07 septiembre 2007

DEL CORREO BLOG

Compañeros Sobrecargos:

Además de esas preguntas que proponen, creo que debemos hacernos las siguientes reflexiones:

  • ¿Se han puesto a pensar que pasaría si, como dicen todos los abogados que hemos consultado, el tribunal colegiado nos otorga el amparo? Si éste fuera el caso, podría ordenar la reposición del proceso y entonces SÍ tendrían que mostrar la información actualizada (que nunca presentó en éste proceso) sobre el estado de la empresa. ¿Y que pasaría con la postura de la representación de ASSA que siempre manejó como cierta la de la empresa, empezando con Villarreal y Manrique?

  • Estoy convencido de que el mentado laudo es una arbitrariedad. Creo que todos lo estamos. Hasta ‘nuestros’ abogados así lo han manifestado; que es una decisión de estado, totalmente política y que es completamente arbitraria. Lleven este laudo a su abogado y les va a decir que no procede y que se pueden amparar en contra de esa decisión anticonstitucional.

  • Creo además que nuestras condiciones laborales se deben defender con todo lo que tengamos a nuestro alcance como lo hemos hecho desde hace ya casi un año. Pero para eso necesitamos que nuestros representantes quieran defenderlo a toda costa y parece que ellos están convencidos y dispuestos a ceder nuestro contrato. Recuerdan la Asamblea de revisión de septiembre de 2006?

  • ¿Por que Mexicana se deshizo de Luis Grayeb Dib, apoderado legal que interpuso la demanda por conflicto económico en nuestra contra, y de todo su equipo legal?

  • Pero lo que más me salta a la vista es ¿Por qué una empresa teniendo un laudo a favor en donde se está ahorrando egresos por 36 millones de dólares anuales (cálculo de la misma ASSA) ahora quiere negociar un acuerdo por 25 millones de dólares anuales de ahorro? Seguramente nos dirán ‘nuestros representantes’ que Mexicana nos está dando una última oportunidad de mejorar nuestra situación o que “alguien” negoció esto para nosotros.

  • Ahora resulta que Mexicana es una hermanita de la caridad y contra su voluntad nos está aplicando el laudo pero que en realidad no quiere. Y Paco no asiste a la UNT ni a las marchas y mítines convocados en nuestra defensa pues no quiere que Mexicana interprete un doble mensaje cuando ‘estamos’ negociando una salida. A Mexicana no le importó mandar ese doble mensaje para aplicarnos el laudo mientras negociaba con nuestra “valiente representación” ¿verdad?

  • Si de verdad Mexicana no quiere afectar nuestra calidad de vida y quiere mantener un cordial clima laboral debería esperar a que se resuelva nuestro amparo, demostrarnos que tiene razón y después ofrecernos este arreglo. Tenemos el legítimo derecho de defender algo que es nuestro y también de exigir justicia y un proceso transparente. Como también la empresa tiene el derecho de aplicar el laudo por que así se lo especifica el mismo y lo aplica sin importarle los dobles mensajes y esa retórica mediocre que nos venden.

  • En el caso de que se resuelva a nuestro favor, querría decir que efectivamente el proceso estuvo amañado y podremos negociar en otros términos, con información completa y fidedigna de la empresa y nuestra posición en el conflicto cambiaría de villanos a víctimas de una arbitrariedad.

Compañeros, no permitamos que nos amedrenten con el discurso gastado y mediocre de que ‘de lo perdido, lo que aparezca’. Esas son posturas mediocres de gente que no tiene lo suficiente para defender lo que es suyo. Como dije antes, si la empresa es tan noble para bajar de golpe 11 millones de dólares del costo anual de sus pretensiones por no afectar nuestra calidad de vida, comprenderá que es nuestro derecho legítimo el defender lo que es nuestro y que a nuestro parecer se nos es arrebatado de manera arbitraria.


Todos estamos concientes de que ese laudo es anticonstitucional, y si no lo es, ¿por qué no esperar, ambas partes a que el tribunal colegiado nos lo diga así y entonces sí discutimos una solución que no afecte nuestra calidad de vida y que permita a la empresa generar los ahorros que alega debe generar para ser viable?


Si decidimos por aceptar modificar nuestro Contrato Colectivo de Trabajo en los términos que establece esa propuesta, estaríamos cancelando la posibilidad de que procedan los amparos individuales que interpusieron muchos compañeros sobrecargos de manera genuina y justificada por el hecho de sentir que sus derechos estaban siendo violados y también cancelaríamos en automático el amparo colectivo interpuesto por el sindicato pues aceptaríamos la inserción al Contrato de esas modificaciones y se perdería la materia del amparo. Y recuerden que:

“LA VERDAD ES RELATIVA, LA NETA ES ABSOLUTA!

Iván Enríquez.