Alberto Aguilar
Nombres, nombres... y nombres
21 de mayo de 2010
Tras oferta de bono por 250 mdd en junio, Mexicana en BMV para 2011 y con Bancomext sólo canje de crédito por garantía
PARA NADIE SON un secreto las dificultades que enfrenta la aviación del país. El año pasado su entorno se hizo todavía más complicado por la recesión, la influenza y el alza del petróleo, que pese a un ligero respiro, aún es variable.
En México hay además un tema estructural arrastrado por años, puesto que el mercado se mantiene estancado y es insuficiente para dos troncales como son Aeroméxico que preside José Luis Barraza y Mexicana de Gastón Azcárraga
En ese contexto hay una lucha cuerpo a cuerpo entre las dos aerolíneas, marco en el que se ha atizado en los últimos días un ambiente desfavorable con versiones no necesariamente correctas en detrimento de Mexicana.
El rumor se ha combinado con situaciones reales en un momento crucial para esta compañía, dadas su intención de colocar en los mercados internacionales un bono por 250 millones de dólares a 5 años, operación a cargo de Goldman Sachs que dirige Martín Werner.
Le platicaba del relevo de Gerardo Barrera a la dirección de finanzas de la aerolínea por un fraude. Por esa misma causa salió la cabeza de auditoría interna Miguel Ángel Ayala y otros de sus colaboradores.
Barrera fue relevado por Claudio Visintini, financiero con algunos escándalos en su trayectoria, entre ellos un muy ruidoso y prolongado divorcio.
También renunció Isaac Volín a la dirección comercial, lo que coincidió con los otros ajustes, ya que el ejecutivo recibió una oferta para asumir aquí a BlackRock.
También se informó de la llegada de Arturo Barahona, ex director de Aeroméxico y quien será el primer consejero independiente y asesor de Manuel Borja Chico para aprovechar su expertis.
La llegada de Barahona es parte de un plan en marcha que culminaría en 2011 cuando se pretende colocar en bolsa de Mexicana.
Sería su regreso, puesto que a principios de los 90 estaba listada como CMA.
La idea es que más adelante lleguen otros consejeros independientes y ya se conforman algunos comités que requiere una empresa pública, entre ellos los de finanzas y auditoría.
Mexicana, como el resto de la industria, tuvo números rojos en 2009, pero está convencida de terminar con un balance positivo.
En el primer trimestre sus ventas crecieron 1 por ciento y se mantuvo como la número uno en el segmento internacional con 65.30 por ciento del mercado. En lo doméstico tiene el 29.3 por ciento, superada por Aeroméxico con el 32.6 por ciento.
Pese a las especulaciones, ha cumplido cabalmente el pago de intereses de un crédito con Banorte de Alejandro Valenzuela por 150 millones de dólares y las 18 amortizaciones pactadas cada mes con Bancomext que lleva Héctor Rangel.
Como le adelanté, con este banco se busca cancelar un pasivo por 970 millones de pesos, aprovechando la colocación del bono prevista para junio.
Sin embargo desde marzo pasado hay una solicitud para sustituir el crédito, que es oneroso, por una garantía parcial que soportaría la oferta de papel prevista.
Bancomext bajaría su exposición de unos 75 millones de dólares, que es el crédito vigente, a una garantía por 60 millones de dólares que es lo que solicita Mexicana.
El planteamiento que aún estudia el banco de desarrollo, ya lo conocen SHCP de Ernesto Cordero y SCT de Juan Molinar, y está lejos del enfoque en cuanto a un rescate por parte del Estado.
La aerolínea mantendría la caución ya cedida de 10 aviones A320-200, una propiedad en Tuxpan y los flujos de la BCP, que es la cámara de compensación vinculada a las agencias de viajes que lleva la IATA.
Mexicana es propiedad de un grupo de accionistas entre los que están Grupo Posadas, Ángel Losada y su familia, Ricardo Amtmann y Juan Gallardo Thurlow. La participación de Laura Diez Barroso y Carlos Laviada se diluyó desde el año pasado.