Aeroméxico
¿un gran lugar para trabajar?
Veamos la siguiente escena: estamos
en la Terminal 2 del aeropuerto internacional Benito Juárez para abordar un vuelo
y nos llama la atención un grupo de trabajadores; la mayoría portan chalecos de
color amarillo ¿o verde? fosforescente; son muchos y a la distancia se escuchan
sus reclamos.
No importa si somos pasajeros
habituales o esporádicos, pero desconocemos quiénes son los miembros de ese
grupo de trabajadores inconformes que estaban reunidos y que a lo lejos parecían
discutir.
La mayoría de los pasajeros
pasará de largo, ignorando los reclamos y sobre todo sin preguntarse a qué se
dedica ese grupo. Así es el ser humano, poco empático con el otro. Pero ¿qué
sucedería sí le digo al pasajero que la labor de esas personas es imperante
para que pueda salir su vuelo?, sin duda voltearía de nuevo a ver la escena, pero
ya no con extrañeza o incluso indolencia, sino que le asaltaría la duda: ¿por
qué estaban discutiendo?
Como recordarán, llevamos dos
semanas hablando del Informe de Sostenibilidad de la empresa Aeroméxico 2019, en
el que presumieron por todo lo alto los reconocimientos recibidos, y vale la
pena recordar, quién se lo dio, y por qué:
- · Por Merco, el lugar número 28 de 100 empresas por Mejor Responsabilidad Social y Gobierno Corporativo en México.
- ·
Por la Universidad Tecnológico de Monterrey
como Socio de Valor Platino 2019 por Diversidad e Inclusión Laboral,
Responsabilidad Social y Cuidado del Medio Ambiente.
- ·
Por Universum, el 7° lugar en el ranking de
100 Empleadores Más Atractivos de México.
- ·
Por Glassdoor, el 18° lugar en el ranking de las 25 Mejores
Empresas Para Trabajar.
- ·
Por Talents Awards, reconocimiento como el Mejor
Equipo de Adquisición de Talento (+500 empleados).
- · Por Grupo Mundo Ejecutivo, reconocimiento como uno de los 30 Mejores Chief Human Resources Officer en México.
Todos, “reconocimientos” entregados
en 2019, ¿qué pasó entonces, para que en menos de un año, sus trabajadores
comiencen a denunciar prácticas ilegales por parte de sus empleadores? Así como
lo lee estimado lector; sabemos que la aviación ha sido una de las industrias
más golpeadas por el Covid 19, y eso no podemos pasarlo por alto; pero que la
empresa Aeroméxico abuse del trabajador, en la mayoría de las ocasiones en
franco contubernio con los sindicatos, es algo que no encuentra ninguna
justificación.
Y es que los trabajadores se
sienten en el desamparo, ¿recuerdan la escena que narré al principio?, pues esa
escena fue real y sucedió el pasado martes 23 de junio, cuando los Trabajadores
Generales (TGS) descubrieron que la empresa del Caballero Águila y su sindicato
(en este caso el Sindicato Independencia), habían pactado la reducción del 50%
del salario de sus agremiados.
Evidentemente el descontento permeó
en la base de trabajadores al grado que se reunieron, amagando con realizar un
paro de labores. Ante esta posibilidad, el sindicato mandó a sus delegados con
una doble misión: calmar las aguas (tarea difícil) y defender lo indefendible
(tarea imposible).
A muy pocas horas de lo sucedido,
pude observar a detalle los videos que de forma tan amable me hizo llegar este
grupo de trabajadores de rampa. Y hay una serie de cosas que quiero resaltar.
Primero, la amenaza nada
velada de “correr” a todo aquel que hiciera el paro por la reducción de sus
salarios, diciéndoles que si se “negaban” a trabajar, le llamarían a los
trabajadores eventuales que en marzo, dicho sea de paso, fueron “liquidados”
bajo el hipócrita esquema de “renuncia voluntaria”, dándoles finiquitos de menos
de 600 pesos; esto lo puedo afirmar porque tengo la documentación que me hizo
llegar un trabajador eventual para denunciar el maltrato al que fue sometido
por parte de la empresa Aeroméxico.
Otro aspecto que debe ser
mencionado, es la insensibilidad que existe, tanto por parte de la empresa como
por parte del sindicato, ya que son trabajadores que perciben $6,600 pesos al
mes, y que pueden llegar a gastar en el mismo periodo $2,400 pesos solamente en
pasajes; recortarles el salario a 3,300 al mes, les deja con $900 pesos para
vivir ellos, y sus familias.
¿Pero en qué cabeza cabe que
un trabajador puede vivir con $900 pesos al mes?, pues en la cabeza de los altos
directivos de Aeroméxico, como Andrés Conesa quien “renunció” al 20% de su sueldo, como “apoyo” a la empresa,
como documentó el periódico La Jornada el 25 de marzo del presente año: https://www.jornada.com.mx/ultimas/economia/2020/03/25/directivos-de-aeromexico-bajan-a-la-mitad-su-sueldo-4897.html Posteriormente,
el Director General anunció que iba a recortar otra vez su sueldo, ahora sin
informar el porcentaje de dicho recorte. Es evidente que el sueldo de los altos
mandos, no se compara en lo absoluto al de estos trabajadores, que vieron con
horror, el recorte del 50% a su ingreso, ya de por sí bastante magro.
Aunque en los videos
revisados, los Delegados Sindicales argumentaban una y otra vez que no habría
manera de revertir el acuerdo hecho por el Sindicato con la empresa, gracias a
su movilización y férrea convicción de defender su salario, así como a la
presión mediática ejercida, el sindicato que representa a este grupo de
trabajadores, echó para atrás ese acuerdo y estarán cobrando el 100% de su ingreso.
Por supuesto no son ingenuos, y tienen fundado temor de que haya represalias,
tanto por la parte empresarial, como por la sindical.
Originalmente hasta aquí
llegaría ésta columna, relatando una historia de éxito para el grupo de
trabajadores inconformes que defendieron su salario, pero la realidad laboral y
sindical de nuestro país no es así. Los TGS alzaron la voz, y eso es algo que
evidentemente aplaudo y apoyo, dándoles espacio en mis redes sociales para que
difundieran los videos que ellos mismos tomaron con sus teléfonos celulares.
Ello bastó para que otros grupos de trabajadores se acercaran a denunciar que también
a ellos la empresa les ha recortado el salario. Se trata de Oficiales de
operaciones que no están sindicalizados, estamos hablando de mecánicos que
están con la sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM); y también
nos referimos a los trabajadores que están agremiados al Sindicato de
Trabajadores de la Industria de la Aviación, Similares y Conexos (STIAS); todos
ellos han “acordado”, de manera ilegal, recortes de salario al 50%.
Nos quedan muchas dudas, ¿por
qué el Impuesto Sobre la Renta (ISR) lo están descontando como si cobraran el
100% de su salario y no solamente el 50%? También estos trabajadores han
detectado e investigado que la empresa ha dejado de pagar cuotas al Infonavit,
Fonacot, Afores e incluso la cuota del Seguro Social. ¿Retraso, indolencia o es
plan con maña? Estamos hablando de la misma empresa, que presentó hace tres
semanas su Informe de Sostenibilidad 2019, ostentándose como una de las mejores
empresas para trabajar.
Dejo este espacio abierto para
la denuncia de los trabajadores. Sin ellos, estimados lectores y pasajeros, la
aviación no funciona; porque ni su director Andrés Conesa, ni sus dueños como Eduardo
Tricio, saben volar aviones. Y debe decirse, la aviación no sólo se reduce a un
avión que va del punto A al B. Se requiere de una larga cadena de trabajadores
que hacen trabajo invisible, pero fundamental, como el trabajador que en la
rampa conduce el tractor que remolca al avión para dejarlo en la calle de
carreteo. Tan “sencilla” como esa, existen muchas actividades que si no se
hacen, el avión simple y sencillamente no despega.
Todos los empleados son
importantes, y no se vale usar la pandemia de Covid19 para explotar a los trabajadores.
Que no se les olvide a los directivos de Aeroméxico: los vuelos a China que
está pagando el Gobierno Federal, son un “rescate” velado por parte de la
actual administración; si el dueño del 49% de sus acciones es Delta, y les da
la espalda, no abusen de su planta laboral.
Poco a poco daré a conocer
todas las irregularidades cometidas por la empresa Aeroméxico, y todo será con
copia a Luisa Alcalde, Secretaria del Trabajo y Previsión Social. Es lo menos
que puedo hacer para apoyar a mi gremio. Son ellos los que me ayudan a responder
la pregunta planteada en el título de esta columna: ¿Aeroméxico es un gran
lugar para trabajar? no lo creo, pero estoy segura de que lo será cuando dejen
de amedrentar a sus empleados, tanto empresa como sindicatos que tienen
contratación colectiva, y reconozcan que sin sus trabajadores, la empresa no
puede existir. Compañeros, cuentan con este espacio.
Ximena Garmendia
28 de junio 2020