18 junio 2015

DEL CORREO DEL BLOG

Qué luego no se quejen en Los Cabos
Gerardo García
 
Más de un funcionario federal se encuentra sorprendido. Algunos, verdaderamente contrariados. No alcanzan a comprender el porqué de un rechazo a una medida benéfica para el país. La razón de algunos influyentes personajes de la industria aeronáutica y turística para ponerle piedritas a un proyecto largamente consensuado y, hasta ahora, nunca cuestionado.
Sus razones tendrán.
Andrés Conesa es uno de los mexicanos que más conoce de aviación comercial. Director general de Aeroméxico por años –y sobreviviente de distintos presidentes de su Consejo de Administración- es desde hace un par de semanas también el presidente del Consejo de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo –IATA por sus siglas en inglés-, que aglutina a la mayoría de las empresas dedicadas a la aviación comercial y aeropuertos en el mundo entero. Una posición de privilegio para un hombre que, al menos hasta ahora, siempre ha mostrado pragmatismo y eficiencia en su actitud profesional. Un hombre derecho, dicen los que lo conocen bien. Por eso quizá sorprenden sus recientes declaraciones.
Y es que resulta que el presidente de la IATA declaró que no respalda abiertamente el proyecto que busca que se instalen aduanas de preinternación del gobierno estadounidense en aeropuertos mexicanos. Que para muchos aeropuertos y aerolíneas esto significaría problemas logísticos y de inversión, y que el gobierno debiera revisar lo que está proyectando. Inhibiría la conectividad en aeropuertos como el de la Ciudad de México, dijo a los medios de comunicación.
Le contaba en esta columna hace unos días que en una reunión que organizó la Secretaría de Turismo para comentar los avances del programa de aduanas de preinternación, de manera sorpresiva del lado empresarial comenzaron a verterse opiniones negativas que hacían parecer que la iniciativa privada, que fue siempre la principal impulsora de este proyecto, ahora lo rechazaba. Entonces los que abiertamente se opusieron fueron los representantes de la Canaero, que preside Fernando Flores, y el director del Grupo Aeroportuario del Pacífico, Fernando Bosque –grupo que opera el aeropuerto de Los Cabos, incluído en este proyecto- quienes hablaron de las complicaciones logísticas, los costos que supondría y de las inversiones que tendrían que realizarse. Que si habría que construir más terminales en los aeropuertos –en efecto, las aduanas de preinternación operan en áreas estériles en las que los pasajeros que las utilizan no se mezclan con otros de vuelos distintos-, que si habría que incrementar el costo aeroportuario, que si no terminarían afectando el flujo cotidiano y la operación en los aeropuertos mexicanos. Ahora se trató del también director general de la principal aerolínea del país.
¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué el rechazo a estas alturas?
Este programa nunca se planteó para aplicarlo en aeropuertos que no tuvieran un mayúsculo flujo turístico desde Estados Unidos de Norteamérica. Siempre se planteó que funcionaría solamente en Los Cabos, Cancún, Vallarta y quizá la Ciudad de México. No tendría sentido que se instalara en otro aeropuerto. Las aduanas de preinternación en efecto le servirían a los ciudadanos estadounidenses en ruta a su país desde México; pero su razón principal es abrirle posibilidades de frecuencias aéreas a aeropuertos de ciudades medianas en el país vecino que no cuentan con servicios de migración. No tendría interés, pues, en una ruta étnica o de negocios.
Los funcionarios federales consultados consideran que en el rechazo hay visos de temor a la competencia, también como una realidad sobre la inversión que esto significaría. El asunto es que el gobierno federal está decidido en apoyar este programa que significaría un crecimiento inmediato en el trasiego de turistas de nuestro principal mercado al país y que en menos de un año se estará aplicando ya en el aeropuerto de Cancún.
En Quintana Roo las condiciones están puestas para que comience a funcionar; Aeropuertos del Sureste, que opera Cancún –el principal aeropuerto en el país en llegadas de visitantes internacionales- ha manifestado abiertamente y desde tiempo atrás estar listo en términos de logística e instalaciones para que opere la preinternación. Se está construyendo ya la terminal 4 para ese sentido.
Cancún tendrá aduanas de preinternación, es el mensaje. Qué luego no se quejen en otros destinos, diríase también.
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