Gastón Azcárraga, un caso
No es lo mismo sombrilla que paraguas.Florestán
Cuando el 28 de agosto de 2010, Gastón Azcárraga Andrade dejó en tierra todos los aviones de Mexicana de Aviación, Click y Link, se puso en línea con quienes en el pasado reventaron, una y otra vez, las dos líneas aéreas nacionales: Mexicana y Aeroméxico, que alguna vez, en el gobierno de Carlos Salinas fueron vendidas en paquete, a Gerardo de Prevoisin, con Carlos Cabal, dos de los empresarios emblemáticos del salinismo que acabaron huyendo de la justicia y detenidos en el extranjero para ser liberados en cuanto los trajeron a México.
Así, en 2005, en el gobierno de Vicente Fox le vendieron Mexicana a Gastón Azcárraga, en 165 millones de dólares. La empresa marchaba hasta que comenzó a ser ordeñada al punto que la situación financiera se tornó insostenible y el 28 de agosto de 2010 bajó todos sus vuelos de un día para otro y se declaró en concurso mercantil, que le llevó a la suspensión de pagos.
En 2011 se le perdió la pista y el 19 de febrero de este año, tras una denuncia de la Secretaría de Hacienda en 2013 por fraude fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita, la PGR obtuvo una orden de aprehensión a lo que siguió la ficha roja de la Interpol y la solicitud de extradición al gobierno de Estados Unidos.
La historia salta de ahí hasta el pasado 18 de abril cuando alguaciles del Departamento de Estado lo detuvieron y presentaron ante la autoridad migratoria por estar en Estados Unidos con un plazo de estancia vencido. Aconsejado por sus abogados, solicitó asilo político para detener el proceso de extradición. Y a los dos días estaba en su casa en una especie de arraigo y con un brazalete de localización.
Lo que a la PGR le llama la atención es por qué si Azcárraga Andrade había violado la norma migratoria de Estados Unidos, no se le deportó de inmediato y es por lo que pedirá una explicación por existir, además, una orden de aprehensión de la Interpol y una solicitud de extradición allá.
Seguramente, algún día.