Opinión de
Despegues y Aterrizajes(Rosario Avilés | )
Sigue la liberalización de los mercados aéreos
Rosario Avilés | Opinión
Martes 15 de Dic., 2009 | Hora de modificación: 02:29
El viernes pasado, después de largas e intensas negociaciones, Estados Unidos y Japón firmaron finalmente un pacto de apertura de cielos que permitirá a las aerolíneas de ambos países intensificar los vuelos entre ambas naciones y romper los obstáculos que impedían el crecimiento de ese mercado.
Aunque en los últimos 50 años la relación entre estas dos economías ha sido sumamente estrecha, en materia de aviación siempre se había visto constreñida por el proteccionismo que mantienen ambos países en este tema. De hecho, el anuncio del acuerdo de cielos abiertos fue calificado como histórico pues a pesar de ser países con lazos comerciales muy acusados, lo cierto es que en materia de aviación los intentos de abrir un poco el bilateral siempre habían permanecido congelados, tabú que -dicen los especialistas- terminó de romperse a la luz de los muchos problemas financieros que ha tenido la aerolínea de bandera Japan Airlines, que hace unas semanas anunció una reestructuración profunda para hacer frente a sus quebrantos financieros.
En cualquier caso, es evidente que el camino hacia la liberalización de los mercados de transporte aéreo está sufriendo una transformación radical, al margen de la Organización de Aviación Civil Internacional, organismo que no termina de entender su función en estos tiempos y que se ha quedado a la zaga de los desafíos que el siglo XXI le ha planteado a esta actividad.
Se dice que para lograr un cambio de paradigma, en este caso el de las relaciones estrictamente bilaterales y restrictivas, sólo hace falta juntar una masa crítica lo suficientemente dinámica como para romper los antiguos cartabones e instalar un nuevo régimen. Después del acuerdo Estados Unidos-Unión Europea, el de Japón con la Unión Americana se considera el de mayor impacto para lograr un impulso imparable.
Una de las cosas más importantes del nuevo acuerdo Japón-Estados Unidos es la liberación de las restricciones de inversión, y aunque todavía en materia de fusiones hay dudas respecto a lo que determinarán los organismos de competencia económica, lo cierto es que el acuerdo final fue recibido con mucho optimismo ya que en su recta final estuvo a punto de naufragar.
Otro de los puntos interesantes es que el acuerdo se da en medio de las fusiones de aerolíneas estadunidenses, cuestión que pone a debate una vez más la conveniencia de crear aerolíneas nacionales fuertes que sean capaces de competir con los grandes conglomerados que se están formando y solidificando a nivel global. El problema, desde luego, es que los países en desarrollo, como el nuestro, están sumamente lejos de poder competir porque casi siempre llegamos a las decisiones globales tarde y mal preparados. Una lástima que tengamos gobiernos sordos e insensibles.
Lo oí en 123.45: Siguen los problemas al interior de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación. Sin secretario general, puesto que Lizette Clavel fue desconocida en un proceso cuestionado, los intereses empresariales mezquinos medran a su costa, de modo que debilitan lo que de suyo constituye una fortaleza de las aerolíneas con esta fuerza de trabajo que, lejos de ser intrascendente y de funciones de atención para comidas, es un importante aliado de la seguridad de las operaciones, por las funciones de conducción de maniobras en casos de incidentes a bordo, emergencias en vuelo y evacuación de aeronaves. Ojalá que los litigantes sepan entender cuál es su papel en este caso y pongan los intereses del gremio y de la aviación mexicana por encima de los suyos propios. Lo contrario será seguir dándole armas a los poco escrupulosos funcionarios de medio pelo de las empresas, también concentrados en sus propios intereses particulares.
Por vacaciones de Navidad esta columna sale del aire hasta el 5 de enero, a tiempo de escribirle a los Reyes Magos la cartita de rigor.
raviles_2@prodigy.net.mx
Despegues y Aterrizajes(Rosario Avilés | )
Sigue la liberalización de los mercados aéreos
Rosario Avilés | Opinión
Martes 15 de Dic., 2009 | Hora de modificación: 02:29
El viernes pasado, después de largas e intensas negociaciones, Estados Unidos y Japón firmaron finalmente un pacto de apertura de cielos que permitirá a las aerolíneas de ambos países intensificar los vuelos entre ambas naciones y romper los obstáculos que impedían el crecimiento de ese mercado.
Aunque en los últimos 50 años la relación entre estas dos economías ha sido sumamente estrecha, en materia de aviación siempre se había visto constreñida por el proteccionismo que mantienen ambos países en este tema. De hecho, el anuncio del acuerdo de cielos abiertos fue calificado como histórico pues a pesar de ser países con lazos comerciales muy acusados, lo cierto es que en materia de aviación los intentos de abrir un poco el bilateral siempre habían permanecido congelados, tabú que -dicen los especialistas- terminó de romperse a la luz de los muchos problemas financieros que ha tenido la aerolínea de bandera Japan Airlines, que hace unas semanas anunció una reestructuración profunda para hacer frente a sus quebrantos financieros.
En cualquier caso, es evidente que el camino hacia la liberalización de los mercados de transporte aéreo está sufriendo una transformación radical, al margen de la Organización de Aviación Civil Internacional, organismo que no termina de entender su función en estos tiempos y que se ha quedado a la zaga de los desafíos que el siglo XXI le ha planteado a esta actividad.
Se dice que para lograr un cambio de paradigma, en este caso el de las relaciones estrictamente bilaterales y restrictivas, sólo hace falta juntar una masa crítica lo suficientemente dinámica como para romper los antiguos cartabones e instalar un nuevo régimen. Después del acuerdo Estados Unidos-Unión Europea, el de Japón con la Unión Americana se considera el de mayor impacto para lograr un impulso imparable.
Una de las cosas más importantes del nuevo acuerdo Japón-Estados Unidos es la liberación de las restricciones de inversión, y aunque todavía en materia de fusiones hay dudas respecto a lo que determinarán los organismos de competencia económica, lo cierto es que el acuerdo final fue recibido con mucho optimismo ya que en su recta final estuvo a punto de naufragar.
Otro de los puntos interesantes es que el acuerdo se da en medio de las fusiones de aerolíneas estadunidenses, cuestión que pone a debate una vez más la conveniencia de crear aerolíneas nacionales fuertes que sean capaces de competir con los grandes conglomerados que se están formando y solidificando a nivel global. El problema, desde luego, es que los países en desarrollo, como el nuestro, están sumamente lejos de poder competir porque casi siempre llegamos a las decisiones globales tarde y mal preparados. Una lástima que tengamos gobiernos sordos e insensibles.
Lo oí en 123.45: Siguen los problemas al interior de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación. Sin secretario general, puesto que Lizette Clavel fue desconocida en un proceso cuestionado, los intereses empresariales mezquinos medran a su costa, de modo que debilitan lo que de suyo constituye una fortaleza de las aerolíneas con esta fuerza de trabajo que, lejos de ser intrascendente y de funciones de atención para comidas, es un importante aliado de la seguridad de las operaciones, por las funciones de conducción de maniobras en casos de incidentes a bordo, emergencias en vuelo y evacuación de aeronaves. Ojalá que los litigantes sepan entender cuál es su papel en este caso y pongan los intereses del gremio y de la aviación mexicana por encima de los suyos propios. Lo contrario será seguir dándole armas a los poco escrupulosos funcionarios de medio pelo de las empresas, también concentrados en sus propios intereses particulares.
Por vacaciones de Navidad esta columna sale del aire hasta el 5 de enero, a tiempo de escribirle a los Reyes Magos la cartita de rigor.
raviles_2@prodigy.net.mx
