02 marzo 2007

COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS


Trabajadores de Aeroméxico: una segunda oportunidad
Rosario Avilés
Jueves 1 de Marzo de 2007 Hora de publicación: 01:07


El Consejo de Administración de Aeroméxico estableció un novedoso esquema para la venta de las acciones de la empresa en poder del IPAB y del gobierno. Se trata de incluir a los trabajadores a través de compromisos de productividad para que posean entre un 10 y un 15 por ciento del total accionario y un asiento en el Consejo para los pilotos aviadores, así como el colocar el resto en el mercado accionario para que sea una empresa cien por ciento pública
El esquema ha sido concebido por la actual administración de la aerolínea del Caballero Águila y llama la atención la forma como se ha ido involucrando la acción de los trabajadores de la empresa, ya que, a cambio de ahorros que se harán vía productividad, se les ofrecen acciones para que puedan incidir en la buena marcha de la empresa, que es, a final de cuentas, lo que más interesa a los sindicatos que tienen contrato colectivo con la aerolínea.
El tema resalta frente a la situación del resto de las aerolíneas porque, como se sabe, las nuevas empresas de bajo costo han optado por establecer contratos colectivos con sindicatos de los denominados blancos, que, si bien les garantizan una relativa calma, tampoco les podrán ser de mucha ayuda cuando se requiera una participación informada e inteligente, además de seguir prohijando el tipo de sindicalismo anodino e interesado que supuestamente se quería desterrar del México democrático.
Del otro lado, está el tema de Mexicana de Aviación, que no ha llegado a un final feliz. A pesar de que con los trabajadores de tierra y con pilotos se ha llegado a convenios de ahorro importantes, el caso con los sobrecargos todavía no termina.
No fue una buena estrategia el retenerles los pagos de aguinaldo y caja de ahorros en diciembre, pues ello enrareció el ambiente de negociación, que, por otro lado, tampoco ha logrado consenso al interior.
Los sobrecargos tienen una propuesta que no ha sido acogida aún por la empresa, de modo que la solución no se ve cerca. Mientras tanto, el acuerdo de jubilaciones con los pilotos tampoco tiene un avance significativo.
Los trabajadores de Mexicana se preguntan si ha sido una buena apuesta otorgar los convenios sin la seguridad de que su empresa tendrá solidez en el futuro y el anunciado acuerdo con Aeroméxico les hace pensar que hay otras formas de lograr acuerdos que pueden ser de mayor seguridad para sus fuentes de trabajo.
Hay quienes se preguntan si es correcto que, eventualmente, el 10 ó 15 por ciento de participación accionaria llegara a convertirse en un grupo de control de la aerolínea. Hay algunos ejemplos de este tipo de propiedad que han sido exitosos.
Por lo demás, el propio sindicato de pilotos (ASPA) ya tuvo en el pasado la oportunidad de mantener parte de la propiedad de Aeroméxico y su actuación fue buena.
Al vender sus acciones perdieron la posibilidad de continuar la labor que se había iniciado, pero es muy posible que lo ocurrido desde 1994 les haya dado suficiente conciencia de la importancia de estar atentos a la marcha cotidiana de su fuente de trabajo y de las decisiones que se tomen, pues, al menos en el caso de la administración de De Prevoisin, el resultado fue desastroso para la empresa y para ellos.
El nuevo esquema que ha ideado la administración de Andrés Conesa pone una vez más en manos de los trabajadores la oportunidad de incidir con propuestas, conocimiento y empuje interno en la buena marcha de Aeroméxico.
Los inversionistas que conocen el sector, en particular aquellos que siguieron de cerca el proceso de la aerolínea desde su reestructura, en 1988, podrán estar tranquilos acerca de lo que una buena administración apoyada por un sindicato responsable, puede lograr, pues todos fuimos testigos del resurgimiento de la nueva Aeroméxico.
Existe también la posibilidad de que la mayoría de las acciones sea adquirida por algún otro inversionista, pero es claro que, de entrada, ya tendrá un acuerdo equilibrado con su fuerza laboral.
Ojalá que éste sea también un mensaje que contribuya a que la administración de la aerolínea hermana, Mexicana, logre una mejor comunicación con sus trabajadores.
Lo oí en 123.45: Otro de los litigios que Líneas Aéreas Azteca tiene en puerta es un adeudo con el aeropuerto internacional de la ciudad de México por casi 80 millones de pesos por rentas atrasadas de hangares, mostradores y servicios diversos. Es posible que el tema se resuelva pronto, ya que hay 11 demandas en contra de la empresa que ya no admiten demora.
E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx