Acepta SCT ampliar la quinta libertad aérea
El Vie, 25 de Septiembre de 2015, por Maricarmen Cortés
Una de las razones por las que el Frente por la Defensa de la Aviación Nacional está en contra del convenio aéreo bilateral firmado entre México y Estados Unidos, y que está en proceso de ser enviado al Senado para su ratificación, reside en la llamada quinta libertad aérea que se autorizará con menores restricciones y que, de acuerdo con los sindicatos y colegios que integran el frente, representan, en la práctica, la autorización de la política de cielos abiertos.
La quinta libertad aérea representa la posibilidad de que cualquier aerolínea, tanto de Estados Unidos como de México, pueda realizar servicios aéreos desde cualquier punto, o varios puntos, entre ambos países, y continuar a un destino posterior. Eso significa para las aerolíneas una mayor ventaja competitiva, ya que, además de poseer una mayor flota, podrían realizar, y vender, vuelos que vengan de EU y aterricen en la Ciudad de México —por citar sólo un ejemplo— a cualquier destino de Centro o Sudamérica.
La SCT ha negado, de forma tajante, que este convenio bilateral contemple la apertura de cielos y, en un comunicado emitido ayer, aseguró que se mantendrían las libertades aéreas ya autorizadas, mientras que las nuevas se autorizarían, caso por caso, y sin perjudicar a la industria aérea nacional.
Las libertadas autorizadas, hasta la fecha, son las de Dallas a Fort Worth, de San Antonio a la Ciudad de México, Toluca y Acapulco, así como puntos posteriores en Panamá y otros países. Y desde Nueva York, Washington, Baltimore, Los Ángeles y Houston a la Ciudad de México y Toluca, así como a puntos posteriores en América Central y América del Sur.
LAS CARTAS PARALELAS DE LÓPEZ MEYER
El convenio bilateral aéreo se firmó en noviembre pasado y en efecto no incluye libertades aéreas ilimitadas. Sin embargo, el 28 de mayo pasado Gilberto López Meyer, aún director general de Aeronáutica Civil, firmó lo que se conoce como cartas paralelas con su contraparte estadunidense Paul L. Gretch, director de la Oficina Internacional de Aviación del Departamento de Transporte.
En estas cartas paralelas, que desde luego no están jurídicamente por encima del Convenio aéreo bilateral se establece que, a partir de la entrada en vigor del acuerdo, las dos autoridades aeronáuticas deben considerar de manera positiva las solicitudes presentadas por las aerolíneas de ambos países para los servicios aéreos desde uno o varios puntos entre ambos países y continuar a otro país, es decir la quinta libertad.
López Meyer asegura, que estas cartas no deben interpretarse como una libertad ilimitada porque, claramente, se señala que las aerolíneas deberán tener un acuerdo por estricto con las autoridades aeronáuticas de ambos países.
VICEPRESIDENTE DE LA IATA
Por cierto, Gilberto López Meyer renunció ya a la Dirección de Aeronáutica Civil, a partir del próximo 19 de octubre, porque fue nombrado vicepresidente de Seguridad Aérea de la IATA, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. Será el primer mexicano en ocupar este cargo en la IATA que preside Andrés Conesa, director general de Aeroméxico, y es un reconocimiento a la experiencia de López Meyer en el sector.
ALIANZA AEROMÉXICO-DELTA, A PUNTO DE NAUFRAGAR
Y ya que estamos con temas del sector aéreo, le cuento que la alianza profunda entre Aeroméxico y su socio Delta al parecer no se va a concretar. Por un lado, el Departamento de Transporte no ha autorizado aún la ATI, Inmunidad Antimonopolio que solicitó Delta con Aerómexico para presionar al gobierno y a la SCT a que, primero, apruebe el convenio aéreo bilateral.
Por otro lado, la Cofece aún no ha dado a conocer su resolución sobre la solicitud de concentración que presentaron Delta y Aeroméxico, pero todo indica que se aprobaría sujeta a condiciones que serían inaceptables para la empresa, como deshacerse de slots. Además de esta resolución, la Cofece, que preside Jana Palacios, continúa con dos investigaciones de oficio claves: una es a Aeroméxico sobre prácticas monopólicas en la prestación de servicios aéreos y otra al AICM sobre asignación de slots.