Tras Gastón Azcárraga
24 Noviembre, 2013 - 23:03
Credito:
Redacción
Quicho
Le dicen Quicho pero se llama Crisógono Díaz Cervantes, actualmente es el titular de la Unidad Especializada en Análisis Financiero de la Procuraduría General de la República, que lleva Jesús Murillo Karam.
Anrteriormente, fungió como coordinador de asesores del Sistema deAdministración Tributaria (SAT), cuando su titular era Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien, por cierto, hoy es Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este personaje es el cazador que trae en la mira a Gastón Azcárraga, lo trae atravesado -dicen- y con ganas de encontrarle algo para poder agarrarlo.
Quicho le ha buscado por todos lados, sus indagatorias lo han llevado lo mismo a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores como a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y, hasta donde nos cuenta, en ambos lados no hay datos sólidos sobre lo que ha preguntado el funcionario.
Ahora se está agarrando de un clavo ardiente, como pueden ser los sindicatos de Mexicana de Aviación, pero nos dicen que Azcárraga está más que tranquilo.
El asunto no es menor, Quicho fue uno de los principales persecutores del empresario desde el SAT y ahora hace este trabajo desde la PGR, así que si se equivoca, le puede salir el tiro muy caro.
Acreedores exigen
Ya que hablamos de Mexicana de Aviación, los principales acreedores de la base de mantenimiento MRO de Mexicana pidieron conocer los estatutos sociales, así como la información financiera y la conformación actual de los accionistas y del Consejo de Administración.
El administrador de dichas instalaciones, José Ángel Ordóñez, tiene nada más tres días hábiles para entregarle a los bancos dicha información. Tiene que presentar los libros actualizados así como los estatutos.
Dicha petición la solicitó Banorte, de Guillermo Ortiz; Bacomext, que lleva Enrique de la Madrid, y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que dirige Alfonso Sarabia.
Que conste que le advirtieron a José Ángel Ordoñez que si no cumple en forma y tiempo se hará acreedor a una multa hasta por 350 días de salario mínimo vigente.