11 junio 2013

DEL CORREO DEL BLOG

Aeroméxico, la huelga que no iba a ocurrir

Por:
Juan A. José
Archivado en:  | Al vuelo | Aeromexico
No se puede concebir el desarrollo que tuvieron las aerolíneas mexicanas en el siglo XX sin el papel que tuvieron en ello sindicatos como la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (1958) y la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (1960). Eran los tiempos en los que las grandes aerolíneas bandera, generalmente subsidiadas por los gobiernos, dominaban el aerotransporte mundial incluyendo el mexicano en el que dos aerolíneas, por cierto controladas por Pan American, marcaban la pauta: Aeronaves de México, hoy en día Aeroméxico, y la Compañía Mexicana de Aviación. Tiempos en los que las aerolíneas se daban el lujo de suscribir contratos colectivos de trabajo que colocaron a esos gremios en posiciones verdaderamente privilegiadas en el concierto laboral nacional.
Pero llegó el año 1971 y Southwest despegó desde Dallas, Texas, cambiando la historia del aerotransporte mundial al incorporar al léxico aeronáutico un término hoy en día indeleble: low cost. ¿Cómo es posible que alguien siga creyendo que una aerolínea actualmente pueda seguir compitiendo en los mercados nacionales e internacionales bajo la misma filosofía administrativa y estructura de costos que prevalecía hace 40 años? La noche del 31 de mayo pasado muchos nos fuimos muy tarde a dormir esperando noticias en relación a una nueva huelga en Aeroméxico, esta vez por parte de sus sobrecargos, movimiento que fue conjurado esa madrugada tras una larga negociación en la que los trabajadores básicamente aceptaron la propuesta de la aerolínea en la que se contempla una nueva categoría para los sobrecargos de nuevo ingreso en condiciones que siguen en negociación.
Si me mantuve en vela hasta que me enteré del acuerdo fue debido a que a estas alturas ya nada me sorprende y no descartaba por completo la locura de una huelga que en nada iba a beneficiar a la aviación mexicana en general ni a sus trabajadores en particular. Estaba 99% convencido que no habría huelga. ¿La razón? En el contexto actual, la aviación mexicana no se puede dar el lujo de poner en riesgo a Aeroméxico. La aviación mexicana necesita hoy de Aeroméxico. ¿Y no necesitaba de Mexicana cuando ésta dejó de operar en agosto del año 2010? ¡Claro que sí! Como necesita de cualquier otra aerolínea y más de una aerolínea con el linaje e importancia de Mexicana pero, tal y como se ha demostrado el mercado, podía vivir sin Mexicana, algo que sinceramente no podría ocurrir con facilidad en caso de que la oferta de Aeroméxico desapareciese de un día para otro.
Si bien la oferta nacional e internacional de aerolíneas como Volaris e Interjet es creciente y de calidad, lo cierto es que Aeroméxico se quedó como la gran aerolínea bandera nacional luego del cese de operaciones de Mexicana, incrementando su importancia relativa para el aerotransporte nacional. México necesita de aerolíneas nacionales sólidas que atiendan con seguridad y competitividad la demanda y Aeroméxico en buena medida está haciendo eso, en especial en los grandes mercados internacionales. Si bien no lo descarto en el futuro, por lo menos hoy, ni Volaris ni Interjet, ni VivaAerobus están preparadas para cubrir el hueco en la oferta que dejaría la salida del mercado de Aeroméxico. El aerotransporte, y por ende las aerolíneas mexicanas, es demasiado importante para el país como para permitirse un desequilibrio de esa magnitud.
Además, en un mundo cada vez más globalizado, lo que suceda en Aeroméxico no sólo impacta en México. Recordemos la inversión que Delta hizo en esa empresa en el año 2012 que le dio el 4.15% de sus acciones, la base de mantenimiento que construyen en Querétaro, la alianza Skyteam, los acuerdos de códigos compartidos y los millonarios pedidos de aeronaves que ha realizado Aeroméxico. También, no hay que equivocarse, Aeroméxico no sigue el rumbo de Mexicana porque el contexto, las decisiones y las acciones son completamente diferentes. ¿Estoy diciendo acaso que Aeroméxico no corre el riesgo de desaparecer? ¡Por el contrario! En un ambiente desregulado en el que el futuro de las empresas de todo el mundo depende de su habilidad de mantenerse competitivas y de hacerse de los recursos que requieren para permanecer en el mercado o crecer, no descarto que Aeroméxico o cualquier otra aerolínea pudiera ir perdiendo importancia relativa y que otras aerolíneas mexicanas pudieran llegar a tener la capacidad de atender crecientes porcentajes de la demanda de aerotransporte en el país al grado de hacerlas prescindibles. De ahí los retos de las actuales sus administraciones.
Por lo pronto, Aeroméxico no es prescindible y eso me hace seguir pendiente de la marcha de las negociaciones del nuevo contrato con sus sobrecargos, las cuales pueden complicarse nuevamente y generar riesgo de otra huelga. Una vez con sus costos laborales reestructurados a niveles manejables pueden venir mejores tiempos en nuestra aerolínea bandera. Lo interesante será seguir de cerca cómo se va acomodando la oferta entre esta aerolínea y su creciente competencia global “a la Southwest”.