nuevas sólo quedaran las "convenientes".
Al paso de los funcionarios, el actual marco legal sirve para todo: para cerrar aquellas empresas incómodas cobrando facturas de quién sabe qué problemas añejos que no tienen nada que ver con la aviación, como fue en el caso de Aviacsa y para premiar a quienes se consideran aliados de los actuales directivos. Otra vez: ¿quién y qué gana con ello?
De pronto se inventa la necesidad de una sola empresa "bandera" (¿sabrán qué significa eso?) y como es difícil concretar el nuevo capricho, ahora se hacen esfuerzos con artes un poco extrañas para llevar a la "opinión pública" a la conclusión de que "no hay de otra" y se tienen que unir ambas empresas.
O al menos esta es la impresión que dejan quienes proveen de información a los medios. Los datos son tan contradictorios que en el caso de Mexicana lo mismo se habla de fraude que de reputaciones poco confiables en sus mandos, de crecimiento en el mercado que dé inviabilidad porque los pasivos son mayores que los activos. Como vivimos en el país de la opacidad, de la componenda y de la filtración es muy difícil saber cuál es la verdad real y sobre todo las intenciones de todo esto.
La verdad es que mientras siga existiendo el marco legal actual, no exista una política de Estado de largo plazo y las autoridades sigan tratando de resolver en los medios lo que no hacen en sus oficinas (sólo hay que ver lo que pasa en el Seneam y en el área de licencias de la DGAC, tema del que nos ocuparemos la próxima semana). Mientras todo ello siga sucediendo no habrá viabilidad para este país y los panistas seguirán cavando su tumba (¿o será mausoleo de lujo?).
raviles_2@prodigy.net.mx
Despegues y Aterrizajes
Las ganancias de la indefinición
Martes 1 de Junio, 2010
La falta de políticas explícitas, públicas y de largo plazo no es sólo una falencia que nos ubica como un país poco viable en el futuro. Al final, el país que tenemos es el reflejo de la sociedad que somos: improvisada y con una democracia muy inmadura. Sin embargo, lo importante es saber quién gana con el estado actual de cosas. Quién y qué gana con la indefinición, con la discrecionalidad de las decisiones, con la opacidad en la rendición de cuentas, con la falta de certidumbre.
La ocurrencia de un secretario de Comunicaciones y Transportes para "crear" una aerolínea de bandera habla no sólo de su desconocimiento del sector transporte aéreo y sus más recientes discusiones y decisiones, sino de una reiterada práctica de ignorar las realidades cercanas que muestran las imposibilidades, los retos, las dudas, las incertidumbres de un marco legal que puede ser usado en cualquier sentido a capricho del funcionario en turno. Y vayamos por partes:
¿Sabrán Treviño y Molinar que durante 15 años el Corporativo Cintra se esforzó en mantener unidas a las aerolíneas troncales nacionales y que al final, por una decisión tomada en el marco de una política pública (la competencia) se decidió vender las empresas por separado?
¿Saben los costos grandísimos de haber ejecutado esta separación en términos de recursos económicos, tiempo, desgastes internos, pleitos públicos y privados? ¿Alguien les explicó que el IPAB —o sea los contribuyentes— dejó de ganar como mil millones de dólares por vender las empresas separadas? ¿Pueden siquiera intuir el camino que han recorrido Aeroméxico y Mexicana con sus filiales para constituirse como empresas independientes?
Aún más, cuando se estaba llevando a cabo el proceso, y justamente cobijados en un marco legal discrecional y ambiguo, las autoridades de SCT y DGAC de la pasada administración abrieron el otorgamiento de concesiones de transporte aéreo a quien quiera que la pidiera. Se crearon varias aerolíneas y el experimento impidió que Aeroméxico y Mexicana fueran valoradas en su justo precio.
¿Quién o quiénes ganaron con ello? ¿Qué fue lo que ganaron? Lo peor es que quienes compraron las empresas no tardaron ni un año para empezar a gritar que sus empresas no eran viables y a pedir que los trabajadores hicieran más sacrificios, a buscar socavar las bases de la contratación colectiva y a intrigar para que de las muchas empresas nuevas sólo quedaran las "convenientes".
Al paso de los funcionarios, el actual marco legal sirve para todo: para cerrar aquellas empresas incómodas cobrando facturas de quién sabe qué problemas añejos que no tienen nada que ver con la aviación, como fue en el caso de Aviacsa y para premiar a quienes se consideran aliados de los actuales directivos. Otra vez: ¿quién y qué gana con ello?
De pronto se inventa la necesidad de una sola empresa "bandera" (¿sabrán qué significa eso?) y como es difícil concretar el nuevo capricho, ahora se hacen esfuerzos con artes un poco extrañas para llevar a la "opinión pública" a la conclusión de que "no hay de otra" y se tienen que unir ambas empresas.
O al menos esta es la impresión que dejan quienes proveen de información a los medios. Los datos son tan contradictorios que en el caso de Mexicana lo mismo se habla de fraude que de reputaciones poco confiables en sus mandos, de crecimiento en el mercado que dé inviabilidad porque los pasivos son mayores que los activos. Como vivimos en el país de la opacidad, de la componenda y de la filtración es muy difícil saber cuál es la verdad real y sobre todo las intenciones de todo esto.
La verdad es que mientras siga existiendo el marco legal actual, no exista una política de Estado de largo plazo y las autoridades sigan tratando de resolver en los medios lo que no hacen en sus oficinas (sólo hay que ver lo que pasa en el Seneam y en el área de licencias de la DGAC, tema del que nos ocuparemos la próxima semana). Mientras todo ello siga sucediendo no habrá viabilidad para este país y los panistas seguirán cavando su tumba (¿o será mausoleo de lujo?).
raviles_2@prodigy.net.mx
