Detectan fraude en TAR, requiere aerolínea 120 mdp para operar y riesgo de suspensiónEl Lun, 19 de Mayo de 2014, 00:26 am, por Darío Celis
A tres meses de iniciar operaciones, Transportes Aéreos Regionales (TAR) descubrió un fraude al interior del grupo por más de diez millones de pesos, lo que pone en entredicho su viabilidad por los requerimientos adicionales de capital nuevo para asegurar su operación.
Y es que TAR necesita, además, inyectar inmediatamente unos 120 millones de pesos para servir el arrendamiento de tres aviones Jet Embraer ERJ 145 para 50 pasajeros y hacer frente a nóminas, adeudos de proveedores y pago de derechos a autoridades aeronáuticas.
Hace apenas unos días abandonaron la compañía tanto Luis Gómez, presidente ejecutivo, como Enrique Guerrero, director de Grupo Mafra. Este último es clave, pues se le atribuye el uso de los recursos de la naciente compañía de forma discrecional y poco transparente.
Miguel Franco es el accionista mayoritario y fundador de TAR. Es hijo deEduardo Franco Macías, hermano de Agustín y Elmer Franco, dueños de Infra.Miguel habría apalancado la línea aérea a Mafra, relacionada con Infra, de la queGuerrero llevaba parte del timón operativo.
Guerrero tenía la responsabilidad desde Mafra de manejar el pago de la nómina, derechos a autoridades locales y federales y arrendamientos de TAR. No se sabe dónde está, aunque algunas fuentes dicen que demandaría por anomalías encontradas en la operación de la aerolínea.
Una primera auditoría interna arrojó evidencia sobre supuesto manejo de dobles nóminas y cobro de bonos y gastos sin respaldo financiero. Asimismo, se detectó la suspensión del pago de TUA y otros derechos, así como pagos indebidos a autoridades del estado de Querétaro.
El riesgo de la aventura TAR fue previsto con tiempo por los dueños de Infra, quienes desde el inicio se deslindaron de Miguel Franco. Su propio tío Elmer en octubre del año pasado nos envió una carta negando ser socio de esta compañía.Elmer y Agustín son accionistas de Aeroméxico.
Infra es líder en la fabricación de gases industriales y una de las empresas con mejor reputación en el país, al consolidar un gobierno corporativo de primer nivel. Desconocen las políticas que aplicaron Miguel Franco, Luis Gómez y Rodrigo Vásquez Colmenares, director de TAR.
Sobre este último también pesan cuestionamientos en su accionar, primero en Taesa de Alberto Abed y más recientemente en Avolar, la otra fallida aerolínea creada por Jorge Nehme en el sexenio antepasado y sobre quien pesan aún millonarias demandas por fraude.
Amén del desfalco de diez millones de pesos, le decía que TAR requiere otros 120 millones para garantizar su operación diaria. Los recursos tendrían que entrar en alrededor de un mes y francamente se duda que pueda ser fondeada con la velocidad que se espera.
De los 14 Embraer ERJ 145 solicitados en los meses pasados a fin de cubrir el plan de negocios, sólo alcanzaron a llegar tres. Se conoce que difícilmente podrán honrarse los compromisos pactados en los destinos anunciados a principios de año.
Un primer damnificado por TAR es Unifin, que capitanea Luis Barroso, intermediario financiero que arrendó los tres primeros aviones con los que opera actualmente la compañía. Vienen vencimientos por diez millones de dólares derivado de las amortizaciones mensuales.
Otros afectados: no cayó nada bien en la SCT de Gerardo Ruiz Esparza la decisión de TAR de posponer el vuelo de Toluca con destino a Monterrey, situación que también molestó a las autoridades del Estado de México de Eruviel Ávila y Nuevo León de Rodrigo Medina.
La Dirección General de Aeronáutica Civil, de Alejandro Argudín, podría tomar cartas en el asunto, pues el modelo fallido de aerolíneas regionales en el gobierno de Vicente Fox dejó adeudos millonarios, situación que se evitará a toda costa en el sexenio de Enrique Peña Nieto.