Entrevista
a David Israel
Para
aquellos que no conocen al compañero sobrecargo David Israel, y desconocen su
caso con Aeroméxico, y con la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación,
esta entrevista nos permitirá conocer a fondo su historia, y percatarnos que la
vida interna sindical tiene que cambiar; pues no podemos soportar más
atropellos.
Ximena
Garmendia (X.G.): Hola bienvenidos estamos
entrevistando a un compañero de la industria aeronáutica y me gustaría que se
presentara ¿cuál es tu nombre?
David
Israel (D.I.): ¿Cómo están? Muy buenos días, Ximena ante
todo primero que nada quiero darte a ti las gracias por esta oportunidad, sobre
todo saludar a tu auditorio que es bastante grande; tengo muchas ganas de darme
un tiempo para una entrevista contigo. Soy David Israel, a tus órdenes. Fui
sobrecargo de Aeronaves de México, primero durante 10 años, ingresé a la
empresa en 1979, me tocó la quiebra, terminé en abril del 88; dejé de volar
cinco años y tuve la oportunidad de ingresar a Mexicana de Aviación, con casi
19 años de antigüedad; después me toca la quiebra de Mexicana, vuelvo a tener
una pausa como de cinco años aproximadamente, y entro a las filas de
Aeroméxico, Aerovías en este caso. La verdad no pensaba volver al mundo de la
aviación, pero bueno, la vida me dio la oportunidad… y feliz de la vida.
X.G.:
¿Cuánto tiempo tienes en total trabajando en la industria aérea?
D.I.:
Volando 34 años casi, entré en el 79 y dejé de hacerlo hace tres años, y
afiliado a la ASSA de México ahí si ya tengo casi 42 años. Yo ingreso en el 79
y termina mi relación laboral en marzo del 2019; y con ASSA de México en mayo
de este año.
X.G.:
¿Siempre estuviste afiliado al sindicato de sobrecargos, a ASSA de México?
D.I.:
Siempre; como tú bien lo sabes es una obligación patronal el estar afiliado a
un sindicato. Toda la vida, desde que ingresé a estos últimos días.
X.G.:
Dada tu trayectoria ¿desde qué momento sentiste falta de apoyo y/o respeto por
parte del sindicato para contigo?
D.I.:
Es muy curioso. Falta de respeto, por muchos años nunca la sentí, la percibí.
Los setentas, los ochentas que a mí me tocaron, los noventa que tu ya fuiste
testigo y estuviste involucrada y lo sigues haciendo, muy bien por cierto.
Nunca sentí una falta de respeto; para mí la falta de respeto directa fue a
partir de septiembre del 2014, en el sentido de que se hace un convenio donde
se crea un anexo, en el cual se hacen dos contratos, que para la representación
no les gusta que se le diga “Contrato B”, pero es un contrato en el cual
evidentemente nuestras percepciones se reducen, porque yo estaba en ese
contrato, en ese anexo; yo entré en 2015 a Aeroméxico, y era una reducción
aproximadamente de un 60% lo que era el salario. Y como bien sabes tu la
Constitución así como la Ley Federal del Trabajo claramente lo indica “a
trabajos iguales, salarios iguales”. Pero aquí no fue el caso, aquí esto se les
“olvidó”.
X.G.:
Durante tu vida laboral como sobrecargo ¿sientes que recibiste un trato justo
por parte del sindicato, toda tu vida o nada más en un espacio de tiempo o por
pequeños momentos?
D.I.:
Yo desde que tengo uso de conciencia sindical, que empecé en los setentas,
realmente siempre lo consideré un sindicato rojo: había oportunidad de
expresarse, de preguntar, de exigir, de negociar, eran otros tiempos. Y hubo
muy buenos líderes sindicales, con problemas y con diferencias pero eso es un
sindicato, no puede haber nada más una parte porque eso no es lo correcto, que
es lo que actualmente está pasando.
Entonces
para mí hubo líderes buenos, con diferencias pero te sentías libre; cuando tu
llegabas al edificio de la ASSA de México, te sentías cobijado, te sentías en
confianza, te sentías motivado a llegar a una asamblea en la cual tu ibas a
poder luchar, o por lo menos a dar tu punto de vista para las mejoras de los
empleados. Todo eso a partir del 2011 en la cual empiezan los cambios
desgraciadamente por la representación de Ricardo Del Valle, en la cual hoy día
todo está vigilado, hoy día tu vas a una asamblea ¿y qué es lo que pasa?, están
viendo si aplaudiste lo suficiente, si te estas comportando como debe de ser; te
sientes totalmente vigilado. No puedes ir hoy al sindicato porque el acceso
está controlado, obviamente hay cámaras y en lugar de sentir un gusto por estar
ahí, en tu segunda casa, es un terror. Entonces es muy triste que haya cambiado
las cosas tan drásticamente.
X.G.:
Entonces bajo tu mejor opinión ¿tú crees que se ha desvirtuado la razón de ser
del sindicato?
D.I.:
Sí, por supuesto, no me cabe la menor duda. Si no mal recuerdo desde siglo
XVIII cuando se empezaron a hacer todos estos movimientos de crear sindicatos,
el principal motivo por el cual se empezó a crear esta corriente fue por la
defensa de los derechos de los trabajadores, porque los trabajadores estamos
conscientes de que “si no hay empresa no hay sindicato, y si no hay sindicato,
no hay trabajadores”, pero no se vale que pueda haber tanto contubernio como
hoy en día con la representación tan descaradamente, y te lo digo por mi
experiencia propia, no lo cuento por terceras personas, es muy injusto. Más
adelante te comentaré la situación que yo pasé, por la cual nunca me dieron el
tiempo, ni la oportunidad de defenderme, simplemente mis 42 años de afiliación
en la ASSA de México les valió, porque como trabajador sabe uno perfectamente
que tiene el derecho de ser defendido por sus propios representantes, en este
caso por el Secretario de Conflictos, que en ese momento era Emilio Caro.
Es muy
triste cuando no te dan la oportunidad de defenderte, cuando te llega una
notificación en la cual te tienes que presentar a Relaciones Laborales sin
saber de qué se trata; ahí es una violación, porque a cualquier trabajador que
se le cite en Relaciones Laborales de la empresa, tiene que saber el motivo por
el cual se le está citando y lo más triste es quién lo manda, quién lo
autoriza, mi propio Secretario General, eso es muy grave, muy triste.
Al
principio, cuando empezó el 2011, yo la verdad sí estaba de acuerdo con la
ideología de este grupo de personas, porque realmente sí creí, pero conforme
fueron pasando los tiempos, a mí se me creó una especie de síndrome de
Estocolmo, respecto de mi agresor -hablo de toda esta representación-,
obviamente liderados por el señor Del Valle. Por cierto le gusta que se dirijan
a él como “General”; él no es compañero, ni Ricardo, es “El General”, te
sientes totalmente indefenso; que te quieras expresar y no lo puedas hacer,
porque estás totalmente atado de manos. Cuando a mí me llega esta notificación,
yo la verdad me sorprendí y lo primero que hice fue hablarle a Ricardo, y le
dije ¿de qué me están citando? Y sus palabras en lugar de apoyo fue decirme “sabes,
yo no me puedo meter en el trabajo del que le pertenece que es al compañero
Emilio Caro, así que háblale a él y ponte de acuerdo, pero tu situación es muy
grave”.
¡Imagínate!
¿cómo es posible que dejen en esas ascuas?, le hablo a Emilio Caro, y Emilio me
dice “no pues yo no estoy ni enterado ¿de qué se trata?”, ahí se ve el
contubernio, ni siquiera se ponen de acuerdo para hacer que les crea la gente.
Entonces al primero que le tenía que haber llegado la notificación era al
compañero Emilio Caro.
X.G.:
Conocemos esta historia porque se vuelve a repetir y quiero ahondar en tu
experiencia y en tu propia historia, este “modus operandi” de citar a los
sobrecargos en Relaciones Laborales, por el tema que sea, como bien lo dices
ahora tenemos el caso de una compañera que en el espacio de un mes ha sido
citada dos veces y nunca le explican cual es el motivo por el cual la están
citando. El punto es que esta compañera es abiertamente contra de
Ricardo Del Valle. Tienen una colusión entre la empresa y el sindicato para
citar a la gente a Relaciones Laborales. Quiero que nos adentremos en tu
experiencia y nos narres cual fue tu caso.
D.I.:
Yo llegué a las instalaciones de Aeroméxico, llegó al poco tiempo Emilio y me
dijo “permíteme, voy a entrar con la persona de Relaciones Laborales, Imelda
Torres”. Y ahí comienza el show. Sale Emilio con la cara de asustado,
diciendo “híjole David, te van a correr”, a lo que respondo ¿de qué me
van a correr?, ¿ya sabes el motivo?, respondiendo afirmativamente “es por
unas guías de estudios que tu entregaste ya con las respuestas”.
X.G.:
“Guías de estudio”, no respuestas de examen… ¿En qué año fue este evento?
D.I.:
Esto fue durante la última quincena de febrero del 2019, pues a mi me rescinden
el contrato el 1° de marzo del mismo año. Le dije a Emilio que eso todo mundo
lo hacía, y Emilio insistía que eso era muy grave, que ameritaba una rescisión
de contrato. Entré a la oficina de Relaciones Laborales donde ya me estaba
esperando mi verduga “Tu situación es muy grave, se va a determinar la
semana que entra, no te puedo dar una respuesta por el momento si va a ser una
sanción o va a ser una rescisión de contrato”. Me quedé totalmente
descolocado. En lo que Imelda me estaba leyendo mis derechos, literalmente
Emilio se la pasó en su teléfono celular, pero cuando Imelda tocó el tema de la
rescisión de contrato, sobreactuando Emilio le pidió tiempo para localizar “al
General”. En ese momento no me dieron oficialmente mi rescisión de contrato,
por lo que me fui directamente al sindicato, muy sacado de onda. Llegando al
sindicato, casualmente en ese momento Ricardo estaba entrando, por lo que le
pregunté si podía hablar con él. Alzó la mano y me contestó “no, no, no
quiero hablar contigo”. O sea este tipo de gente piensa que son los
líderes, los fregones pero se les olvida que nosotros con las cuotas sindicales
les pagamos sus sueldos como empleados.
Se
bajó de su camioneta y un guarura le puso su chamarra, él solo abrió los
brazos, mientras decía “no, no vas a entrar, no puedes entrar”. Total
que se apiadó y subimos al quinto piso: Ricardo, Cristian Pineda y yo, entramos
a su oficina los tres, y a mi no me da pena decirlo, adoro mi trabajo, porque
para mí es de lo mejor que me pudo haber pasado y lo quería salvar, y no me da
nada de pena decirlo, porque iba a hacer lo que muchos ya han hecho y les ha
dado resultado, me le hinqué.
Me le
hinqué, me humillé, y le pedí que por favor no me corrieran, y mientras estaba
hincado se voltea Ricardo con Cristian y le dice “mira, ¿ya ves cómo los
tengo a todos los de Mexicana, cómo nos pagan, cómo nos pagan Cristian”, y
bueno Cristian me dijo “párate y por favor salte” y por supuesto que me
salí, y ahí comenzó mi cuestión psicológica, porque de verdad me afectó
muchísimo. Me vuelven a citar a Relaciones Laborales para darme la
determinación, pensé que las cosas se iban a calmar, o se iba a apiadar “el
General”, y no fue así, Imelda me notificó que mi contrato había sido
rescindido, me pidieron mi I.D. (identificación de la empresa), pero no se la
di; Emilio no hizo nada, solo me dijo que hiciera lo que yo quisiera.
La
primera vez que estuve citado en Relaciones Laborales le hablan al patrón
(Ricardo Del Valle) y le preguntan ¿qué onda, lo regresamos, lo sancionamos o
lo corremos?, es increíble el contubernio que puede existir en el actual
sindicato con la empresa. Me salí sin darles el I.D. y ahí empezó mi viacrucis
para elaborar una demanda con un abogado, y el día que quieran se los puedo
recomendar, tengo un abogado muy bueno.
X.G.:
¿Cuál fue el motivo exacto por el que la empresa Aeroméxico te corre?
D.I.:
Porque estuve (supuestamente) dando las respuestas de los exámenes (guías de
estudio), cosa que todo mundo lo hace en las pernoctas. La realidad es que yo
ya les estorbaba. Admito que cometí un error pero hay cosas mucho más graves
que se las pasan por el arco del triunfo.
X.G.:
Una compañera me compartió una queja, porque le parece injusto lo que está
pasando: el caso de Dinorah Miranda quien se quedó incapacitada en Lima por encontrarse
en estado etílico, y lo que hizo la empresa fue concentrarla días después a
México pero no la han corrido, ella sigue trabajando en Aeroméxico aunque este
no es su primer incidente, por comentarios de otros compañeros sabemos que hubo
otros.
D.I.:
Yo viví un incidente con ella, no participé porque Dinorah nunca ha sido de mi
agrado, a pesar de que entramos en el mismo grupo en Aeroméxico. Es una persona
que recibía pasaje con abrigo, ella desde un principio se sintió cobijada,
siempre alzó la mano ante Ricardo para ofrecerse como sus ojos en los vuelos,
siendo un secreto a voces que no podías hacer ningún comentario cuando ella
iba, porque todo se lo pasaba directamente a Ricardo. No es la primera vez que
le pasa a esta compañera, es famosa por el problema que tiene de alcoholismo,
es una pena, porque es una enfermedad.
Mi
último vuelo que hice internacional fue a Seúl, al segundo día de la pernocta
me entero de que hay una compañera incapacitada, era Dinorah Miranda; la
localizo y le pregunté si estaba bien, ella respondió que más o menos que se
encontraba incapacitada porque con la nieve se resbaló y se pegó con unas
escaleras eléctricas. Parte de mi tripulación con la que iba la invitó a comer,
tuve la atención de preguntarle si necesitaba algo, y nos informó que se
regresaría con nosotros de miembro extra. Tenía la cara totalmente desfigurada,
hinchada, no podía abrir el ojo, toda moreteada y todos sabemos de qué pie
cojeamos en la empresa, pero por respeto no se le dijo nada.
Como
ya tenía programado mi adiestramiento, aprovechamos el vuelo -que es muy largo-
y la invitamos a hacer prácticas en el avión. Sé perfectamente que me tuve que
aguantar tres años (de 2019 a la fecha). Me despidieron de Aeroméxico, yo no
quería hablar pero lo tenía atorado. Con Aeroméxico terminé mi relación laboral
hace tres años pero mi relación con el sindicato apenas en mayo de este año. Entablé
una demanda en la cual lo único que pedía era mi dinero (el ahorro que los
sobrecargos tienen en la Caja de Ahorro y Préstamo del sindicato), me costó
bastante trabajo, pero lo logré.
Y esta
compañera Dinorah Miranda fue la que le dijo a Ricardo todo lo que pasó en el
vuelo de regreso de Seúl, entonces por ella me quedé sin trabajo, pero las
cosas se acomodan y sé que tarde o temprano hay justicia.
X.G.:
Dinorah Miranda iba con ustedes de D.H. (Dead Head/miembro extra) y ustedes la
integran a ensayar porque tenían en puerta un adiestramiento, y es ella la que
finalmente te pone “el dedo” en contra de Ricardo, al decir que estabas pasando
las respuestas del examen.
D.I.:
Yo creo que le debía un favor de borracheras anteriores a Ricardo o algo,
porque no veo el motivo. Al adiestramiento casi siempre nos tocaba a ella y a
mi juntos, es una persona de la cual no te puedes confiar; ella y su grupo de
amigas que sirven de ojos en los vuelos.
X.G.:
Con el tema de Dinorah Miranda, el caso más reciente que le sucedió en Lima,
¿cuál es tu opinión al respecto?, ¿qué ves entre empresa y sindicato? ¿qué
lectura le das el que siga volando una persona reincidente en incapacitarse por
estar en un estado inconveniente?
D.I.:
Es increíble, porque el contrato es muy claro, no puedes ingerir bebidas
alcohólicas, es rescisión de contrato y sin embargo, la compañera sigue y
seguirá cobijada por esta representación, porque les conviene, esta
representación liderada por “el General”, que le gusta tener este tipo de
personas que le son completamente fieles a él, y ahora que ya estoy libre, me
siento como un pájaro que ya puede volar. Me di cuenta de que esto fue como una
especie de “Síndrome de Estocolmo”, cuando sabes que tu agresor te está
haciendo daño, pero por otro lado piensas “es por mi bien, porque gracias a
él, y por él estoy volando acá” y eso no es cierto, hoy te lo puedo decir.
Yo
entiendo a muchos compañeros, la mayoría pues necesita el trabajo pero que no
se condicione de esa forma. Hay de compañeros a compañeros, los que se tienen
que humillar, pero llegué al punto de cero likes, cero comentarios (en redes
sociales). No se podía comentar sobre las condiciones de un hotel, si este
tenía chinches o cucarachas, porque respondía Ricardo de inmediato indicando
que no se podían hacer ese tipo de comentarios. Llega un momento en el que
bajas la cabeza, te comportas en bajo perfil para no tener ninguna represalia,
pero no se vale.
Me
tocó ver cosas muy tristes, al final de las asambleas y ver al grupo de
jubilados de Mexicana de Aviación, personas de mi edad de más de 60 años. Ellos
se pegaban a la pared del auditorio, formados para “comulgar”, para saludar a
Ricardo Del Valle y este les de los buenos días, haciéndose presentes frente a
él. Yo me sentía como si estuviera en el Vaticano, como si fuera el Papa que da
la hostia, tenían que hacerse presentes.
X.G.:
En tu opinión, con 42 años como agremiado al sindicato, como sobrecargo de
aviación, tú que viviste este terrorismo laboral, la gente cercana a Ricardo se
encarga de decir que eso que nos acabas de compartir es mentira, ya otros
compañeros han contado la misma experiencia en el caso de las asambleas, ¿tú
cambiarías las cosas o dejarías que siguieran igual en ASSA?
D.I.:
Hay muchas cosas que cambiar, entre ellas el regresar a los ideales, cuando tu
sindicato te defendía, así fueras del grupo de la representación o tuvieses un
bajo perfil. Desgraciadamente para que te defiendan y te traten amablemente
tienes que ser de su grupo. Que en las asambleas puedas alzar la mano y
cuestionar a tu Secretario General. Recuerdo las épocas de Patricia Esnarriaga,
en las cuales eran un ping pong de opiniones, te daban respuestas y podías
tener la libertad de expresión, sin tener que pensar cuatro veces tus palabras
y que estas no te fueran a traer consecuencias o contraproducente para tu
trabajo. Regresar a los fines de un sindicato (democrático) y quedarse en el
tiempo establecido y no extenderse, porque ya se les perdió, desde hace mucho
tiempo, la brújula. Pasan de una Secretaría a otra y luego a otra, es un
descaro ¿cuántos años lleva la misma representación?, no debería de existir
ningún cambio en el estatuto para una reelección, en lugar de sentirte
cobijado, te sientes totalmente vigilado.
X.G.:
Para finalizar la entrevista, muchísimas gracias por compartirnos tu historia,
tu experiencia porque se suma a todas las denuncias que diversos compañeros han
hecho al respecto. Algunos dando la cara, otros no por miedo a que los corran,
a perder el trabajo. Y también darnos cuenta que no se puede seguir en el mismo
círculo vicioso, que es importante estas rupturas, el romper con la dinámica
que traías con el sindicato y decides defender lo que tu consideras es justo
para ti. Denuncias una injusticia, el que te corrieran sin un sustento real. Y
que en el caso de Dinorah Miranda siga volando, en cambio tú y otros compañeros
que están corridos, de tiempo en tiempo para que quede la idea de quienes se
quedan volando son afortunados, es una manera de controlar a los sobrecargos.
Te pido una reflexión final.
D.I.:
Como te comenté, en todas las gestiones ha habido “el estire y afloja”, también
ha habido intereses propios, pero teníamos repartición. En la gestión de
Alejandra (Barrales) hizo mucho en cuestión de que se nos pagara la tripulación
mínima, pero también en su gestión había golpeadores en las asambleas, dentro
del auditorio, golpeadores físicos y psicológicos. Hoy es más la afección a los
sobrecargos, es más psicológica que la física. A mí sí me tocaron ver trancazos
durante la gestión de Alejandra. Yo sé que con esta entrevista no puedo cambiar
muchas cosas pero sí hacer conciencia a las nuevas generaciones que están
entrando como sobrecargos; que sepan por quién están votando, y en el caso de
los folios (en las boletas de votaciones para cargos sindicales) si sirve para
que no te echen el ojo, pues que lo aprovechen, para tener votaciones legales,
que no te estén observando, señalando o castigando.
X.G.:
Muchas gracias, un número se dice fácil 42 años de agremiado a la ASSA de
México y 33 años volando. La aviación ha venido cambiando pero el factor de la
experiencia no se adquiere en un manual, ni en la tienda de la esquina, gracias
por compartir tu historia. El sindicato se ha desvirtuado, esperemos a la
brevedad que las nuevas generaciones se den cuenta que no le deben nada a
Ricardo Del Valle, defendiendo todos sus derechos laborales.
D.I.:
Así es, ojalá hagan conciencia, se ve difícil pero no imposible.
X.G.:
Fuiste sobrecargo en Aeronaves de México, en Mexicana de Aviación y en Aerovías
de México.
D.I.:
Muchas gracias y un saludo a tu auditorio.
Una
hora de charla con el compañero David Israel a quien le truncaron su vida
laboral de la peor manera; es por eso que hoy damos a conocer y les compartimos
esta entrevista, porque no debemos callar ante las injusticias. Ni un paso
atrás, por la Razón y la Justicia Social, rescatemos a ASSA de México.