30 agosto 2006

SEGUNDA PARTE SOBRE LA VENTA Y DESINCORPORACIÓN DE MEXICANA DE CINTRA

HOLA COMPAÑEROS:






LO PROMETIDO ES DEUDA, AQUÍ LA SEGUNDA PARTE.






Martes 29 de agosto de 2006
México SA
Carlos Fernández-Vega






Las aerolíneas, "negocio de altura"
Amasan sin problemas fortunas en el país
¿Contra quién procederá la autoridad?







Lo que queda de Cintra -aquella supercontroladora de empresas aéreas "rescatadas" en el contexto del Fobaproa- procedió legalmente contra el Grupo Posadas por "incumplimiento de contrato", en el entendido que fue el corporativo hotelero el que oficialmente adquirió 94.5 por ciento de las acciones de Mexicana de Aviación, el 20 de diciembre de 2005.

El problema para Cintra -hoy simplemente Consorcio Aeroméxico- será determinar contra quién procederá legalmente y cuál de todos los propietarios incumplió el contrato, porque ese mismo 20 de diciembre el Grupo Posadas vendió o "trasladó" a terceros casi 70 por ciento de las acciones de Mexicana de Aviación que minutos antes había adquirido por la irrisoria cantidad de 165.5 millones de dólares.

De manera oficial, Cintra e IPAB reconocieron al Grupo Posadas como ganador indiscutible de la nueva reprivatización de Mexicana de Aviación, y el 20 de diciembre firmaron el contrato de compra-venta de las acciones, cuyo precio en la Bolsa Mexicana de Valores se desplomó alrededor de 40 por ciento en unos cuantos días, obviamente previos a tal firma. Con ese movimiento especulativo ya le habían hecho un enorme descuento al Grupo Posadas, corporativo hotelero que se quedó con Mexicana de Aviación a precio de doble ganga (por el abaratamiento inducido del precio accionario y la oferta aceptada por las dos entidades públicas citadas). Su único "contrincante" fue el Grupo Xtra, de Isaac Saba.

Un tercer favor fue el silencio cómplice que ambas, Cintra e IPAB, mantuvieron tras la "reasignación" que de esas mismas acciones hiciera Grupo Posadas el mismo 20 de diciembre a empresas creadas poco antes de conocerse el resultado oficial, como en el caso de Administradora Profesional de Hoteles, constituida por los hermanos Azcárraga Andrade casualmente doce días antes de divulgarse públicamente (21 de noviembre de 2005) el nombre del grupo ganador en la supuesta puja por Mexicana de Aviación.

El hecho es que tras adquirir 94.5 por ciento de las acciones de esa línea aérea -que a lo largo de una década sobrevivió gracias al erario-, el Grupo Posadas -propietario, en singular- "repartió" los citados títulos entre otras siete empresas e "inversionistas" que no participaron en la licitación, que fueron constituidas antes de la designación de ganador y que hoy son los propietarios, en plural.

En su informe 2005, el Grupo Posadas asegura haber realizado "una inversión minoritaria estratégica en Mexicana de Aviación... El 20 de diciembre de 2005 fue declarado ganador del proceso de licitación por el ciento por ciento de las acciones" (alrededor de 5 por ciento, serie C, quedó en manos de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, mediante un fideicomiso en JP Morgan, número f/00304) y reconoce que "en esa misma fecha vendió a diversos inversionistas, al mismo precio al cual adquirió las acciones, aproximadamente 70.4 por ciento de dichas acciones".

Minutos después de firmar el contrato de compra-venta que hoy motiva la inconformidad de lo que queda de Cintra, el reparto del pastel de Mexicana de Aviación quedó así: Grupo Posadas, 29.6 por ciento de las acciones; Administradora Profesional de Hoteles, 20.08 por ciento; Administradora Corporativa Empresarial, de Angel Losada Moreno (Grupo Gigante), 20.08 por ciento; Gastón Azcárraga Andrade, 2.86 por ciento; Juan Gallardo Thurlow (Grupo Embotelladoras Unidas y representante empresarial en la negociación del TLC en el gobierno de Salinas), 10.44 por ciento; IXE Banco (presidido por Enrique Castillo Sánchez Mejorada y en el que es accionista Isaac Saba, del Grupo Xtra), 2.46 por ciento y "otros accionistas" no especificados, 9.49 por ciento.

Por cierto, los integrantes de la citada Asociación Sindical creyeron sacarse la lotería, pero una cláusula del contrato especifica: "hasta en tanto ASPA no cumpla con ciertos indicadores de productividad previamente acordados, el beneficiario de los derechos económicos correspondientes a tales acciones es Grupo Posadas. ASPA únicamente puede transmitir, ceder o gravas sus derechos de fideicomisario, con el consentimiento previo y por escrito de Grupo Posadas. Asimismo, por lo que respecta a enajenación de las acciones fideicomitidas, éstas únicamente podrán ser vendidas cuando se haya cumplido con el indicador de productividad por un determinado periodo, caso en el cual Grupo Posadas tendrá un derecho de preferencia para la adquisición respectiva".

Así se hacen los "negocios de altura" y se amasan fortunas en este país. Entonces, ¿contra quién procederá legalmente la "autoridad"?
ES IMPORTANTE SUBRAYAR, QUE MIENTRAS NOSOTROS DESCONOSCAMOS COMO FUE EL PROCESO DE VENTA DE MEXICANA, LA EMPRESA TENDRÁ LA SARTÉN POR EL MANGO, PERO EN EL MOMENTO EN QUE NOSOTROS SEPAMOS COMO SE DIÓ LA VENTA, PODREMOS NEGOCIAR DE TU A TU CON LA EMPRESA.