25 abril 2017

Los engaños de las líneas aéreas

Los engaños de las líneas aéreas
Bibiana Belsasso
 
El pasado jueves 19 de abril, la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley de Aviación Civil para sancionar a las aerolíneas por incumplimientos o demoras de vuelos, así como para compensar a los usuarios afectados, pero muchas de las demoras no ocurren a las salidas de los vuelos sino en las llegadas.

Y es que las líneas aéreas para no ser sancionadas, agilizan todo lo que pueden las salidas y compensan cuando los aviones aterrizan.

Un ejemplo. El domingo en la tarde llegamos de un vuelo a las 3.30 de la tarde a la Ciudad de México. Nos enviaron a una posición lejana, al otro extremo del aeropuerto, y como había tantos camiones que recogieron pasajeros en posiciones remotas esperamos más de una hora en el transporte, ya en la pista para el traslado.

Las maletas se entregaron una hora y media después de la llegada del vuelo. Las demoras ocurren en todas las líneas aéreas. Y son decenas de vuelos que tienen retrasos a la llegada.

Es verdad, el AICM está saturado con tráfico aéreo, urge el nuevo aeropuerto, pero la mayoría de las demoras son por otros motivos, por ejemplo, que la tripulación no llega a tiempo, o que no se cuenta con personal suficiente para bajar las maletas. Lo cual sin duda es un ahorro para la línea aérea.

Las reformas, aprobadas con 422 votos a favor, y enviadas al Senado para sus efectos constitucionales, establecen que en caso de retraso en la hora de salida del vuelo, el pasajero será indemnizado con descuentos para viajes posteriores hacia el destino contratado y/o alimentos y bebidas.

Si la cancelación del vuelo es responsabilidad del concesionario, éste deberá —a elección del pasajero— reintegrar el precio del boleto, ofrecer transporte sustituto en la primera salida disponible y proporcionar acceso a llamadas telefónicas y envío de correos electrónicos.

Asimismo, deberá proporcionar alimentos, alojamiento en hotel del aeropuerto o de la ciudad, cuando se requiera pernocta, y transportarle en la fecha posterior que convenga al mismo pasajero, hacia el destino respecto del cual haya sido cancelado el vuelo.

Si la demora es mayor a cuatro horas, se pagará el cien por ciento del boleto y 25 por ciento más.
El dictamen resalta que en caso de la denegación de embarque, por expedición de boletos en exceso a la capacidad disponible, el concesionario o permisionario deberá solicitar voluntarios que renuncien al vuelo, a cambio de beneficios que acuerde directamente con el pasajero.

En esa situación, tendrán prioridad para abordar las personas con alguna discapacidad, adultos mayores, los menores de edad no acompañados y las embarazadas. Y el pasajero podrá solicitar el reembolso total de su boleto, en menos de 24 horas.

El senador Luis Armando Melgar está proponiendo que las compensaciones de las aerolíneas no sean a partir de las cuatro horas de retraso, sino a partir de las tres horas.

Pero también se tendrían que estipular las sanciones, por las demoras a la llegada de los viajes.
Las aerolíneas no pierden nada, en los últimos años las aerolíneas mexicanas han tenido ganancias importantes.

Aeroméxico, Volaris, Interjet y VivaAerobus transportaron en el primer bimestre de 2017 a un millón 653 mil personas, 172.4 por ciento más respecto a los 607 mil de igual lapso de 2011, según datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

Con ello, aumentaron de 14 a 27 por ciento su participación en ese mercado, en los últimos seis años.
Pero además de todo, la líneas aéreas mexicanas han cambiado su política de equipaje, así que si va a viajar, revise bien cuánto equipaje puede llevar, para que no le cobren de más.

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