Rechaza ASSA plan de ahorro de Mexicana
Patricia Muñoz Ríos
La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) dio a conocer ayer que la mayoría de los agremiados votaron contra la propuesta de Mexicana de Aviación de llevar a cabo un plan de ahorros por 17 millones de dólares para así resolver el conflicto con la empresa.
En entrevista telefónica, la dirigente del gremio, Lizette Clavel Sánchez, apuntó que la propuesta de la aerolínea fue sometida a votación y casi tres cuartas partes de los sindicados rechazaron el programa.
Ayer se comunicó a la empresa el resultado de la consulta entre los trabajadores, en la cual 744 sobrecargos manifestaron que repudian el convenio y prefieren esperar el fallo de la Corte sobre el conflicto. En cambio, 350 señalaron que sí querían un arreglo con la línea aérea.
Cabe mencionar que Mexicana de Aviación pretextó un "conflicto de naturaleza económica" para no cumplir el contrato colectivo de trabajo. Ese asunto es revisado actualmente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y la compañía presentó un convenio para que, a cambio de quitar el recurso legal, los trabajadores aceptaran un plan de ahorros.
Luego de más de una semana de votaciones, los trabajadores dijeron no al planteamiento. Según Clavel Sánchez, ello puede generar que la firma quiera "castigar" los salarios de los sobrecargos e incluso intente despedir personal.
Además, dijo, Mexicana podría pronunciarse por la fusión con Aeroméxico, lo que impactaría a los empleados. Sin embargo, comentó que haber aceptado el plan de la aerolínea significaría cargar de nuevo con el costo de la crítica situación que enfrenta.
Pide British Airways trabajo gratis
El presidente ejecutivo de la aerolínea así como el presidente financiero ya aceptaron trabajar sin cobrar durante julio
Reuters
Londres, Gran Bretaña (16 junio 2009).- La aerolínea británica British Airways, que el mes pasado anunció unas pérdidas anuales récord, dijo este martes que solicitó a sus empleados que trabajen gratis como parte de la lucha de la compañía para afrontar las duras condiciones del mercado.
La petición a sus empleados en Reino Unido, que apareció en la revista interna de la empresa, consiste en que los trabajadores se tomen de manera voluntaria entre una semana y un mes de vacaciones o de trabajo no remunerado.
El presidente ejecutivo, Willie Walsh, que junto con el presidente financiero, Keith Williams, prometió trabajar a cambio de nada en julio, dijo que la idea forma parte de un paquete de medidas de recorte de gastos que afecta a todo el mundo.
"Muchos de ustedes en toda la aerolínea se están ofreciendo para ayudar a la empresa", dijo Walsh.
"Estoy buscando que cada parte de la empresa participe de alguna manera en esta forma de conseguir dinero que ayude al plan de supervivencia de la compañía. Esto es realmente importante", expresó.
BA, la tercera mayor aerolínea de Europa por ingresos, tuvo pérdidas de operación anuales de 220 millones de libras esterlinas (362 millones de dólares) y eliminó su dividendo en mayo, argumentando que se vio afectada por la baja de los viajes y que no se prevé una recuperación inmediata.
La empresa dijo que mil empleados se ofrecieron voluntariamente para participar de un Programa de Respuesta Empresarial, que permitió a los trabajadores tomarse un mes sin empleo y sueldo o cambiar a contratos a tiempo parcial.
Walsh, que gana 735 mil libras esterlinas al año, fue uno de los que firmaron.
La nueva medida, que está diseñada para ser más flexible, no será obligatoria pero la compañía está animando a sus empleados a asumir su parte, dijo una portavoz.
Otras empresas han lanzado planes similares en respuesta a la crisis mundial de la aviación, incluida Cathay Pacific, donde la mayoría de sus empleados firmaron, dijo BA.
La semana pasada, la aerolínea británica indicó que está negociando con sus pilotos la reducción de los salarios. Walsh también dijo que habría más despidos tras reducir su fuerza laboral en 2 mil 500 personas desde marzo del año pasado.
Cuídate de los que sólo ven desorden en el ruido y paz en el silencio.
Otto von Bismark (1815-1898), político alemán.
El sector aéreo mexicano se encuentra en el caos. Las líneas aéreas mañosamente deben cantidades estratosféricas a Aeropuerto y Servicios Auxiliares en materia de servicios y combustible. Por si fuera poco, las autoridades de Aeronáutica Civil sólo revisan los factores técnicos (que es importantísimo) de las aeronaves, pero el servicio no es factor de llamadas de atención severa.
En el caso de Aviacsa, que continuaba volando ayer, es evidente el desorden y la lucha de intereses de grupos empresariales aliados a los políticos.
Aunque esto es consuelo de tontos, el caos no es nuevo. Viene de la administración de Ernesto Zedillo, donde los responsables de la seguridad aérea dejaron pasar varios casos graves que desembocaron en accidentes terribles, como el caso de Taesa, de Alberto Abed.
Los aviones volaban de milagro y en pésimas condiciones. Todo con el espíritu de apoyar la aviación de bajo costo.
Después pasó con Aerocalifornia, de Raúl Aréchiga, y ahora con Aviacsa, de Eduardo Morales Mega.
El fondo no es precisamente la inseguridad de los aviones, sino los slots del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que está saturado, para otras aerolíneas como Interjet y Volaris.
Cada slot, que es la posición durante un tiempo determinado en cada una de puertas de salida de pasajeros al avión, tiene un valor millonario.
Por ello, cuando el abogado de SCT, Sánchez Henkel, hace una afirmación de que los aviones de Aviacsa son inseguros y la aerolínea presenta ante un juez que los aviones fueron revisados por SCT y cumplieron con los requisitos de seguridad, se ve el manejo turbio de las autoridades.
Claro que una acusación así puede ser impactante y, luego de ver las aeronaves, hacen dudar a los más arriesgados pasajeros. Pero, la verdad no es la que vemos, sino la que cocinan en lo oscurito. Al final, los usuarios son las víctimas de la ambición de empresarios ligados a políticos.
Maricarmen Cortés
Desde el piso de remates
16 de junio de 2009
Se complica fusión Mexicana-Aeroméxico
La fusión de Aeroméxico y Mexicana se complica, muy a pesar de la SCT, por las grandes diferencias entre los dos grupos de accionistas que ven muchos problemas y pocos beneficios
Los problemas de una consolidación entre Aeroméxico y Mexicana van mucho más allá de obtener la autorización de la CFC, que sigue sin dar su brazo a torcer, ya que estamos hablando de dos empresas con profundas y diferentes problemáticas laborales, legales, técnicas, administrativas, informáticos, financieros, económicas y operativas.
A nivel laboral, Mexicana de Aviación, que dirige Manuel Borja, mantiene abierto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación el litigio sobre el conflicto económico que ganó en primera instancia la aerolínea y si, como todo indica, ASSA, el sindicato de sobrecargos que dirige Lizzette Clavel, pierde el amparo tendrá que aceptar modificar su contrato colectivo con un ahorro de productividad de más de 16 millones de dólares. El problema es que el fallo de la SCJN podría registrarse en cualquier momento y es un factor que desde luego pesa en las negociaciones entre Mexicana y Aeroméxico, que tienen diferentes acuerdos con los otros dos sindicatos, el de tierra (SNTAS) y el de pilotos (ASPA).
En el ámbito financiero no se conocen los resultados de las dos aerolíneas ni el monto de sus adeudos totales, pero ha trascendido que tan sólo en mayo perdieron cada una más de mil millones de pesos por el desplome de las actividades por la influenza.
Tampoco se conocen los adeudos de cada aerolínea con el Seneam, pero también ha trascendido que Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, mantiene un litigio con el AICM por pagos del TUA, que es otro de los factores que incide negativamente en las negociaciones.
A nivel técnico las flotas de ambas empresas no son compatibles, ya que Mexicana tiene en su mayoría aviones Airbus y en el caso de Click tiene aún aviones Focker, que está en proceso de cambiar por Boeing 717, y aquí reside una de las mayores diferencias en cuanto a modelo de negocios de cada aerolínea que vuelven más costosa y compleja la fusión.
A nivel operativo, Mexicana invirtió más de 80 millones de pesos en sistemas y en un nuevo programa de reservaciones Alea de Amadeus, que estará plenamente en operación a fines de diciembre y que colocará a Mexicana a la vanguardia no sólo en México sino en América Latina .
A todos estos problemas hay que añadir las condiciones que exigirá Eduardo Pérez Mota, presidente de la CFC, para autorizar la fusión y que implicará venta de activos y cierre de rutas o frecuencias, lo que resta atractivo a la consolidación, no sólo porque se dificulta aún más llegar a un acuerdo sobre la valuación de cada aerolínea, que auténticamente cada grupo eleva a las nubes, sino porque se debe considerar que la SCT quiere fortalecer la competencia y a las otras aerolíneas.
En esta coyuntura las posibilidades de fusión son cada vez más lejanas, y ante la presión de la STC que condiciona la entrega de créditos de Bancomext, las aerolíneas preparan ya un plan B que les permita salir adelante, porque lo que sí no hay duda es que hoy ambas pierden dinero y que difícilmente podrán subsistir las dos en un entorno tan adverso.
Patricia Muñoz Ríos
La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) dio a conocer ayer que la mayoría de los agremiados votaron contra la propuesta de Mexicana de Aviación de llevar a cabo un plan de ahorros por 17 millones de dólares para así resolver el conflicto con la empresa.
En entrevista telefónica, la dirigente del gremio, Lizette Clavel Sánchez, apuntó que la propuesta de la aerolínea fue sometida a votación y casi tres cuartas partes de los sindicados rechazaron el programa.
Ayer se comunicó a la empresa el resultado de la consulta entre los trabajadores, en la cual 744 sobrecargos manifestaron que repudian el convenio y prefieren esperar el fallo de la Corte sobre el conflicto. En cambio, 350 señalaron que sí querían un arreglo con la línea aérea.
Cabe mencionar que Mexicana de Aviación pretextó un "conflicto de naturaleza económica" para no cumplir el contrato colectivo de trabajo. Ese asunto es revisado actualmente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y la compañía presentó un convenio para que, a cambio de quitar el recurso legal, los trabajadores aceptaran un plan de ahorros.
Luego de más de una semana de votaciones, los trabajadores dijeron no al planteamiento. Según Clavel Sánchez, ello puede generar que la firma quiera "castigar" los salarios de los sobrecargos e incluso intente despedir personal.
Además, dijo, Mexicana podría pronunciarse por la fusión con Aeroméxico, lo que impactaría a los empleados. Sin embargo, comentó que haber aceptado el plan de la aerolínea significaría cargar de nuevo con el costo de la crítica situación que enfrenta.
Pide British Airways trabajo gratis
El presidente ejecutivo de la aerolínea así como el presidente financiero ya aceptaron trabajar sin cobrar durante julio
Reuters
Londres, Gran Bretaña (16 junio 2009).- La aerolínea británica British Airways, que el mes pasado anunció unas pérdidas anuales récord, dijo este martes que solicitó a sus empleados que trabajen gratis como parte de la lucha de la compañía para afrontar las duras condiciones del mercado.
La petición a sus empleados en Reino Unido, que apareció en la revista interna de la empresa, consiste en que los trabajadores se tomen de manera voluntaria entre una semana y un mes de vacaciones o de trabajo no remunerado.
El presidente ejecutivo, Willie Walsh, que junto con el presidente financiero, Keith Williams, prometió trabajar a cambio de nada en julio, dijo que la idea forma parte de un paquete de medidas de recorte de gastos que afecta a todo el mundo.
"Muchos de ustedes en toda la aerolínea se están ofreciendo para ayudar a la empresa", dijo Walsh.
"Estoy buscando que cada parte de la empresa participe de alguna manera en esta forma de conseguir dinero que ayude al plan de supervivencia de la compañía. Esto es realmente importante", expresó.
BA, la tercera mayor aerolínea de Europa por ingresos, tuvo pérdidas de operación anuales de 220 millones de libras esterlinas (362 millones de dólares) y eliminó su dividendo en mayo, argumentando que se vio afectada por la baja de los viajes y que no se prevé una recuperación inmediata.
La empresa dijo que mil empleados se ofrecieron voluntariamente para participar de un Programa de Respuesta Empresarial, que permitió a los trabajadores tomarse un mes sin empleo y sueldo o cambiar a contratos a tiempo parcial.
Walsh, que gana 735 mil libras esterlinas al año, fue uno de los que firmaron.
La nueva medida, que está diseñada para ser más flexible, no será obligatoria pero la compañía está animando a sus empleados a asumir su parte, dijo una portavoz.
Otras empresas han lanzado planes similares en respuesta a la crisis mundial de la aviación, incluida Cathay Pacific, donde la mayoría de sus empleados firmaron, dijo BA.
La semana pasada, la aerolínea británica indicó que está negociando con sus pilotos la reducción de los salarios. Walsh también dijo que habría más despidos tras reducir su fuerza laboral en 2 mil 500 personas desde marzo del año pasado.
Opinión de
Poder y dinero(Víctor Sánchez Baños | )
Desorden aeronáutico a merced de intereses políticos y empresariales
Víctor Sánchez Baños | Opinión
Martes 16 de Junio, 2009 | Hora de modificación: 00:53
Poder y dinero(Víctor Sánchez Baños | )
Desorden aeronáutico a merced de intereses políticos y empresariales
Víctor Sánchez Baños | Opinión
Martes 16 de Junio, 2009 | Hora de modificación: 00:53
Cuídate de los que sólo ven desorden en el ruido y paz en el silencio.
Otto von Bismark (1815-1898), político alemán.
El sector aéreo mexicano se encuentra en el caos. Las líneas aéreas mañosamente deben cantidades estratosféricas a Aeropuerto y Servicios Auxiliares en materia de servicios y combustible. Por si fuera poco, las autoridades de Aeronáutica Civil sólo revisan los factores técnicos (que es importantísimo) de las aeronaves, pero el servicio no es factor de llamadas de atención severa.
En el caso de Aviacsa, que continuaba volando ayer, es evidente el desorden y la lucha de intereses de grupos empresariales aliados a los políticos.
Aunque esto es consuelo de tontos, el caos no es nuevo. Viene de la administración de Ernesto Zedillo, donde los responsables de la seguridad aérea dejaron pasar varios casos graves que desembocaron en accidentes terribles, como el caso de Taesa, de Alberto Abed.
Los aviones volaban de milagro y en pésimas condiciones. Todo con el espíritu de apoyar la aviación de bajo costo.
Después pasó con Aerocalifornia, de Raúl Aréchiga, y ahora con Aviacsa, de Eduardo Morales Mega.
El fondo no es precisamente la inseguridad de los aviones, sino los slots del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que está saturado, para otras aerolíneas como Interjet y Volaris.
Cada slot, que es la posición durante un tiempo determinado en cada una de puertas de salida de pasajeros al avión, tiene un valor millonario.
Por ello, cuando el abogado de SCT, Sánchez Henkel, hace una afirmación de que los aviones de Aviacsa son inseguros y la aerolínea presenta ante un juez que los aviones fueron revisados por SCT y cumplieron con los requisitos de seguridad, se ve el manejo turbio de las autoridades.
Claro que una acusación así puede ser impactante y, luego de ver las aeronaves, hacen dudar a los más arriesgados pasajeros. Pero, la verdad no es la que vemos, sino la que cocinan en lo oscurito. Al final, los usuarios son las víctimas de la ambición de empresarios ligados a políticos.
Maricarmen Cortés
Desde el piso de remates
16 de junio de 2009
Se complica fusión Mexicana-Aeroméxico
La fusión de Aeroméxico y Mexicana se complica, muy a pesar de la SCT, por las grandes diferencias entre los dos grupos de accionistas que ven muchos problemas y pocos beneficios
Los problemas de una consolidación entre Aeroméxico y Mexicana van mucho más allá de obtener la autorización de la CFC, que sigue sin dar su brazo a torcer, ya que estamos hablando de dos empresas con profundas y diferentes problemáticas laborales, legales, técnicas, administrativas, informáticos, financieros, económicas y operativas.
A nivel laboral, Mexicana de Aviación, que dirige Manuel Borja, mantiene abierto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación el litigio sobre el conflicto económico que ganó en primera instancia la aerolínea y si, como todo indica, ASSA, el sindicato de sobrecargos que dirige Lizzette Clavel, pierde el amparo tendrá que aceptar modificar su contrato colectivo con un ahorro de productividad de más de 16 millones de dólares. El problema es que el fallo de la SCJN podría registrarse en cualquier momento y es un factor que desde luego pesa en las negociaciones entre Mexicana y Aeroméxico, que tienen diferentes acuerdos con los otros dos sindicatos, el de tierra (SNTAS) y el de pilotos (ASPA).
En el ámbito financiero no se conocen los resultados de las dos aerolíneas ni el monto de sus adeudos totales, pero ha trascendido que tan sólo en mayo perdieron cada una más de mil millones de pesos por el desplome de las actividades por la influenza.
Tampoco se conocen los adeudos de cada aerolínea con el Seneam, pero también ha trascendido que Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, mantiene un litigio con el AICM por pagos del TUA, que es otro de los factores que incide negativamente en las negociaciones.
A nivel técnico las flotas de ambas empresas no son compatibles, ya que Mexicana tiene en su mayoría aviones Airbus y en el caso de Click tiene aún aviones Focker, que está en proceso de cambiar por Boeing 717, y aquí reside una de las mayores diferencias en cuanto a modelo de negocios de cada aerolínea que vuelven más costosa y compleja la fusión.
A nivel operativo, Mexicana invirtió más de 80 millones de pesos en sistemas y en un nuevo programa de reservaciones Alea de Amadeus, que estará plenamente en operación a fines de diciembre y que colocará a Mexicana a la vanguardia no sólo en México sino en América Latina .
A todos estos problemas hay que añadir las condiciones que exigirá Eduardo Pérez Mota, presidente de la CFC, para autorizar la fusión y que implicará venta de activos y cierre de rutas o frecuencias, lo que resta atractivo a la consolidación, no sólo porque se dificulta aún más llegar a un acuerdo sobre la valuación de cada aerolínea, que auténticamente cada grupo eleva a las nubes, sino porque se debe considerar que la SCT quiere fortalecer la competencia y a las otras aerolíneas.
En esta coyuntura las posibilidades de fusión son cada vez más lejanas, y ante la presión de la STC que condiciona la entrega de créditos de Bancomext, las aerolíneas preparan ya un plan B que les permita salir adelante, porque lo que sí no hay duda es que hoy ambas pierden dinero y que difícilmente podrán subsistir las dos en un entorno tan adverso.
