Aerocalifornia,
otra empresa “viva”
Derivado
del aniversario número 99 de Mexicana de Aviación, hice varios tuits sobre este
tema en mi perfil de dicha red social; algunos usuarios me preguntaron por
Aerocalifornia; voy a ser sincera, la historia de la aerolínea bajacaliforniana
estaba nebulosa en mis recuerdos. Han sido tantas las empresas bajadas de vuelo
y por tan diversos motivos, que la verdad desconocía la historia de
Aerocalifornia, empresa reconocida en su momento, entre otras cosas, por ser
una aerolínea con sobrecargos muy guapas: mujeres altas, delgadas y de una
belleza espectacular, como buenas mexicanas norteñas (sí, me daban envidia).
Pero
regresando al tema que nos atañe, en el intercambio de tuits me encontré con un
trabajador de dicha empresa, a quien tuve el gusto de entrevistar. Antes de
entrar de lleno a sus palabras, haré un resumen de la historia de
Aerocalifornia.
Esta
aerolínea que tenía su base en la ciudad de la Paz, en Baja California Sur, fue
fundada en 1960, y llegó a volar a destinos dentro y fuera de nuestro país: Aguascalientes,
Chihuahua, Ciudad de México, Ciudad Juárez, Ciudad Obregón, Ciudad Victoria,
Colima, Culiacán, Durango, Ensenada, Guadalajara, Hermosillo, La Paz, Los Mochis,
Manzanillo, Mazatlán, Matamoros, Monterrey, Puebla, Tampico, Tepic, Tijuana,
Torreón, Veracruz y Villahermosa. En Estados Unidos volaban a Dallas, Los
Ángeles, Phoenix, San Diego y Tucson
En
abril de 2006, la SCT suspende las operaciones de Aerocalifornia; el diario La
Jornada de fecha 3 de abril de dicho año reportó lo siguiente: “De acuerdo
con la versión difundida ayer por la SCT, la decisión de suspender las
operaciones de Aerocalifornia se derivó luego de que personal de la Dirección
General de Aeronáutica Civil (DGAC) realizó una verificación mayor en la
aerolínea. ''Hace aproximadamente 15 meses se realizó a la aerolínea otra
verificación mayor, y en ese entonces se solicitó a la empresa atender una
serie de observaciones'', relató la SCT. Añadió que posteriormente se han
realizado diversas revisiones adicionales ''de rampa a las aeronaves, con
resultados poco satisfactorios''.
Después
de una nueva verificación mayor que se realizó durante las últimas dos semanas
con un equipo de 25 inspectores, agregó la dependencia, la DGAC ''ha
determinado que no existen las garantías de seguridad necesarias para los
pasajeros y personal de esta empresa''.”
Después
de permanecer en tierra durante 4 meses, el 11 de agosto de 2006 pudo retomar
el vuelo, pero no sería la única vez que la autoridad le impidiera operar a la
aerolínea. Nuevamente lo hizo el 24 de julio de 2008, bajo el argumento de la
falta de pago al Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM);
los trabajadores en su intento de
mantener su fuente de empleo emplazaron a huelga y el día 5 de agosto de ese
mismo año, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje declaró válida la
huelga, y doce años después, el conflicto sigue sin resolverse, motivo por el
cual la empresa sigue existiendo, manteniendo sus instalaciones y con la
concesión vigente para operar como aerolínea.
Reconozco
que no había reparado en este caso, y como lo dije al principio desconocía qué
es lo que había ocurrido con Aerocalifornia. Me parece importante que
conozcamos ahora sí a nuestro entrevistado, a quien le agradecemos de antemano
el tiempo que no dio para darles a ustedes a conocer su historia. Su nombre es Gerardo
Amador Rojas, y es uno de los tantos trabajadores que sigue esperando la
reactivación de su aerolínea. Él trabajaba en la estación de la ciudad de
Colima, como personal de tierra.
X.G.:
Hola, muchas gracias por la entrevista ¿me puedes contar tu historia con
Aerocalifornia?
G.A.R.:
Claro, mira yo estaba trabajando en la estación de Colima, la primera vez que
nos pararon operaciones, fue por cuestiones de seguridad, según la SCT. La
empresa metió un amparo. La segunda vez fue por un adeudo al SENEAM de 259
millones de pesos.
X.G.:
¿Qué pasó esa segunda vez que les pararon las operaciones?
G.A.R.:
Recuerdo que ese día fue jueves, se cayó la página de internet de la aerolínea
y todo el sistema con el cual trabajábamos. En Tijuana había un avión a punto
de tomar pista y lo regresaron. Todos tratamos de aguantar, en mi caso me quedé
en Colima, ya que el dueño, Raúl Aréchiga nos decía a los trabajadores que el
adeudo era un error.
X.G.:
¿Qué pasaba en esos momentos?
G.A.R.:
Fue horrible, yo estaba muy feliz en la empresa, estaba viviendo un sueño. Pero
nos mandaron a casa, y después declararon la huelga. Y cuando entramos en ella,
fue porque los acreedores estaban encima de la empresa. Yo hice guardias en el
aeropuerto, pero no aguanté mucho, en el mes de octubre me regresé a Celaya de
donde soy originario.
X.G.:
Anímicamente ¿cómo te sentías?
G.A.R.:
Entré en una depresión muy fuerte, que me duró entre 3 y 4 años, tuve que ir a
terapias y tomar medicamentos para poder superarla.
X.G.:
¿Estabas a gusto trabajando para Aerocalifornia?
G.A.R.:
La forma de trabajar era muy amigable, yo conocía a todos, a los capitanes, a
todo mundo, pero con el estallamiento de la huelga dejé de tener contacto con
don Raúl, el dueño.
X.G.:
¿Qué pasó después del estallamiento de la huelga?
G.A.R.:
Interjet se nos acercó, estaba buscando los slots de la Ciudad de México y para
recontratar trabajadores de Aerocalifornia, Interjet liquidó a toda la gente de
la estación de la Ciudad de México, nada más, las otras estaciones fueron
abandonadas. Por lo que hay un juicio contra la aerolínea a favor del
sindicato. Toda la infraestructura de la empresa, los bienes, eran rentados y
nadie sabe dónde quedaron las herramientas. En Guadalajara hay un cementerio de
aviones de Aerocalifornia. El hangar que se tenía en la base, que era la Paz,
se lo quedó Calafia Airlines, entraron a la mala, por ejemplo, todas las rutas
que opera Aeroméxico Connect de Colima a Tijuana, son de Aerocalifornia. Lo
peor, el sindicato nos tiene abandonados. Tan sólo en la Paz eran cerca de 3
mil trabajadores, y no, no conocemos los nombres de los abogados, porque ellos
están en la Paz.
X.G.:
Después del segundo paro de operaciones, ¿buscaste otra opción?
G.A.R.:
Pues tuve dos intentos en empresas de aviación, pero el haber trabajado en
Aerocalifornia parece una mancha en el currículo, yo tengo esperanza de que se
haga justicia.
X.G.:
Te agradezco muchísimo el haber compartido tu historia.
Quedémonos
con las últimas palabras de nuestro entrevistado, tiene esperanza de que se
haga justicia, ¿dónde he escuchado esto?
A 10
años de la salida de Mexicana de Aviación de los cielos, volteemos a ver que
hay más gente “como nosotros”, que estamos esperando justicia, que “alguien”
nos resarza todo el daño que hemos padecido. Usemos la esperanza, no como
añoranza nostálgica, sino como aquello que nos ayude a ver más allá de la
tormenta que nos hizo vivir un mal momento.
Ximena Garmendia
30 de agosto 2020