25 febrero 2014

DE LA COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS

  Opinión de
  (Rosario Avilés) 


La teoría del asesino solitario
Rosario Avilés | Opinión | Fecha: 2014-02-25 | Hora de creación: 22:55:50 | Ultima modificación: 02:06:33
No hablamos de asesinar a una persona en el sentido más puro del término. El asesinato al que nos referimos es al de la aerolínea más antigua de México, una de las más antiguas del mundo, emblemática, orgullo nacional no sólo por su estructura operativa, sino por la innovación, el carácter colectivo de su gente y porque durante décadas abrió caminos para México y abrió México al mundo.

Con el cese de operaciones de Mexicana de Aviación, no sólo se le hirió de muerte a esta empresa, sino que se dejó en la calle a 8,650 trabajadores directos y a unos 30 mil indirectos. Otra forma de asesinato, aunque sólo sea conceptual, de las aspiraciones, carreras profesionales y modo de vida de tantas familias.

Finalmente, la Procuraduría General de la República anunció que había obtenido la orden de aprehensión en contra de uno de los protagonistas de este “aerolinicidio” (como diría el juez de la Tremenda Corte) y es loable que lo que sus antecesores no supieron hacer nunca lo haya logrado Jesús Murillo Karam una vez que obtuvo la colaboración de las autoridades hacendarias para construir un caso bien estructurado. Ojalá que lo encuentren pronto y se haga justicia. Sí, pero…

Desde hace más de tres años que existen en poder de la PGR denuncias en contra del que fuera presidente del Consejo de Administración de Grupo Posadas, el otrora “empresario del año”, el hijo de don Gastón Azcárraga Tamayo (un hombre que sabía mantener su palabra, de ahí el engaño en que muchos cayeron, por creer que la bonhomía de un padre se transmite sin más a su hijo).

Hay cuando menos 7 demandas promovidas por la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores y una docena más de diversos grupos de trabajadores, sea representaciones sindicales como el Sindicato de tierra de Mexicana (SNTASS) o en forma colectiva por pequeños grupos. En todas y cada una de ellas puede leerse el itinerario que siguió el Grupo Posadas para destruir en sólo 5 años lo que  muchos hombres y mujeres de gran talla, como don Manuel Sosa de la Vega y miles de trabajadores levantaron en 9 décadas de historia.

El itinerario es largo: Azcárraga incumplió los compromisos que adquirió con el IPAB al comprar Mexicana desde que nunca tuvo un gobierno corporativo y usó recursos de la empresa para pagar lo que ésta le costó, entre otras cosas. En la aerolínea no volvió a haber transparencia, para lo cual se le deslistó de la BMV, no hubo consejeros independientes y hubo contratos al por mayor para privilegiar a las empresa de Posadas, como Konexo, Solosol Tours, MexicanaGo, Oracle Conectum, etc.

Pidió préstamos con el respaldo de la aerolínea cuyos beneficios no fueron precisamente para hacerla más fuerte, sino para destinos oscuros. Por ejemplo, el que le otorgó un banco alemán para liquidar el importe de los Airbus 320 de Mexibus a Mexibail, cuya quita nunca se reflejó en los Estados financieros de Mexicana, pero el préstamo sí tuvo que ser absorbido por ésta.

Ni hablar de los créditos que negoció con Banorte (para liquidar el de Inbursa, pero con su respectiva piscacha extra) y con Bancomext, para lo cual comprometió los pocos activos que fueron quedando a la aerolínea, una vez que se vendió la Torre de Xola en 42 millones de dólares, cuyos recursos nadie sabe dónde quedaron.

Lo peor, sin embargo, fue la desaparición de los fondos de jubilación de los trabajadores, fondos que eran manejados por la empresa y que además de haber dejado de fondearse (lo que en términos llanos significa fraude) luego se desaparecieron sin más explicación. Ese dinero es el peor malhabido de todos y el que debería costarle la pena más dura posible porque está cifrado en el desfalco al trabajo y su falta ha significado la angustia de los jubilados que ya no podrían recuperarlo.

En fin, que el juez que haga la consignación tendrá con qué entretenerse. El único problema de todo esto es que Gastón no actuó solo. No únicamente tuvo operadores que orquestaron todo, despachos de abogados que elaboraron la ruta de la quiebra fraudulenta y una serie de cómplices aquí y allá. Hubo también un gobierno omiso e irresponsable que nunca actuó y que tiene personajes concretos con nombre y apellido.

Hubo unos directores de Aeronáutica Civil y unos subsecretarios de Transporte entre quienes destacan Humberto Treviño Landois y Felipe Duarte. Hubo tres secretarios de Comunicaciones en ese aciago período, pero tal vez el más conspicuo sea el hoy director de la Fundación Rafael Preciado (don Rafael se volvería a morir si  supiera qué clase de personajes dirigen su fundación). Y está, desde luego y en primer lugar, el ex presidente Felipe Calderón, cuya ceguera no fue inocente, sino cómplice, como buen pagador de favores que fue.

Todos ellos son corresponsables del desfalco y de todos los delitos que haya cometido el hoy indiciado. Ellos permitieron e incluso prohijaron (¿verdad, Molinar; verdad, Duarte?) el fraude, el atraco y el desmantelamiento de nuestra aerolínea emblemática.

Desde luego que aquí no debe terminar todo. Estos delitos pueden ser revertidos si se invalidan los hechos que le dieron lugar, como la entrega de las acciones de Nuevo Grupo Aeronáutico a Tenedora K sin autorización y para simular lo que se cocinaba detrás (la exoneración de todos estos hechos). Que la justicia sea completa.


raviles_2@prodigy.net.mx