Una aviación de 100
Rosario Avilés |
Opinión
|
Fecha:
2013-12-03
| Hora de creación:
22:46:34
|
Ultima modificación:
22:47:34
Una vez que se ha cumplido un año de que la actual administración llegó
al poder, no faltan los análisis favorables en algunos aspectos y muy
desfavorables en otros. No en balde el secretario de Hacienda, Luis
Videgaray, fue uno de los funcionarios que peores calificaciones
lograron en la percepción de ciudadanos y líderes, en particular por sus
embates contra la clase media, entre la cual se encuentran precisamente
los potenciales usuarios del transporte aéreo.
Mientras tanto, las aerolíneas mexicanas han logrado estabilizar sus números y sus propuestas de valor para los pasajeros nacionales (la propuesta internacional está sujeta a lo que ocurra con Mexicana de Aviación, que, esperemos, logre mejor suerte que la que la auguran sus detractores).
Pero en este espectro nacional, sobresale el esquema de aeronaves de entre 100 y 150 pasajeros. Las aerolíneas que cubren los destinos domésticos, salvo excepciones muy contadas, enfocan sus baterías en rutas y frecuencias que competirán con equipos de las familias Boeing 737, Airbus 320, Embraer 170 y 190 y el Superjet (Sukhoi) 100, todas ellas en el segmento de los 100/140 pasajeros más menos.
Los otros equipos, los más grandes, son para servicios internacionales y los más pequeños para aviación regional, taxi aéreo o alimentadoras.
Esto implica que la conectividad aérea del país seguirá atada a un modelo que de alguna manera constriñe su desarrollo a rutas de más de 500 millas, para ciudades de mediano a gran tamaño más o menos exploradas y con una densidad media. En otras palabras, estamos hablando de aviación doméstica troncal, en el sentido más alto de la palabra.
Desde luego que la conectividad de ciudades intermedias es fundamental para el país. Es más, el modelo que adoptado Volaris y que de alguna manera está siguiendo Viva Aerobus, al conectar directamente ciudades que en el pasado requerían el paso obligado por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, es positivo para los usuarios.
Sin embargo, mantenerse en el segmento de los 100 es una apuesta que parece segura, pero que en realidad mantendrá estancada a la aviación nacional. Arriesgarse en el segmento de 70 pasajeros para tener más frecuencias en rutas competidas sería una forma de innovar, pero parece que nadie está dispuesto a tanto. Este grupo de rutas es, no obstante, lo que hoy en día puede parecer seguro.
Pero no es menos cierto que existen aún rutas y segmentos de mercado muy desatendidos, como es la llamada Ruta Maya, donde existe una red de infraestructura aeroportuaria que ya quisiera cualquier región europea, pero en la cual no existen servicios aéreos regulares para atender la potencial demanda. Hablemos de aeropuertos como Chichén-Itzá, Palenque. Tuxtla-San Cristóbal, Flores (Tikal) en un circuito interior y Cancún, Mérida, Villahermosa, Oaxaca, Guatemala, en un circuito exterior.
Tener una aerolínea regional que cubriera ambos circuitos constituiría un verdadero impulso al turismo, pero no existe autoridad ni oficial de promoción que haya pensado en cómo hacer realidad esta propuesta.
Hay otros circuitos con posibilidades regionales que no están cubiertos. Hablemos del Bajío, de la zona del Pacífico noroeste, de la frontera norte, del Golfo. En fin, que existen opciones con mercados pequeños, pero con amplio potencial de desarrollo que no han sido ni exploradas y cuanto menos impulsadas por gobiernos o autoridades para crear mercados y calentar rutas.
En estos días estuvo en México Shimon Peres, presidente del Estado de Israel. Entre las cosas que dijo, destaca que el país no caminará por escalones, requiere un vuelo, dijo, para hacer el desarrollo se dispare.
Alegoría de por medio, lo que este estadista nos dice es que si seguimos esperando que las cosas pasen solas, no ocurrirán. Para detonar el desarrollo hay que provocar que las cosas sucedan. El gobierno federal lleva un año planeando, reteniendo el gasto y anunciando lo que ha de venir… ¿Podremos esperar que en el 2014 por fin despeguemos?
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
raviles_2@prodigy.net.mx
