30 mayo 2008

LAS NOTAS DE HOY

A ninguna de las dos partes conviene el paro, pero no cederemos, dice la líder gremial


Eventual huelga de sobrecargos afectaría unos 300 vuelos diarios de Aeroméxico: ASSA


■ Aún no hay nueva oferta de aumento salarial ni respuesta de la empresa sobre el CCT: Clavel


Carolina Gómez Mena


De estallar la huelga en Aeroméxico la medianoche de mañana, serán afectados alrededor de 300 vuelos y aproximadamente 3 mil 600 pasajeros diarios, señaló Lizette Clavel, secretaria general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), quien precisó que no ha habido una nueva oferta salarial de la aerolínea ni tampoco en torno a la revisión de 11 cláusulas del contrato colectivo de trabajo (CCT).


En conferencia de prensa, Clavel indicó que las pláticas continúan en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y acotó que, debido a que en los dos años anteriores los sobrecargos no tuvieron aumento salarial y han colaborado con la situación financiera de la empresa durante la reciente década, no cederán en sus demandas.


“Desde hace diez años hemos colaborado con la empresa y llevamos dos años continuos con cero incrementos (…) al día de hoy veo muchas posibilidades de que se dé la huelga, pese a que las negociaciones continúan; sin embargo, las posturas están muy lejos de llegar a un punto intermedio”, remarcó.


Ante esta situación ya se encuentran listos todos los preparativos para la huelga –la cual sería la cuarta por estas circunstancias–; inclusive ya se distribuyeron las banderas rojinegras que serían colocadas en las instalaciones de la aerolínea.


La ASSA presentó un doble emplazamiento, uno por revisión contractual y otro por violaciones al CCT, y su exigencia salarial es de 5 por ciento (en un principio fue de 7 por ciento), pero la empresa no se ha movido del 4 por ciento ni ha respondido sobre las demandas relacionadas con el pago en euros de viáticos para estancia en Europa, por ejemplo.


Cabe destacar que ésta es la primera revisión de CCT de los sobrecargos con los nuevos dueños de la aerolínea, la cual fue vendida el año pasado y, de acuerdo con la líder gremial, la empresa insiste en amarrar la disminución de costos laborales por “25 millones de dólares anuales”.


Clavel señaló ayer, a menos de 72 horas de que venza el emplazamiento, que a ninguna de las dos partes le conviene la huelga, dada la crisis que experimenta el sector por los altos precios de la turbosina; no obstante, advirtió que los cerca de mil 500 sobrecargos de Aeroméxico no se doblegarán.


Para lograr los ahorros descritos, la empresa debe reducir los ingresos adicionales del sueldo base de los sobrecargos, pero según la ASSA ello no es posible porque estos recursos representan cerca de 61 por ciento de las entradas totales de los sobrecargos.

Aviacsa despide personal y guarda 18 aviones; huelga en Aeroméxico sería “grave”: STPS


Por: Notimex Negocios Viernes 30 de Mayo de 2008 Hora de publicación: 04:01


El director general de Aviacsa, Eduardo Morales Mega, informó que la empresa entró en un proceso de consolidación para privilegiar las rutas cortas en que tiene concentrado su mercado.

En entrevista con Notimex, destacó que Aviacsa se dedica ahora a rutas cortas de alrededor de una hora de vuelo y se han quitado las que implican más horas como son a Tijuana y Mexicali.

Señaló que de una flota propia de 30 aviones, “18 los tengo parados” y se optó por dar prioridad a las rutas cortas, además ocurrió “un ajuste forzoso de personal”.


“Delicada y grave”, una huelga en Aeroméxico: Javier Alarcón
[ A. Olivier Pavón ]

El estallamiento de una huelga en Aeroméxico sería sumamente “delicado y grave”, debido a que a nivel mundial el sector aeronáutico enfrenta una severa crisis financiera en la que ninguna aerolínea recibe utilidades, advirtió Javier Lozano Alarcón, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS).

El funcionario, quien encabezó la reanudación de pláticas entre la llamada Alianza Clasista: Campesina, Sindical y Popular y el gobierno federal, advirtió que este es el peor momento para que estalle un conflicto laboral de tal magnitud, toda vez que el sector aéreo en su conjunto afronta una “severa situación”, en la que ninguna empresa se encuentra operando con ganancias.

Recordó que la crisis por la que atraviesa Aeroméxico no es propia de este empresa. También lo vive Mexicana y otras aerolíneas a nivel mundial. Apuntó que las negociaciones entre la ASSA y Aeroméxico no son sencillas porque existen dos emplezamientos a huelga; uno es por revisión del Contrato Colectivo y Salarial y por otra por violaciones al Contrato Colectivo.

Sin embargo, el funcionario se mostró confiado en que ambas partes eviten la colocación de las banderas rojinegras y antepongan su sentido de responsabilidad.


Cerca de 300 vuelos diarios y un promedio de tres mil 600 pasajeros diarios se verían afectados en caso de estallar la huelga el primer minuto del próximo domingo en Aeroméxico, afirmó ASSA.

La afectación ocurriría en más de 60 rutas, tanto nacionales como internacionales, refirió la dirigente sindical, Lizeth Clavel Sánchez, quien manifestó la disposición de ASSA a colocar las banderas rojinegras ante la falta de respuestas concretas por parte de Aeroméxico.

Los sobrecargos piden un incremento salarial del cinco por ciento así como la revisión contractual de por lo menos once cláusulas para cerca de 1,400 trabajadores.

“El promedio de operación de los vuelos diarios de Aeroméxico es de 300 vuelos, esto tiene un poco variación el fin de semana y estamos hablando de que son alrededor entre 500 y 600 sobrecargos los que estarían parando por día, estaríamos hablando de que los pasajeros afectados por día sería alrededor de tres mil 600”, dijo Clavel Sánchez.


Por lo pronto, hasta ayer no se habían reanudado las negociaciones, y Aeroméxico mantenía su última oferta salarial de un incremento del cuatro por ciento sin ningún tipo de revisión al contrato colectivo.

Las aerolíneas de bajo costo depredan el mercado
[ Cecilia Higuera ]


Con la entrada en operación de las aerolíneas denominadas de bajo costo, las tarifas del mercado doméstico han registrado una reducción de 50%, lo que hace casi imposible cubrir los gastos de operación.

Esta depredación del mercado complica la operación de las aerolíneas tradicionales Aeroméxico y Mexicana de Aviación, que enfrentan una competencia desleal con la venta de boletos por debajo de los costos de operación.

Ello porque la tarifa promedio para un vuelo de dos horas es de 1,851.40 pesos y algunos los venden en 968 pesos, de los cuales 920 pesos son para pago de turbosina.


La depredación del mercado aéreo inició en la pasada administración cuando se otorgaron “a diestra y siniestra”, concesiones a nuevas aerolíneas que “pulverizaron” el mercado con bajos precios.

En dos años, 7 millones 500 mil personas que antes se transportaban vía terrestre lo hicieron por avión, sin embargo, ante el incremento en los precios del a turbosina, se ven imposibilitadas de mantener sus tarifas actuales.

El riesgo es que las empresas dejen de invertir en capacitación del personal y mantenimiento de aeronaves, requisitos que si se dejan de cumplir podrían ocasionar la suspensión de operaciones, como ocurrió con Aerocalifornia.

Los gastos por combustible representa ya el 40% de los ingresos de las empresas que compran el combustible más caro que en el resto del mundo.

El pasado 20 de mayo, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) vendió en 3.74 dólares el galón de turbosina, mientras que el precio internacional es de 3.68 dólares el galón.


30-Mayo-2008
Las banderas rojinegras se preparan en Aeroméxico
Paul Lara


Lizeth Clavel, vocera de ASSA, comenta que ve difícil llegar a un acuerdo con los empresarios, pues condicionan su pliego petitorioLa negociación entre la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) y Aeroméxico sigue estancada desde hace días.

Son mil 496 los sobrecargos de la aerolínea que apoyan la huelga que, en caso de estallar, afectaría a tres mil 600 pasajeros al día, y detendría 300 vuelos en el mismo lapso, dejando graves pérdidas a la firma en un ambiente turbulento por los precios del combustible.

Las banderas rojinegras ya se encuentran repartidas y listas para ser colocadas mañana a la media noche, pues según la vocera de ASSA, Lizeth Clavel, al parecer no habrá “humo blanco” entre hoy y mañana.

“Entendemos la posición de la empresa respecto a tratar de ahorrar 25 millones de dólares por los altos precios del combustible, pero el costo laboral que piden los sobrecargos no es lo que va a sacar a la empresa de la crisis. Se vislumbra una negociación complicada y sin acuerdo, pues no se está queriendo cumplir con las 11 cláusulas acordadas hace unos días”, explica Clavel.

A pesar de que siempre mantiene una sonrisa, Clavel cambia su expresión, la torna seria cuando declara que sería un error que la empresa entre en conflicto con los trabajadores y llegar a la cuarta huelga en los últimos 20 años.

“Inclusive ya tenemos listas las condiciones jurídicas en caso de que se considere inexistente la huelga o en caso de una demanda por conflicto económico”, señala la vocera de ASSA con la vista fija en una carpeta.

Su sonrisa reaparece cuando asegura que de los 29 puntos con los que inició su pliego petitorio, sólo quedan 11, los cuales ya no son negociables.

“De siete por ciento que pedíamos de aumento salarial, los empresarios de Aeroméxico sólo nos ofrecen 4.2 por ciento. Nos conformamos con cinco, pues el otro no alcanza y viola el contrato colectivo. Sin embargo, se nos quiere condicionar el aumento a que se baje a la mitad una deuda que tiene la aerolínea con los sobrecargos, por un millón 885 mil 495 dólares, por no pagarnos entre junio de 2006 y mayo de 2007 lo que se conoce como death head”, dice.

Sus manos buscan rápidamente un documento, mientras explica que death head es cuando un sobrecargo tiene que volar de un lugar a otro para cubrir un vuelo, otro trabajador o regresar a su casa a descansar, lo cual se considera como hora de trabajo.

“Se nos debe este dinero, pues ganamos en 2007 un juicio que reconoce que por este año no se nos pagó esta prestación, y lo saben los empresarios. Además de querernos pagar la mitad, se buscaría reducirlo 50 por ciento más y darnos el pago en mensualidades”, comenta.

Clavel, que tiene 16 años trabajando como sobrecargo en la aerolínea del caballero azteca, recuerda que después de que la compañía quebró en 1988 fueron recontratados con sueldos precarios.

“Aún así, nosotros apoyamos a la firma recortando algunas prestaciones luego de que bajo el número de pasajeros por la Guerra del Golfo y el 11 de septiembre. Los ingresos de un sobrecargo son 39 por ciento de salario y 61 por compensaciones variables (más horarios, condiciones especiales, días festivos y sumar más de tres aterrizajes al día), lo cual desgasta a la gente”, platica la vocera sin dejar de sonreír.

Mientras bebe jugo de naranja, asegura que con el nuevo plan de ahorro de la firma quieren reducir en 39 por ciento las compensaciones variables, aumentar su disposición de horarios, incrementar sus asignaciones, trabajar más de 21 días continuos, pues no se quiere contratar más personal de aire.

“Imagínense, muchos de los vuelos de Aeroméxico están penalizados por llevar menos sobrecargos (11 en lugar de 13 personas), lo cual cuesta a la empresa 30 millones de pesos anuales que podrían ir al aumento”, explica.

Mientras recoge sus documentos, agrega que cuando fue vendida la aerolínea, el gobierno debió entregar un análisis económico a los compradores, donde se debió incluir el costo laboral, por lo que no debió sorprenderle a los nuevos dueños de Aeroméxico la exigencia de incremento salarial, aún con el precio de la turbosina por las nubes.


Lizeth Clavel, vocera de ASSA, comenta que ve difícil llegar a un acuerdo con los empresarios, pues condicionan su pliego petitorioLa negociación entre la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) y Aeroméxico sigue estancada desde hace días.

Son mil 496 los sobrecargos de la aerolínea que apoyan la huelga que, en caso de estallar, afectaría a tres mil 600 pasajeros al día, y detendría 300 vuelos en el mismo lapso, dejando graves pérdidas a la firma en un ambiente turbulento por los precios del combustible.

Las banderas rojinegras ya se encuentran repartidas y listas para ser colocadas mañana a la media noche, pues según la vocera de ASSA, Lizeth Clavel, al parecer no habrá “humo blanco” entre hoy y mañana.

“Entendemos la posición de la empresa respecto a tratar de ahorrar 25 millones de dólares por los altos precios del combustible, pero el costo laboral que piden los sobrecargos no es lo que va a sacar a la empresa de la crisis. Se vislumbra una negociación complicada y sin acuerdo, pues no se está queriendo cumplir con las 11 cláusulas acordadas hace unos días”, explica Clavel.

A pesar de que siempre mantiene una sonrisa, Clavel cambia su expresión, la torna seria cuando declara que sería un error que la empresa entre en conflicto con los trabajadores y llegar a la cuarta huelga en los últimos 20 años.

“Inclusive ya tenemos listas las condiciones jurídicas en caso de que se considere inexistente la huelga o en caso de una demanda por conflicto económico”, señala la vocera de ASSA con la vista fija en una carpeta.

Su sonrisa reaparece cuando asegura que de los 29 puntos con los que inició su pliego petitorio, sólo quedan 11, los cuales ya no son negociables.

“De siete por ciento que pedíamos de aumento salarial, los empresarios de Aeroméxico sólo nos ofrecen 4.2 por ciento. Nos conformamos con cinco, pues el otro no alcanza y viola el contrato colectivo. Sin embargo, se nos quiere condicionar el aumento a que se baje a la mitad una deuda que tiene la aerolínea con los sobrecargos, por un millón 885 mil 495 dólares, por no pagarnos entre junio de 2006 y mayo de 2007 lo que se conoce como death head”, dice.

Sus manos buscan rápidamente un documento, mientras explica que death head es cuando un sobrecargo tiene que volar de un lugar a otro para cubrir un vuelo, otro trabajador o regresar a su casa a descansar, lo cual se considera como hora de trabajo.

“Se nos debe este dinero, pues ganamos en 2007 un juicio que reconoce que por este año no se nos pagó esta prestación, y lo saben los empresarios. Además de querernos pagar la mitad, se buscaría reducirlo 50 por ciento más y darnos el pago en mensualidades”, comenta.

Clavel, que tiene 16 años trabajando como sobrecargo en la aerolínea del caballero azteca, recuerda que después de que la compañía quebró en 1988 fueron recontratados con sueldos precarios.

“Aún así, nosotros apoyamos a la firma recortando algunas prestaciones luego de que bajo el número de pasajeros por la Guerra del Golfo y el 11 de septiembre. Los ingresos de un sobrecargo son 39 por ciento de salario y 61 por compensaciones variables (más horarios, condiciones especiales, días festivos y sumar más de tres aterrizajes al día), lo cual desgasta a la gente”, platica la vocera sin dejar de sonreír.

Mientras bebe jugo de naranja, asegura que con el nuevo plan de ahorro de la firma quieren reducir en 39 por ciento las compensaciones variables, aumentar su disposición de horarios, incrementar sus asignaciones, trabajar más de 21 días continuos, pues no se quiere contratar más personal de aire.

“Imagínense, muchos de los vuelos de Aeroméxico están penalizados por llevar menos sobrecargos (11 en lugar de 13 personas), lo cual cuesta a la empresa 30 millones de pesos anuales que podrían ir al aumento”, explica.

Mientras recoge sus documentos, agrega que cuando fue vendida la aerolínea, el gobierno debió entregar un análisis económico a los compradores, donde se debió incluir el costo laboral, por lo que no debió sorprenderle a los nuevos dueños de Aeroméxico la exigencia de incremento salarial, aún con el precio de la turbosina por las nubes.


En la misma nave

El Abogado del Pueblo
30 May. 08


Tiempos difíciles exigen de todos tener la plena conciencia de que somos pasajeros de la misma nave: si ésta se hunde, a todos nos irá mal, sólo si se salva habrá para sus pasajeros la posibilidad de un mejor futuro.

Especialmente se aplica esta metáfora a los tradicionalmente combativos sindicatos que, gozando ya de grandes privilegios, no están dispuestos a considerar que la práctica de la "política del azadón" (todo para acá) no sólo es inadmisible sino contraproducente.

Se trate de electricistas, mineros, petroleros, maestros o sobrecargos -por igual-, es preciso que despierte en ellos la conciencia de que no está el horno para bollos en nuestro país y que las pretensiones desmedidas quedan fuera de lugar.

Éstos no son tiempos de atacar la fuente de empleo con demandas insensatas o exageradas, sino que es momento de ejercer la prudencia y CUIDAR la fuente de trabajo, no de EXPRIMIRLA.

Como ya sabrán, amigos, en tres días el sindicato de sobrecargos de Aeroméxico empezará una huelga en esta empresa vital para la buena marcha del País, a menos que ésta ceda a sus demandas.

De estallar, este paro inmovilizaría a la aerolínea y le causaría un fuerte trastorno a la comunicación aérea nacional dado el enorme tráfico que maneja, nacional e internacional.

Con la huelga se pondría en riesgo la salud financiera de esta importante empresa, recién privatizada, que comunica al País y facilita en forma importante su actividad económica.

Por todos es sabido que en los momentos actuales existe una crisis global en la aviación, tan sólo en los últimos meses, CINCO empresas de aviación estadounidense han quebrado y las restantes están efectuando fuertes recortes en sus gastos para subsistir.

México no escapa de esta situación, por lo que las empresas de aviación que hoy operan en nuestro país deben buscar la rentabilidad a toda costa incrementando su EFICIENCIA y procurando elevar la PRODUCTIVIDAD de su equipo humano.

En lugar de emplazar a huelga a la empresa demandado más prebendas (de por sí muy por encima de los estándares internacionales), los sobrecargos de Aeroméxico deberían estar preocupados por convertirse en agentes coadyuvantes al éxito de su fuente de trabajo.

Fuente que ya no está en manos de "papá gobierno", que ya no tiene acceso al presupuesto nacional para saciar sus caprichos y que depende de ELLOS y de su trabajo eficiente para subsistir en un mundo crecientemente competitivo.

Constituye un error, como hasta ahora han procedido, extorsionar a la empresa exigiéndole mayores prestaciones, pues con ello se convierten en factores de su destrucción y no de su salvación.

Esto aplica, en general, para todo el movimiento sindicalista mexicano, muy acostumbrado a pedir, pedir y pedir, sin nunca aportar a la productividad y a la eficiencia de su fuente de trabajo.

Esta postura tradicional de su parte facilita que formen parte -en los casos más notorios- de monopolios gubernamentales que gozan del presupuesto del pueblo para saciar su apetito de "conquistas laborales".

Pero éste ya no es el caso de Aeroméxico, empresa que debe ganarse todos los días la preferencia de los usuarios con base en un buen y eficiente servicio, responsabilidad que recae precisamente en los empleados de esta empresa privada, de capital agotable y limitado.

Son suficientes y enormes los retos que de por sí enfrentan las empresas de aviación como para agregar a ellos la intransigencia de empleados que no valoran lo que tienen y, por lo mismo, piden más y más, sin pensar que un día al despertar se percatarán de que su "gallina de los huevos de oro" se murió aplastada por el peso de exigencias desmesuradas.


fricase@elnorte.com


30-May-2008
Tiempo de Negocios
Darío Celis


Aeroméxico cede de 25 a 20 mdd y sobrecargos de 7 a 5%




Le adelantábamos ayer que el panorama no se ve nada sencillo entre Aeroméxico y los sobrecargos, máxime porque éstos últimos tienen un doble emplazamiento de huelga para el último minuto de mañana sábado.

Hasta ayer de las 28 cláusulas del pliego petitorio de los trabajadores, 14 ni siquiera se habían abordado. Eso sí, los sobrecargos han flexibilizado su postura y de un aumento del 7% que exigían bajaron sus pretensiones a 5%.

No obstante, la aerolínea que preside José Luis Barraza no se ha movido de su oferta del 4%, pero atada a una serie de compromisos de productividad y ahorros que el gremio liderado por Lizette Clavel no acepta.

Este acuerdo implicaba originalmente bajar el costo del contrato colectivo de trabajo en 25 millones de dólares, pero la empresa ya cedió también en sus expectativas a 20 millones. Aun así las posiciones siguen lejanas.

Se conoce que la postura de Banamex-Citi, que preside Manuel Medina Mora, vía los consejeros Javier Arrigunaga y Fernando Quiroz, es no ceder en el tema de productividad. Es la única salida para afrontar el costo de la turbosina.

Las negociaciones se dan en un contexto por demás farragoso por el segundo emplazamiento que tiene que ver con supuestas violaciones al contrato. Son básicamente cuatro puntos los que externan los sobrecargos.

Se acusa a Aeroméxico de no pagar el tiempo de servicio de pasajero “dead head”; esto es, el tiempo que los sobrecargos vuelan de un destino a su base sentados como pasajeros normales en los aviones.

Estas horas, conocidas como jornada extraordinaria de vuelo, se reclaman como horas trabajadas en vuelo, que debe pagar la empresa que dirige Andrés Conesa a los sobrecargos.

La segunda consiste en asignar dos jornadas de servicio en un mismo día calendario. Un ejemplo es que un sobrecargo termine una jornada de servicio a las 00:30 horas y después la empresa le solicite volar por la tarde de ese mismo día.

También Aeroméxico ha intentado generar eficiencias aplicando reglas de vuelos de largo alcance, como el recién a Shanghai, a vuelos radiales o “de ida y vuelta”, siendo que a éstos debe aplicar las reglas ordinarias de una jornada diaria.

Finalmente se habla de limitaciones en “profilaxis” en temporadas altas y de acuerdo a disponibilidad de hoteles. Es decir, no les dan boletos en temporada alta, aún y cuando es un derecho contemplado en el contrato.


30-May-2008
Estrategia de Negocios
Marielena Vega


México y España abren cielos




México y Europa cuentan con un acuerdo comercial y tienen los cielos abiertos en el desarrollo de las aerolíneas; sin embargo, hasta este momento únicamente Aeroméxico, al mando de Gastón Azcárraga, vuela a España y cinco empresas españolas tienen operaciones regulares en tierra azteca.

Será en junio, cuando la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, al mando de Luis Téllez, y el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero abrirán el diálogo para revisar el convenio bilateral México-España.

Sabemos que el objetivo es que se otorguen derechos similares a los jugadores mexicanos, que hasta el momento cuentan únicamente con una sola designación (Aeroméxico) para operar a España, en comparación de las cinco empresas españolas que llevan a cabo operaciones regulares a México.

A decir de Jorge Sunderland, consultor de la industria, además de lo establecido en la política aeronáutica nacional se necesita establecer por parte del gobierno mexicano un orden en el otorgamiento de concesiones, permisos y desarrollo de la aviación mexicana, porque durante el sexenio pasado, a nivel internacional, la SCT negoció y otorgó concesiones, permisos y derechos de tráfico en perjuicio del sano y equilibrado desarrollo de la aviación, afectando, principalmente, la viabilidad de los planes de los concesionarios mexicanos.

Prueba de ello fue el otorgamiento que de manera indiscriminada por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil, en su momento bajo la tutela de Gilberto López Meyer, autorizó una serie de permisos extrabilaterales a empresas españolas, para operar fuera de los términos del Convenio Bilateral entre México y España que prevé únicamente la designación de una sola línea aérea para la operación entre ambos países.

Este procedimiento se llevó a cabo sin consultas o conocimiento de las aerolíneas mexicanas, mismas que se percataron de dichas operaciones a través de información comercial proveniente del mercado, y no a través de las autoridades. Bajo este modelo operó la desaparecida Air Madrid en la ruta (Madrid-Toluca) (Barcelona-Toluca) y así lo ha hecho Air Pullmantur en la ruta Madrid-Guadalajara; no obstante, actualmente operan bajo este esquema Iberia (Madrid México), Air Europa (Madrid-Cancún), así como IBERO JET en la ruta Madrid-Cancún.

Es el momento ideal para que autoridades mexicanas y españolas nivelen los derechos otorgados entre los jugadores de este sector, y dar impulso para que tome vuelo esta industria.