Efectos
del Covid19 en el mundo aeronáutico
Con la llegada de la pandemia
por Covid19, la industria aeronáutica se encuentra surcando una gran
turbulencia de grandes proporciones, y en estos momentos todavía no podemos ver
ni cuáles son sus dimensiones, ni tampoco sus consecuencias.
Dado el carácter global de la
industria aeronáutica, en estos días me he dado a la tarea de ir documentando
el comportamiento no sólo de nuestra aviación nacional, sino también la
internacional, y los datos hablan por sí mismos.
En el continente europeo nos
encontramos con una política de rescate a sus aerolíneas, al mismo tiempo que
han llevado a cabo algunos recortes a sus plantillas laborales. Tal es el caso
de la empresa holandesa KLM, cuyos trabajadores han optado por las renuncias
voluntarias a partir del 1° de junio, con el incentivo de que esta decisión les
permitirá recibir una indemnización más alta que aquellos que sean despedidos
por la empresa.
Pero no todo es miel sobre
hojuelas. A pesar de pertenecer al llamado “primer mundo”, el caso de British
Airways se torna dramático, pues recientemente anunció que a partir del 15 de
junio del presente año va a recortar a todo su personal y “recontratar” a la
mitad, pero con el 50% de su salario, lo que ha prendido los focos rojos del
Sindicato Unido (United Union en inglés), ya que son cerca de 12 mil empleos. En
este tenso panorama, el sindicato y empresa han roto el diálogo. Debemos estar atentos
de las respuestas y demás movimientos de cada una de las partes.
También en el viejo
continente, los pilotos de la aerolínea belga Brussels Airlines han acordado
rebajarse un 45% de su salario, así como horas de vuelo, con la intención de
evitar el recorte de personal. No obstante, la compañía, propiedad de
Lufthansa, tiene otros planes más radicales, entre los que destacan mil despidos,
entre ellos 191 pilotos y 470 miembros de tripulación, la supresión de una
veintena de rutas poco rentables y un recorte del 30% en su flota. Todo para
recuperar la viabilidad de la compañía.
Hay nubarrones en el horizonte
para España y Noruega. Y es que el caso de Norwegian ha levantado ámpula al
interior de los sindicatos españoles Sepla (Pilotos) y USO (tripulantes de
cabina), que denuncian la “cesión ilegal” (recorte) de 400 pilotos y 900
tripulantes de cabina de pasajeros que trabajan para la empresa noruega, pero en
España. La empresa, según reportan, los ha obligado en estas semanas a
despojarse de los uniformes y credenciales de Norwegian.
Caso similar sucede con Ryanair,
la bajo costera irlandesa con sede en España, donde están pensando recortar a cerca
de 600 tripulantes que les “sobran”, según la video llamada publicada por la
agencia de noticias Bloomberg. En concreto 266 pilotos y 352 tripulantes de
cabina están de más; pero ahí no termina su plan de acción, pues por el mismo medio
la empresa informó que tiene planes de recortar 3 mil puestos de trabajo en
todo el mundo, lo que significa el 15% de su plantilla laboral. Eso sin contar
que este mismo mes anunció que cerrará la base de operaciones en Viena de su
filial austríaca Laudamotion, lo que conllevará el despido de 300 trabajadores.
Lo anterior, queridos
lectores, son sólo ejemplos de cómo se está comportando la industria
aeronáutica internacional. Pero el Covid19 no sólo afecta a las aerolíneas, sino
también a las armadoras, y ellos también han anunciado recortes a su personal. Tal
es el caso de armadora de motores Rolls Royce; su consejero delegado, Warren
East, anunció un fuerte plan de reestructuración que implica la supresión de 9
mil puestos de trabajo, sobre un conjunto de 52 mil, lo que significa la salida
del 17% de los profesionales del grupo. Esta reducción de personal en la matriz
de Rolls Royce es adicional a los 4,600 puestos de trabajo que apenas en 2018
la multinacional suprimió principalmente del área administrativa.
El panorama no es nada
halagador para el fabricante europeo de aviones Airbus, quien hizo una de sus evaluaciones
más severas de su historia al calcular el daño causado por la crisis del
coronavirus y por medio de una carta de su presidente ejecutivo, Guillaume
Faury avisó a sus 135 mil trabajadores que se preparen para la que posiblemente
será la reducción de empleo más profunda de las últimas décadas. Ante esto, los
empleados que laboran en Francia han implementado esquemas de licencia en casi
3 mil trabajadores.
No abandonemos la dirección y
sigamos avanzado. Vayamos a Asia, cuyas aerolíneas más representativas también enfrentan
grandes retos a causa de la pandemia. Toca el turno de la empresa Emirates,
quienes, además de considerar sacar de su flota los A380, tiene como meta el
recorte de 30 mil empleados, lo que significa el 30% de su plantilla laboral. De
llevarse a cabo, sería el mayor recorte en toda la historia de la aerolínea. El
CEO de la compañía, Tim Clark, señaló, en una entrevista para Bloomberg, “que
la demanda internacional iba a sufrir al menos durante dos años”. Y comparó la
pandemia con "un cisne negro" para la aviación, refiriéndose a lo
extraordinario y poco común del suceso, pero que tiene consecuencias terribles.
Por su parte la aerolínea
Qatar no ha querido hacer público el número detallado de recortes a puestos de
trabajo, aunque informó que el número sería “sustancial” y el cual incluirá
tripulaciones tanto de cabina de pilotos, como la de pasajeros. Esto informaba por
escrito Al Baker, director ejecutivo, quien además señaló que el recorte a las
aeronaves será del 25%.
Ahora sigamos volando y
cambiemos de continente para aterrizar en Oceanía; toca el turno de Fiji
Airways (antes Air Pacific), quien reducirá en un 51% el total de su plantilla,
pero no solo eso es alarmante, sino que a 79 pilotos que la pandemia los
alcanzó fuera de su país, y por ende no pudieron regresar, les ha sido
rescindido su contrato, igual que a 8 ejecutivos de la aerolínea en las mismas
circunstancias, incluido el CEO.
Siguiendo nuestro viaje
llegamos al continente americano, y vemos qué pasa en Canadá. Y es que tras el
anunció que realizó Air Canada sobre el recorte a 20 mil plazas laborales, el
gobierno de dicho país ha optado por dar ayuda financiera a la aerolínea. Justin
Trudeau, reconoció ante la prensa la difícil situación que vive la industria
aeronáutica por la pandemia del Covid19, pero no entró en detalles. La
aerolínea había aprovechado el programa federal de subsidio salarial para
volver a contratar a más de 16 mil empleados despedidos en marzo debido a la contingencia.
Pero ahora la compañía dice que los trabajadores despedidos ya no se incluirán
en este programa y tendrán que solicitar el Beneficio de Respuesta a
Emergencias de Canadá, que paga $CAD 2.000 al mes a los trabajadores que han
perdido sus empleos debido al COVID-19.
En el caso de nuestro país
vecino, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica ha acordado con las
principales líneas aéreas estadounidenses los términos de un rescate económico
con el objetivo de evitar su quiebra, así como un elevado número de despido. Se
estima que estas ayudas a las aerolíneas- ya contempladas en el histórico plan
de rescate económico de 2,2 billones para hacer frente a la crisis del
Coronavirus- sumarán alrededor de 25.000 millones de dólares.
Ahora bajemos hasta
Latinoamérica y es que el caso de los compañeros chilenos de Latam está
haciendo mucho ruido en el medio. En días recientes, esta aerolínea decidió
acogerse al capítulo 11 de quiebras de los Estados Unidos de Norteamérica,
porque a pesar de los esfuerzos de la familia Cueto y su sociedad con otros inversionistas
(entre ellos ex dueños de TAM), acaban de asumir un compromiso financiero por
300 millones de dólares. No obstante, no es suficiente, pues no debemos olvidar
que Qatar, que ya tiene sus propios problemas económicos, es dueña del 20% de
las acciones, y Delta Airlines es dueña de otro 20%. El holding de la aerolínea
aplicó recortes a sus directivos y avanza para aplicar la misma medida a sus
más de 43 mil empleados en toda la región. Su plan de ajuste incluye licencias
sin goce de sueldo por hasta 12 meses y un plan agresivo de retiros
voluntarios.
Este brevísimo trayecto no es
más que un reducido ejemplo de la gigantesca industria aeronáutica mundial; tiempos
difíciles y turbulencias agudas que sortear, son los nuevos retos de las empresas,
quienes buscan salir a flote a como dé lugar, sin perder de vista los demás
paradigmas que hoy están llamando a sus puertas.
Como apasionada del mundo de
la aviación, culmino diciendo que veo con tristeza que en mi país no se le toma
la importancia que tiene al tema. México es un terreno árido donde la petición
de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de catalogar a los
trabajadores de la industria aérea como “esenciales” nunca va a florecer.
El gobierno actual está quedando
en deuda con una industria vital para el desarrollo del país. Hemos sido
testigos del sepulcral silencio por parte de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes, así como de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Al momento
de escribir estas líneas, el rumor de “recortes” en Aeroméxico está corriendo
como reguero de pólvora. Números que ayer eran de 160 plazas de pilotos, hoy
aumentan a 200. No tenemos certeza de estas cifras, pero lo que sí les puedo
afirmar, porque no podemos tapar el sol con un dedo, es que vienen cambios
rotundos en todas las líneas aéreas del país. Y pueden estar seguros que desde
este humilde espacio pondré todo lo que esté en mis manos para defender los
derechos laborales de los compañeros trabajadores de la industria aeronáutica
de México y denunciar cualquier atropello del que sean víctimas… por una
sencilla razón: para mí, la labor de pilotos y asistentes de vuelo sí es
esencial para el país.
Ximena Garmendia
31 de mayo 2020
P.D. Feliz día Internacional del Sobrecargo a todos los que ejercen y ejercieron esa hermosa profesión, felicidades a todos los tripulantes de México y el mundo.