Mexicana de Aviación, empresa casi sin valor
Al inicio del concurso mercantil la aerolínea valía 7 mil mdp; ahora vale poco más de 300 mdp: síndico Alfonso Ascencio.
ROBERTO VALADEZ
México
La difícil situación de Mexicana de Aviación se complica cada día más, pues de acuerdo con el reporte económico del síndico Alfonso Ascencio Triujeque, el valor de la aerolínea se ha devaluado 95 por ciento.
Al inicio del concurso mercantil la empresa valía 7 mil millones de pesos, pero ahora ha disminuido a poco más de 300 millones de pesos, según el informe.
Representantes de los trabajadores que tuvieron acceso al documento señalaron que el síndico declaró como bienes de Mexicana solo mobiliario menor, como el sistema de cómputo, sillas y mesas.
Algunos bienes de la aerolínea son dos edificios en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de servicios y carga, y almacenes fiscales en la misma terminal; terrenos en Tampico, Tamaulipas, y una base de mantenimiento en Guadalajara, Jalisco.
Sin embargo, dentro del reporte de Ascencio Triujeque no se incluyeron los derechos de la empresa al título de concesión, las rutas y slots que tenía antes de parar operaciones, los contratos de servicios aeroportuarios y la autorización de administración de almacenes fiscalizados.
Mexicana de Aviación dejó de operar el 28 de agosto de 2010 a causa de sus elevadas deudas, por lo que ingresó a concurso mercantil, proceso en el cual estuvo casi cuatro años, bajo un acuse de pasivos por 14 mil 292.2 millones de pesos al 4 de agosto del mismo año.
Ante la situación, la juez decimo primera en materia civil del Distrito Federal, Edith Alarcón, declaró la quiebra el 4 de abril de 2014.
Representantes de los trabajadores señalaron que la reducción en el valor de Mexicana de Aviación es brutal y no se ha dado una explicación técnica de qué pasó y dónde quedaron los bienes que originalmente fueron inscritos.
La aerolínea dejó de operar el 28 de agosto de 2010 a causa de sus elevadas deudas, por lo que ingresó a concurso mercantil, y fue declarada en quiebra el pasado 4 de abril
Asimismo, señalaron que al no declararse los slots y las rutas de Mexicana, cuando el síndico termine por completo el proceso se podrán dar sin ningún inconveniente a las demás aerolíneas.
Los representantes señalaron que se deben incluir los horarios de aterrizaje y despegue de Mexicana, así como sus rutas, ya que son los bienes con mayor valor económico.
Indicaron que con el nuevo valor económico dado a la empresa, existirá muy poco dinero para pagar las deudas a empleados y acreedores.
De igual forma, los representantes señalaron que el síndico no ha cumplido con la obligación de rescatar los bienes que la aerolínea tuvo, entre ellos los nueve aviones, cuatro simuladores de vuelo y un terreno en Tuxpan, Veracruz.
Los representantes laborales indicaron que el informe de Ascencio Triujeque fue impugnado por ellos y los aeropuertos, también acreedores.
El trabajo del síndico terminará cuando concrete la venta de Mexicana de Aviación, aunque será difícil que exista algún interesado en comprarla, pues ya tiene innumerables procesos en su contra, señalaron.
Indicaron que los trabajadores continuarán en busca de que se respeten sus derechos laborales para que les sean pagados todos sus pasivos, así como el reconocimiento del Banco Nacional de Comercio Exterior como patrón sustituto, ya que se quedó con la propiedad de los bienes mediante los fideicomisos.
Respecto a los inversionistas que estuvieron interesados, uno de los últimos fue Williams Capital, que en octubre de 2013 presentó una carta de intención, que fue rechazada por la juez Edith Alarcón.
“Se le precisa que en el presente concurso no ha sido reconocida persona alguna con el carácter de posible inversionista”, señaló la juez.
Williams Capital fue el inversionista número 35 interesado en sacar de la crisis a Mexicana de Aviación; en ese entonces dijo tener un capital de 400 millones de dólares.
Otras de las firmas que estuvieron interesadas en la aerolínea fueron PC Capital, Union Swiss, el empresario Iván Barona y Grupo LBD, así como los mismos trabajadores de la empresa, quienes pidieron que sus pasivos se convirtieran en acciones.
